Desde su llegada al país, el excapo del Cartel de Medellín Carlos Lehder ha generado todo tipo de reacciones y una de las más recientes fue la de un sobrino de Pablo Escobar, quien arremetió contra el exnarco por echarle “toda el agua sucia” a un muerto, por unas declaraciones sobre las antiguas acciones criminales en Colombia.
Pero, por otro lado, también revivieron las confesiones de Mónica Lehder, una de las cuatro hijas del excriminal que fue extraditado a los Estados Unidos, y quien salió del anonimato en el año 2015 después de ser entrevistada por Los Informantes.
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En ese espacio, la hija de Lehder entregó varios detalles sobre como vivía su padre cuando estaba preso en el país norteamericano, donde permaneció más de 33 años por tráfico de drogas, entre otros delitos.
Y es que durante esos años, tras la captura y encarcelamiento del ‘Loco’, apodado así por sus excentricidades, Liliana García (quien fue novia de Lehder), y su hija Mónica, fueron sometidas al programa de protección de testigos en Estados Unidos para poder visitarlo.
Así vivía y eran las visitas a Carlos Lehder en Estados Unidos
Como ya se conoce, Lehder obtuvo una larga estadía en la cárcel por su papel en el tráfico de drogas y la violencia en Colombia y otros países. Por eso fue recluido en la cárcel de máxima seguridad de Marion, Illinois, en condiciones extremas.
“En esa época mi papá estaba en Marion, que sigue siendo la prisión de máxima seguridad en los Estados Unidos, donde lo tenían seis pisos bajo tierra, entonces lo tenían aislado totalmente, entonces la comunicación telefónica era muy poca”, detalló Mónica en Los Informantes.
Tanto Liliana como Mónica decidieron someterse al programa de protección a testigos para poder visitar y ver a Lehder en la cárcel de Estados Unidos, por lo que sus nombres fueron cambiados por seguridad.
“Nosotros nos cambiaban obviamente primero el apellido. (Yo) Salazar y mi mamá Fajardo se llamaba. Mientras nos acomodaban estuvimos más o menos seis meses encerrados, literal, cuando podíamos salir era con un federal que venía por nosotros”, contó.
Asimismo, señaló que durante los meses en que le hicieron la visita, se sentían como si estuvieran detenidos, en un cuarto, junto a su madre y tío. Pero a pesar de eso, las visitas eran restringidas y de contacto limitado.
“Era intentando verlo porque nos decían siempre mañana, este fin de semana, en 8 días, este mes ya no se pudo, dentro de un mes y así estuvimos más de un año”, reveló Mónica.
Mónica también contó cómo fue reacción al verlo preso dentro de una cárcel. “Normalmente, la reacción es salir corriendo a abrazarlo, que te carguen, todo eso no se puede dar porque tú no puedes tener tanto contacto físico. Él venía de civil, una camisa tipo polo, blue jean, esposado, obviamente”, recordó.
Durante esos años de narcotráfico, los relacionados con estos crímenes de esa época pudieron acumular lo que muchos creen que es riqueza, sin embargo, la misma hija de Lehder aseguró que a su padre no le quedó nada.
“¿Qué queda de todo ese imperio? Nada, no queda absolutamente nada. Queda tragedia, dolor, ausencia, soledad, eso es lo que queda”, afirmó.
Las últimas visitas a su padre, Carlos Lehder, en la cárcel
En medio de la conversación en la entrevista, ella también recordó como fue su experiencia al entrar a una cárcel de máxima seguridad en Estados, ya que estuvo en varias porque a su padre lo cambiaban.
Además, señaló que después de varios años, para cuando ella tenía 12, renunciaron al programa de testigos y antes de regresar a Colombia lo visitaron por última vez en otra prisión federal.
“Estuve en una prisión americana por primera vez, la prisión en Arizona es en medio de un desierto, cactus, todo. Gracias a Dios, a mí nunca me ha tocado verlo por medio de vidrios, ahí sí ya sale con el uniformado caqui”, aseveró.
Por último, contó algunos detalles que tuvo su madre con él (Carlos) mientras lo visitaron durante varios años en prisión, hasta que se llegó la última vez.
“A él le encanta el dulce de mora, mi mamá se lo hizo y se lo mandó, se lo dejaron entrar y le dijeron ‘primera y última, dígale a su familia que esto no se puede’. Igual él no me puede cargar, traía unas hojas y ahí podíamos pintar y jugábamos”, concluyó Mónica en el programa de TV.
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