Los papás de Jacobo Esguerra Valdés, próximo a cumplir cuatro años, ya perdieron la cuenta de las veces que ha repetido Angry Birds 2 y Mascotas 2. Les pasó lo mismo, más pequeño, con Coco, Buscando a Nemo y todas las de Toy Story.
A Salomón Cárdenas Restrepo, de 2 años y medio, le pasa lo mismo, se repite una y otra vez Moana, Coco, Toy Story, Kung Fu Panda y Un gran dinosaurio.
Seguro su hijo es igual, y usted siente que ya se las sabe de memoria. “Los niños, a diferencia de nosotros, necesitan ver varias veces, que le repitas los mismos programas porque ellos no tienen el tipo de razonamiento más abstracto como el de los adultos”, precisa la psicóloga Sara Zapata, quien añade que el hecho de ver la película las 100 veces que se la ven es para entender y encontrar algo nuevo.
Esa repetición les ayuda en su proceso de aprendizaje, se activan zonas cerebrales, atan cabos de a poco, “se afianzan los procesos de almacenamiento, de información y memoria”. Es como cuando usted, ya adulto, se lee un libro por segunda vez, “y ve cosas que en la primera no se percató”, insiste la psicóloga.
La licenciada Carolina Tamayo Ruiz, @educandoycriando en Instagram, recomienda que con esa situación hay que aprovechar el interés de los pequeños para trabajar otras cosas, “preguntarles sobre la película, llevarlos más allá: ¿por qué crees que va a pasar esto o aquello? Ahí se trabaja asociación e inclusive después de apagar el televisor que tal si dibujar el personaje principal, eso da pie a trabajar desde ese gusto y hacer otras actividades que entreguen tiempo de calidad con los padres”.
Otras opciones
Además de permitir que el niño se vea la misma producción las veces que quiera, los padres pueden presentarle otras alternativas. Lo primero que recomienda la licenciada es que antes de ver por primera vez con su hijo una se cerciore viéndola primero. “La idea es evaluar que enseñe algo. Ellos hasta los 4 o 5 años tienden a repetir lo que ven en televisión e imitar cosas tan simples como que Pepa Pig le pegó a su hermanito”.
La psicóloga Zapata cuenta que hay bastantes posturas a la hora de ver o no ver películas con los niños. “Hay una que recomienda cero pantallas, de cualquier tipo, antes de los dos años. Hay otra que indica que por la edad se vayan poniendo el número de horas, entonces si tiene dos años, máximo dos horas al día; tres años, tres horas, todas repartidas en el día y así”.
La licenciada Tamayo detalla que si bien es cierto que las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud y la Asociación Americana de Pediatría es que se controle el tiempo en pantalla por edades, también lo es que estamos en una época de contingencia. “Por eso yo recomiendo flexibilizarnos sin dejar de lado el uso responsable: no hacerlo mientras estamos comiendo ni dos horas antes de irse a dormir, ni para calmar a los niños cuando están enojados o tristes y no usarlo en momentos de espera. El televisor se debe usar como entretenimiento y con un horario en casa específico para ello”.
La psicóloga expresa que lo mejor es que sea todo un plan, “eso fomenta los vínculos, pero si es darle al niño la tableta o póngale la película para que me deje trabajar, ahí no se está fomentando nada”.
¿Qué ver?
Se pueden dividir los niños en hasta tres grupos para ver determinadas cintas. Hay generalidades, como las que verán en los recuadros, pero insiste Tamayo que depende mucho de los niños. “Habrá a quienes desde chiquitos les gusten las películas con personas, otros ya son grandes y les siguen gustando las caricaturas. Ahí es conocer bien a sus hijos”.
