En el 2017 a Sandra Castro Pinzón se le ocurrió crear Tan grande y jugando, un proyecto que incentivara a las mujeres a reconocerse como gamers, después de darse cuenta de dos cosas. La primera, que muy pocas veces, nosotras, nos apropiamos de esa etiqueta. Y la segunda, que el juego es un privilegio, sí, pero también un derecho fundamental de la infancia que de ningún modo puede, o debería, perderse en la adultez.
Así que poco a poco, y después de mucho trabajo, la iniciativa se fue transformando y dejó de fomentar únicamente al juego y al consumo de juegos, y empezó a enfocarse en el desarrollo de juegos, que es una actividad creativa que hoy transforma vidas a través de las narrativas lúdicas.
Así que, si en un principio Sandra estaba sola dándole forma a su iniciativa, hoy tiene el cargo de directora ejecutiva de Tan grande y jugando, a través del cual lidera a un equipo de más de 10 personas de diferentes partes de Colombia, cada una de las cuales hace parte de la industria de desarrollo de videojuegos con diferentes experiencias, roles y backgrounds académicos.
Hablamos con ella sobre Tan grande y jugando, por supuesto, pero también sobre lo que significa el mundo de los videojuegos en este país.
¿A qué se dedica específicamente Tan Grande y Jugando?
“Nos dedicamos a fomentar la industria de desarrollo de videojuegos haciendo incidencia política con los diferentes actores y buscando siempre visibilizar el trabajo de nuestro país al tiempo que generamos un espacio donde el talento pueda educarse y los estudios florezcan. Esta incidencia política se hace tocando la puerta de universidades, academias, estudios de desarrollo, federaciones y organizaciones gubernamentales y no gubernamentales, porque promovemos nuestra industria de videojuegos local, mostrando los proyectos que se han trabajado en nuestro país, pero sobre todo chicaneando al mundo nuestras IPs (propiedades intelectuales) propias, en espacios de difusión como SOFA. También organizamos eventos locales de desarrollo, conocidos como jams, para que más personas tengan un mejor portafolio que les ayude a entrar a la industria de desarrollo de videojuegos”.
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Para lograr todo eso de lo que habla, el proyecto tiene cuatro objetivos claros, el primero lo llamaron Recortar la brecha, ¿a qué se refieren con esa expresión y cómo han trabajado por ese objetivo hasta ahora?
“Cortar la brecha es buscar especialmente que más mujeres y personas de la comunidad LGBTIQ hagan parte de esta maravillosa industria creativa. Cuando iniciamos solo había entre un 2 y 5% de estudios de videojuegos de mujeres y hoy ya vemos números que alcanzan hasta el 30%.
Así que generamos actividades específicas para empoderarnos y socializar con nuestra comunidad colombiana y latinoamericana que es mayoritariamente masculina, buscamos establecer espacios seguros y herramientas para que ellas puedan estar cómodamente en eventos mixtos.
Adicional, a través de nuestra jam, la Woman Game Jam, ellas tienen la posibilidad de generar algo nuevo para su portafolio, y así fortalecer su hoja de vida para futuras postulaciones en los estudios de desarrollo. Es muy importante que exista diversidad a la hora de crear y contar historias, así podemos transformar el mundo actual”.
¿Por qué para Tan Grande y Jugando era tan importante crear un foco que ayudará a las mujeres de la industria del videojuego a empoderarse?
“Porque quería más amigas en esta industria. Noté que los espacios eran muy masculinos, tanto que, a veces, yo era la única mujer presente, y cuando hice preguntas y levanté la mano al respecto, me encontré con una comunidad muy dispuesta a apoyarlas y a entender que estaba sucediendo. Así se armaron los primeros pinitos del maravilloso equipo de nutrias (que es como se llaman las integrantes de Tan grande y jugando) que trabaja hoy conmigo. Fue un proceso de mucha investigación y empatía, entender qué estaba sucediendo y proponer ideas para transformarlo”.
Ese foco lo impulsaron a través del Colombian Women in Games, ¿qué actividades hacen específicamente a través de él y cuál ha sido su acogida?
“En Colombian Women in Games nuestro evento principal es la Women Game Jam. Este evento es una maratón de desarrollo de juegos donde hemos impulsado a muchas mujeres a entrar a este mundo, apoyándolas con un espacio seguro, mentorías de expertos, y acompañamiento para que desarrollen y muestren sus propios videojuegos. Para muchas de ellas es el primer acercamiento al desarrollo de videojuegos y buscamos que saquen el mejor provecho de ellas.
Esta iniciativa ha ayudado a decenas de mujeres a encontrar un camino en la industria. Tanto el portafolio que ellas crean, como la visibilidad que reciben y el networking, les ha permitido vincularse con estudios o encontrar otras compañeras de aventura en el desarrollo de videojuegos”.
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El segundo tiene que ver con Fomentar la industria de los videojuegos, ¿cómo está esa industria en este momento en Colombia? ¿A qué retos se ha visto enfrentada?
“Este es un tema un poco complejo porque vemos que constantemente se cree que los juegos son algo pequeño, que no da dinero hacerlos y que incluso nuestra industria está en pañales, desconociendo el largo trecho que ha recorrido y las diversas iniciativas y proyectos colombianos que han llegado al exterior gracias al talento de nuestra región.
La industria en Colombia tiene un poco más de 18 años haciendo pinitos aquí, ya hemos trabajado en IPs triple A, y tenemos inclusive juegos colombianos populares en otros países, de los que aquí ni siquiera se conoce su existencia, porque es difícil convencer al consumidor local que el producto es de calidad y que además estamos necesitando mano de obra para crecer más y más”.
El tercer objetivo tiene que ver mucho con el nombre del proyecto, En defensa del derecho al juego. ¿Ha sido fácil o difícil abogar por el derecho al juego cuando en Colombia este tema ha sido completamente estigmatizado?
“A veces siento que la discusión sobre el derecho al juego es una discusión que toca muchísimo a los adultos, porque entonces descubren también que su niño interior olvidó ese derecho por completo. Y sí es una actividad difícil de desarrollar, pero hemos creado vínculos fuertes con grandes aliados que también están trabajando por ello.
Es muy interesante además estudiar las implicaciones del marketing en los juegos tanto para niños como para niñas y entender cómo el juego es importante para romper los roles establecidos, pero sobre todo para impulsarnos más en la curiosidad, las ciencias y la diversión. Jugar tiene muchísimos beneficios, tanto para los niños como para los adultos”.
¿Qué beneficios, por ejemplo?
“Las voy a enumerar porque son muchos:
1. Desarrollo cognitivo: Los juegos estimulan procesos mentales como la memoria, la atención, la percepción y la toma de decisiones. Esto puede ser particularmente beneficioso en los juegos que requieren estrategia o resolución de problemas.
2. Habilidades sociales: Jugar con otros puede mejorar las habilidades sociales, enseñando a compartir, turnarse, negociar, y trabajar en equipo. También puede ayudar a desarrollar la empatía y la comprensión hacia los demás.
3. Salud física: Los juegos activos y deportivos mejoran la condición física, la coordinación motriz, y pueden contribuir a un estilo de vida saludable. También ayudan a prevenir enfermedades relacionadas con el sedentarismo.
4. Bienestar emocional: Jugar es una excelente manera de reducir el estrés y mejorar el estado de ánimo. Puede ser una fuente de alegría, risa y diversión, además de ofrecer una vía de escape de las presiones cotidianas.
5. Creatividad e imaginación: Los juegos, especialmente aquellos que involucran roles o construcciones, fomentan la creatividad y la imaginación, permitiendo a los jugadores explorar nuevas ideas y mundos.
6. Habilidades de comunicación: En muchos juegos, especialmente los de equipo o los juegos de mesa, los jugadores deben comunicarse claramente y eficazmente para avanzar o ganar, lo cual puede mejorar las habilidades lingüísticas y de comunicación.
7. Resiliencia y manejo de la frustración: Jugar enseña a los niños y adultos a enfrentar desafíos, manejar la frustración de perder o cometer errores, y perseverar para mejorar y alcanzar sus objetivos.
8. Aprendizaje y educación: Muchos juegos tienen un componente educativo, enseñando sobre historia, lenguaje, matemáticas, ciencia, y más, de una manera divertida e interactiva.
Mejor dicho, jugar trae muchos beneficios, mira todos estos, y no hay que esperar a estar retirado para sumergirse en ellos”.
Y en ese mismo sentido, ¿han identificado los estigmas a los que se ven enfrentados los videojuegos en Colombia?
“Son muchos los estigmas, empezando por la idea de que los juegos son para niños, pero también hay estigmas sobre los juegos para niños y para niñas, por ejemplo, una aventura heroica es un juego para niños, y uno de cocina o uno romántico es para niñas. Otro estigma habitual es la apreciación de que los juegos para móviles, o juegos casuales, no son juegos de verdad”.
¿Y cuáles son esas estrategias que desde Tan Grande y Jugando han implementado para derribarlos?
“Para derribarlos buscamos darles visibilidad a juegos diversos, desarrollados localmente, que comprenden nuestra cultura. Abrimos espacios que inviten y ayuden a las personas a expresarse creando sus propios juegos. Invitamos a los participantes y a la comunidad a probar estos juegos que presentan nuestra diversidad”.
El último objetivo es Siempre seguir aprendiendo, ¿por qué es importante hacerlo? ¿Con qué fin se hace?
“El Juego es aprendizaje constante, a través del juego tejes relaciones humanas, conoces amigos, descubres cosas nuevas. A través del juego puedes inclusive conocer más sobre ti.
Cuando como desarrolladores experimentamos cosas nuevas podemos hacer experiencias más inmersivas y globales”.
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Durante estos seis años que lleva funcionando Tan grande y jugando, ¿qué ha sido lo mejor de crear espacios de colaboración, educación y encuentro para los amantes de los videojuegos, ya sean principiantes o expertos?
“Lo mejor ha sido conectar con tantas personas que compartimos la pasión por crear juegos. Esta industria ha crecido mucho, aun cuando no ha tenido mucha visibilidad, y todos estos espacios nos han permitido encontrar personas muy talentosas en todos los campos del desarrollo de videojuegos.
Otro punto a resaltar es ver el paso de estas personas principiantes o que llegan solo por un gusto a los videojuegos, pasan a querer saber cómo se hace un juego y ese amor los lleva a terminar trabajando en la industria. Conocer la historia de cada una de esas chicas que llegan a nuestras WGJ sin saber siquiera cómo se hace un videojuego y actualmente ya son parte de la industria nacional o internacional y además se vuelven también parte del equipo de mentoría que hace crecer y enseña a nuevas chicas que llegan siendo principiantes. Un ciclo hermoso de ver en cada uno de nuestros eventos y encuentros”.
Si alguien quiere sumarse a Tan Grande y Jugando, ¿qué debe hacer?
“Puede ser parte de todas nuestras actividades (game jams, meet-ups, talleres, showcase de videojuegos) que siempre divulgamos a través de nuestras redes sociales”.