Después del cruce de palabras de alto calibre que hubo entre el exministro de Salud, Alejandro Gaviria, y la precandidata presidencial del partido Verde Oxígeno, Íngrid Betancourt, se desató una crisis en la Coalición Centro Esperanza, a la que ambos pertenecen.
Betancourt le lanzó duras críticas a Gaviria durante un debate público realizado por la revista Semana y el diario El Tiempo. “Voy a decir una cosa que me duele infintamente”, dijo Betancourt, como anunciando una tormenta política que más tarde haría tambalear las bases de la coalición. “Alejandro, tú y yo hicimos un acuerdo, que lo firmamos en el Cónclave, de que no íbamos a traer a la coalición a ninguna maquinaria. Tú has aceptado el apoyo de gente que a mí me preocupa muchísimo”, aseguró Betancourt y pidió que se hiciera una reunión para discutir el tema.
Gaviria no ocultó su exaltación tras recibir la pulla. “Mire, lo suyo es hipocresía y oportunismo, no tiene otro nombre”, le dijo Gaviria a Betancourt, mirándola a los ojos. Le pidió examinar las listas al Congreso de su partido y le preguntó con ironía si esas planchas estaban libres de maquinaria. Reiteró que seguirá “sumando apoyos”, y sostuvo que el exministro de Trabajo, Rafael Pardo, también llegará a apoyarlo.
En su réplica, Betancourt volvió al ataque y dijo que los comentarios de Gaviria eran “personales”. Incluso puso en duda la continuidad de la alianza de centro. “Hoy mismo debatamos este tema, yo no voy a dejar que los lobos entren donde están las ovejas”, sentenció Betancourt.
Una alianza política de Gaviria fue la que detonó una serie de ácidas disputas dentro de la coalición. Se trata de la llegada del senador de Cambio Radical, Germán Varón, a la campaña presidencial de Gaviria, que se anunció el lunes pasado. Como legislador, Varón ha sido una ficha clave para el exvicepresidente Germán Vargas Lleras, quien aún no ha cantado cuál será su apuesta en las próximas elecciones presidenciales.
A raíz de estos vínculos, el precandidato presidencial Sergio Fajardo, quien estaba participando en el debate, también se sumó a la disputa. “Lo que acaba de pasar es algo duro para la coalición”, aseguró, y se sumó a las críticas de Betancourt. “No podemos avanzar en nuestra coalición con el clientelismo que se va a colar dentro de nuestro proyecto político”, concluyó.
Tras el fin del debate, que dejó los ánimos encendidos entre los precandidatos, también hubo declaraciones públicas que dejaron entrever las rencillas internas. Gaviria dijo que los precandidatos presidenciales de la coalición habían tenido una reunión que se extendió durante toda la tarde del martes, pero no le manifestaron su molestia por las alianzas. “Pudimos haber tenido una discusión interna, razonable, sensata”, sostuvo Gaviria. “Esto se debe tramitar internamente, sin convertirlo en un espectáculo público, como ocurrió”, dijo Gaviria.
Incluso, fuentes de su campaña le dijeron a este diario que tienen la sensación de que el resto de precandidatos presidenciales están actuando con la intención de acorralarlo para darle más fuerza a la precandidatura de Fajardo.