Por: Edison Ferney Henao H.
Cuando quedan dos semanas para conocer quiénes ocuparán los dos despachos más importantes de la Alpujarra, la campaña hace rato dejó de estar apretada, al menos en la Alcaldía de Medellín.
Según las encuestas y los analistas, la Alcaldía pinta más que definida con Federico Gutiérrez a la cabeza, mientras que la Gobernación sí se podría pelear en un voto finish de película entre Luis Pérez —candidato de trayectoria y con maquinaria— y Andrés Julián Rendón —quien ha venido creciendo ante la opinión—.
En esta última no se puede descartar del todo el papel que puedan jugar Luis Fernando Suárez, el señalado por el gobernador Aníbal Gaviria, y Julián Bedoya, que le apuesta como Pérez a la maquinaria. Si bien estos dos últimos puede que no ganen, los votos que logren sí pueden afectar el resultado final.
Esta es la radiografía de varios analistas ante la cascada de encuestas difundidas en los últimos días. Pero es también la proyección de los conocedores de varias campañas que hoy miden el pulso político en las calles de Medellín y en las distintas subregiones del departamento. Algunos candidatos ya lucen caídos de brazos, entregados a la derrota; mientras otros, que tienen estructura pero no votos suficientes para ganar, se resisten a declinar y apuestan por atomizar la elección de este 29 de octubre.
La campaña negra, eso sí, está al orden del día y lo que dicen los candidatos es que por lo menos en Medellín no se había visto algo similar en tiempos recientes. La polarización en la ciudad es cada vez más evidente y los ánimos se calientan cada que personajes como el exalcalde Daniel Quintero aparecen en medio de sus correrías. Recordemos que Quintero renunció para apoyar a Juan Carlos Upegui y la desfavorabilidad, que el exalcalde calificaba como artificio de las encuestadoras, parece estarle pasando factura en la calle.
La campaña sucia que se libra en la ciudad no se detiene. Los mensajes radicales en publicidad abundan, los trapitos al sol de cada campaña se han venido filtrando en redes sociales y lo más preocupante es que, además de Federico Gutiérrez, candidatos a la Alcaldía como Deicy Gutiérrez han alertado por su seguridad.
Entre los hechos de violencia política reciente se cuenta el ataque en Santa Fe de Antioquia a uno de los escoltas del candidato Rendón; a la concejala Leticia Orrego la atacaron en el deprimido de la Oriental en días pasados; una candidata al Concejo de Mutatá fue asesinada a las afueras de la Registraduría del pueblo; y el candidato al Concejo de Medellín Jonier Quiceno denunció un ataque a mano armada que lo hizo salir de la ciudad.
Pero estos son solo los hechos que trascienden en la prensa. Cuentan desde otras campañas a Concejo que en la ciudad volvieron a hacer carrera las fronteras invisibles. Los combos están al mando en algunas comunas y en estas, según denuncias que hemos recibido, no están permitiendo el volanteo ni otros ejercicios de campaña de varias candidaturas a Concejo y Asamblea. Nada más la Misión de Observación Electoral (MOE) dijo que Medellín estaba en riesgo máximo para elecciones.
Una pelea por ser tercero
La violencia discursiva y ahora física ha sido el telón de fondo de la lucha por el poder en la región. Este es hoy el ingrediente infortunado en una campaña que en Medellín, dice el analista Fredy Chaverra, transcurre en completa parsimonia. De buena parte de los 14 candidatos que decidieron mantenerse en el tarjetón se sabe poco y lo cierto, según Chaverra, es que hoy se compite por el segundo y tercer lugar.
Para muchos la reacción de Gutiérrez de no asistir a más debates es una postura poco democrática, pero la movida tiene dos explicaciones. La primera es que el candidato Upegui ha dedicado los debates a insultar y maltratar a Gutiérrez, con ataques directos, como si estos escenarios fueran una extensión más de la guerra sucia. Y por supuesto también hay un cálculo estratégico: un candidato que le lleva casi 50 puntos de ventaja a su inmediato seguidor, como es el caso de Gutiérrez con Upegui, según la más reciente encuesta de Invamer, no se sometería a las agresiones de su contrincante en medios masivos y horario triple A.
Y es que ni con la salida de Quintero a la Calle, ni con la plata pública que parece haber entrado a la campaña de Upegui por cuenta de donaciones de contratistas activos en la Alcaldía de Medellín, el candidato recorta camino. La llegada del Pacto Histórico a la campaña cargó con un tufillo vergonzante por parte de algunos partidos y movimientos que integran esa coalición. Incluso Upegui no se mostró muy convencido de contar con ese apoyo tres días antes del anuncio oficial.
La cabeza de lista del Pacto al Concejo, José Luis Marín —Aquinoticias—, se opuso a la adhesión; y los verdes —movidos por el concejal Jaime Cuartas— tampoco emprendieron completos la desbandada luego de quedarse sin candidato por la bajada repentina del concejal Daniel Duque. “Lo que hizo Duque fue ganar la consulta para evitar que Cuartas se llevara a los verdes para donde Upegui. Pero tampoco es muy claro si los demás terminaron con Juan David Valderrama”, dice Chaverra.
Pero estas movidas patearon poco el tablero. Hay que decir que por los lados de la Alcaldía aún se habla de Albert Corredor como posible tercero y su alianza con el candidato a la Gobernación Julián Bedoya fue sin duda un golpe de opinión, aunque no necesariamente positivo porque esta semana contamos que a los ciudadanos afines a estas campañas el anuncio los cogió como una poco grata sorpresa cuando terminaban la hamburguesa que les dieron como refrigerio en el pabellón amarillo de Plaza Mayor —donde se selló la alianza—.
Corredor por ahora podría ser tercero, aunque su apuesta es ganarle a Upegui, para demostrar que Quintero se equivocó al inclinarse por el primo de su esposa Diana Osorio y no por él. Corredor, que ha sido hasta compañero de tesis de Quintero, que ha gozado en los últimos cuatro años de enormes beneficios de parte del exalcalde, ahora quiere pasar como independiente, dice ser la alternativa entre Gutiérrez y Upegui, y desvirtúa a toda costa las denuncias de presión a contratistas. Algo que se ha probado de manera suficiente.
Y ahí, cerquita de Corredor, más atrás en el pelotón, están Paulina Aguinaga y Rodolfo Correa. Dice el analista Chaverra que estos candidatos insisten en constituirse en tercerías que le compitan a Corredor. Es que la puja hoy está entre los potenciales perdedores, dice otra fuente, porque Gutiérrez se voló hace rato del pelotón. Es decir, en particular Aguinaga y Correa están haciendo campaña para reclamar la victoria entre los peces menos gordos.
Justo esta podría ser la revelación de la campaña por la Alcaldía. Aguinaga y Correa se vienen moviendo en el margen programático y la primera, con evidente perfil técnico y en contra de Gutiérrez y Upegui, ha venido ganando espacio en las encuestas y hoy es bien reseñada en los círculos de opinión. En caso de no terminar como funcionaria, algunas fuentes la proyectan como la sorpresa de la elección. Sin embargo, en un ambiente tan polarizado la votación de los que no están en un lado o en el otro puede ser menos de lo esperado. Y con Correa pasa algo similar: hay que recordar que fue él quien promovió una alianza para hacerles frente a Gutiérrez y Upegui, pero ese movimiento no se concretó.
La evidente escapada de Gutiérrez repercutirá seguramente en la lista de Creemos al Concejo que podría robarle escaños al Centro Democrático y a los conservadores. Estas, en palabras de Chaverra, serán las colectividades más afectadas con el estreno de Creemos en la corporación. Otros que no pasan una buena hora son los verdes que al quedarse sin candidato tratarán de mantener las dos curules que tenían.
A definir por voto finish
Ya en Gobernación la cosa pinta distinta. Podemos empezar por la ya reseñada alianza entre Corredor y Bedoya, quien se ha venido rodeando por candidatos a la Alcaldía de Medellín para tratar de pescar votos en una ciudad que es débil y donde los apoyos de opinión le cuestan por su particular forma de hacer política y por el también reseñado escándalo por supuestas irregularidades en su cartón de abogado. Hay que decir que Bedoya es quien más gana con estas alianzas, no Corredor ni Liliana Rendón —quien también se sumó como su fórmula—, porque son pocos los votos o la estructura que él mueve en Medellín. Lo que hemos conocido es que en esta tríada podría aterrizar Correa en los próximos días, ampliando el margen de impacto de Bedoya, “cuya estructura y maquinaria es muy difícil de medir en las encuestas”, dice Chaverra. Y aunque para muchos Bedoya arrancó ‘cotizándose’ para luego unirse a Pérez, fuentes cercanas al candidato confirman que irá hasta el final.
En la Gobernación es difícil predecir lo que va a ocurrir. Algunos ponen a Bedoya como tercero o cuarto, sin embargo, no es fácil medir el impacto de la maquinaria que ha ido ganando él y el conservador Carlos Andrés Trujillo, que en teoría lo esta apoyando. Lo que pasa es que buena parte de los votos a la Gobernación se ganan en Medellín y los grandes municipios del Valle de Aburrá, en donde también habrá un pulso entre la opinión y la maquinaria.
Adelante están el exgobernador Luis Pérez y Andrés Julián Rendón, la fórmula de Gutiérrez y el Centro Democrático. En encuestas estos últimos marcan con favorabilidad, como también Luis Fernando Suárez. Sin embargo, las encuestas de Gobernación requieren una muestra que pocas de las mediciones que se están haciendo alcanzan. En el caso de Rendón, el proceso por posible detrimento tras la construcción de dos CAI de Policía en Rionegro está siendo bien capoteado por la campaña y la audiencia de posible imputación de cargos por parte de la Fiscalía, que apareció de repente en la recta final de campaña, pasó de ser esta semana a reagendarse para noviembre.
Suárez, la carta del gobernador Aníbal Gaviria, coqueteó en principio con Rendón pero sin éxito. El candidato oficialista lleva ya una larga campaña y no ha tenido golpes de opinión que lo catapulten. La idea inicial era que Rendón y Suárez se unieran para constituir una alianza digna de aventajar a Pérez, pero finalmente no se concretaron los acercamientos. Fuentes sostienen que Rendón se ha resistido a los ofrecimientos de Suárez, pero el exalcalde de Rionegro dice que él está dispuesto, que le ha contestado el teléfono. La cosa es que el centavo para el peso en esta alianza lo estaría embolatando Gutiérrez, quien no quedó en buenos términos con Suárez luego de un agarrón que tuvieron hace un par de años.
Faltan quince días para definir si alguno de los dos da el paso al costado. A esta altura se ve muy difícil porque cada uno de los candidatos siente que quiere terminar lo que ha sido un enorme esfuerzo, pero sin duda el que se unan o no puede ser el hecho que marque la diferencia el próximo 29 de octubre.
La incapacidad de sellar alianzas fue quizá más evidente en Gobernación porque en este pulso hay peces gordos con trayectoria que podrían haber desequilibrado las apuestas y no estar hoy ante un panorama por voto finish. “La disputa es entre Pérez y Rendón, porque Suárez intenta, Bedoya intenta, Gómez intenta, pero no pasa nada. Es la primera vez que cinco candidatos tienen más de 100.000 votos”, dice una fuente.
Y justo esa es la cuenta: además de Pérez —que goza de apoyos de bases de distintas colectividades en las regiones— y Rendón —que sin duda recibió un impulso con la adhesión de Gutiérrez y que también capitaliza votos de opinión a través del Centro Democrático—, Suárez, Bedoya, Tobón y Juan Diego Gómez podrían superar fácilmente los 100.000 votos. Esto hará que el nuevo gobernador no se sobreponga a sus contrincantes por mucha diferencia.
“Las alianzas se vinagraron. Vamos con candidatos hasta el final, no con votaciones muy altas porque se van a atomizar. Lo que me sorprende es que los sectores de derecha no hayan logrado encontrar la fórmula para unirse”, sostiene Chaverra, que además le imprime un adjetivo a su análisis: “Incertidumbre, por ahora solo veo incertidumbre”.
Y si por el lado de la Gobernación la cosa está enredada, pocas novedades se han registrado en el camino por la Asamblea. Allí no aparecerían mayores turbulencias para las fuerzas políticas liberales, conservadoras y del Centro Democrático; mientras que los verdes podrían pescar una curul extra y Creemos hacer un aterrizaje tímido.
Lo cierto es que en estas semanas terminará de concretarse este pulso regional que, entre otras cosas, tiene a la campaña de Esteban Restrepo —carta de Quintero a la Gobernación que no lograría mayores resultados— en un corre corre que podría salir caro. Dijimos que Upegui no despega ni con el apoyo de donantes que son o han sido contratistas de la Alcaldía de Medellín, pues resulta que a la campaña de Restrepo también han llegado dineros por esta vía y justo esta semana, luego de que publicamos este modus operandi que incluso tiene sanción penal, la campaña del candidato se movió con extraña rapidez a cambiar los reportes de donantes en Cuentas Claras.
Así las cosas, el picante se seguirá moviendo en Gobernación, donde la contienda aún está apretada, mientras que todo parece indicar que Gutiérrez tendrá por segunda vez uno de los dos puestos más cotizados en la Alpujarra.