Un automóvil embistió a varios manifestantes este jueves durante una protesta sindical en Múnich, dejando al menos 28 heridos, algunos de gravedad. El ataque ocurrió en el centro de la ciudad bávara, donde cientos de trabajadores del sindicato Verdi, el mayor del sector servicios, participaban en una concentración.
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El conductor, identificado como un solicitante de asilo afgano de 24 años con antecedentes, fue detenido por la policía local. Las autoridades señalaron que se investiga el hecho como un posible ataque. Es improbable que haya sido un accidente.
El presidente del Estado Libre de Baviera, Markus Söder (CSU), se pronunció desde el lugar de los hechos, exigiendo medidas urgentes: “No podemos ir de ataque en ataque y mostrarnos consternados, es evidente que las cosas tienen que cambiar rápido”.
El atropello ocurre en un contexto de creciente tensión política en Alemania, a solo días de las elecciones legislativas y en la víspera de la Conferencia de Seguridad de Múnich, que reunirá a líderes internacionales.
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Este nuevo incidente se suma a una serie de ataques recientes en lugares públicos del país, algunos perpetrados con vehículos contra multitudes. Por ejemplo, en diciembre, un hombre arrolló con su coche un mercado navideño en Magdeburgo, causando seis muertes y 200 heridos. En enero, otro solicitante de asilo afgano apuñaló a varias personas en Baviera, asesinando a un niño y a un adulto.
