El Ministerio de Hacienda publicó el Decreto 763 que aumentará el precio del Acpm para los grandes consumidores. La medida, que regirá 45 días después de su publicación, afectará a las empresas que usen más de 20.000 galones mensuales.
A principios de agosto se sentirá el encarecimiento, que pretende emparejar el precio del diésel con las referencias internacionales. Por lo tanto, entre las compañías que se verán especialmente afectadas serán las empresas petroleras, mineras, y cementeras, pero no se tocará, por ahora, a los sistemas masivos de transporte público, o a los vehículos de carga.
“La medida no aplica en las bombas de gasolina, ni en los distribuidores minoristas. Esos grandes consumidores le compran directamente al distribuidor mayorista. Lo que se busca es poner el precio del diésel, para esos consumidores, a flotar con el mercado internacional”, dijo el ministro de Hacienda, Ricardo Bonilla.
A pesar de la salvedad, no se descarta que el Gobierno esté pensando en hacerle un ajuste al diésel en las estaciones de servicio, aunque, el ministerio aclaró que esto no afectará ni a la gasolina, ni al Acpm.
Según Julio César Vera Díaz, presidente de la Fundación Xua Energy, los grandes consumidores pagarán un diésel por el orden de $5.600, por galón. El problema será controlar que los distribuidores no se terminen abasteciendo a precios subsidiados, a través de los comercializadores industriales, o mediante las estaciones de servicio, o sea los minoristas.
En ese mismo sentido, el economista Martín Jaramillo advirtió que con el decreto se está creando un arbitraje brutal en comercio de diésel dentro del país. “El contrabandista que compre de un lado y venda en el otro queda con un margen de más del 60%, con ese nivel de rentabilidad hacen una batalla muy difícil para las autoridades”.
“Aunque el déficit es de aproximadamente 12%, urge iniciar con los ajustes del precio del diésel en el país para el sector de transporte. Un subsidio que le está costando al país del orden de un billón de pesos por mes”, explicó el experto Vera.
Agregó que esta es una medida que impactaría a actividades comerciales e industriales, que a partir de su expedición pagarían el producto a precio internacional y que impactaría a la pequeña y mediana industria, sector agroindustrial y algunas actividades de los sectores minero y petrolero, dado que la gran minería que consume combustibles ya lo paga a precio internacional.
Según sus cuentas, es una medida que impacta aproximadamente el 12% de la demanda de diésel del país, que está alrededor de los 145.000 barriles por día (un poco más de 6 millones de galones por día), es decir, sobre los 17.400 mil barriles por día en promedio (731.000 galeones por día).
“Lo que puede ser un poco complicado es su control y que muchos de esos clientes dejen de consumir a través de sus distribuidores mayoristas, que son los que hoy los abastecen directamente y se empiecen abastecer de otros agentes como los comercializadores industriales y las mismas estaciones de servicio para evitar el pago de dicho precio internacional y que implicará controles y análisis adicionales de parte de la institucionalidad del país”, advirtió Vera.
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¿Cómo funciona la cadena de combustibles en Colombia?
Hay que tener en cuenta que las refinerías de Cartagena y Barrancabermeja son clave debido a que el petróleo pasa por un tremendo proceso para obtener los combustibles líquidos con requisitos de calidad.
Hace poco, la Asociación Colombiana del Petróleo y Gas (ACP) presentó el informe económico ‘Sector de combustibles líquidos en Colombia: Evolución 2023 y perspectivas 2024–2033’. Entre sus principales conclusiones se encontró con que la distribución de combustibles líquidos generó $8,5 billones de aportes fiscales al país en 2023.
De esta manera, el viaje de los combustibles tiene cuatro momentos:
1. Los combustibles viajan desde las refinerías y puertos de importación a las plantas mayoristas, principalmente a través de poliductos.
2. Una vez llegan a las plantas de los mayoristas, se almacenan y luego viajan en carrotanques a todas las estaciones deservicio del país. El distribuidor mayorista se asegura de que el proceso de abastecimiento sea confiable siempre.
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3. Cuando se hace el despacho a los carrotanques, se hacen las mezclas con biocombustibles en el porcentaje reglamentado en Colombia.
4. Con esos despachos, los minoristas y estaciones de servicio (EDS) reciben el combustible y lo venden al público con base en los precios de referencia de la Comisión de Regulación de Energía y Gas (Creg). Pero, siempre manteniendo los precios conforme a la libertad regulada y vigilada.
Hay que tener en cuenta que las refinadoras verifican la seguridad operacional, calidad y cantidad del combustible. Luego las mayoristas miden la calidad y mezclan con biocombustibles para despachar a las estaciones que, antes de venderle al público, vuelven a medir la calidad.
Y a las estaciones las chequean con medidores especiales para asegurarse de que a usted le venden un galón exacto y la Superintendencia de Industria y Comercio pone sellos a las máquinas que dicen cuándo se hizo la revisión.
*Con información de La República.
