En un decisivo fallo, un juez estadounidense autorizó la implementación de nitrógeno para la pena de muerte de un reo el pasado 10 de enero, procedimiento que se llevaría a cabo por primera vez en ese país. Este caso causó revuelo en entidades como la ONU al considerar este método como “inhumano y experimental”.
El juez encargado, R. Austin Huffaker, desestimó la solicitud del recluso condenado a muerte, Kenneth Eugene Smith, de 58 años, para suspender su ejecución programada para el 25 de enero en Alabama. A pesar de sus objeciones, el juez Huffaker dio luz verde para que el estado proceda con la ejecución. La defensa del recluso anunció su intención de apelar la decisión del juez.
Cabe recordar que la hipoxia por nitrógeno ya había sido aprobada en Alabama en 2018, sin embargo, desde entonces, no se ha aplicado en ningún preso.
Ante esta situación, cuatro relatores de la ONU expresaron su preocupación ante una inminente ejecución por inhalación de nitrógeno del condenado a muerte, advirtiendo que este método, que sería una primicia mundial, podría causar “graves sufrimientos”.
En este tipo de ejecución, la muerte se produce por hipoxia o falta de oxígeno. Según el comunicado de la ONU, este procedimiento consistiría en “privar al cuerpo de oxígeno mediante la respiración de nitrógeno puro”.
Estos expertos independientes de Naciones Unidas se mostraron preocupados por el “grave sufrimiento que podría causar la ejecución por inhalación de nitrógeno” y afirmaron en un comunicado que “no hay pruebas científicas” que demuestren lo contrario.
El comunicado está firmado por los relatores especiales sobre ejecuciones extrajudiciales, sumarias o arbitrarias, Morris Tidball-Binz, Alice Jill Edwards, Margaret Satterthwaite y Tlaleng Mofokeng.
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“Será el primer ensayo de ejecución por hipoxia con nitrógeno”, afirman los relatores, que recibieron su mandato del Consejo de Derechos Humanos de Naciones Unidas, pero no hablan en nombre de la organización.
“Tememos que la hipoxia por nitrógeno conduzca a una muerte dolorosa y humillante”, subrayaron.
En su opinión, “las ejecuciones experimentales por asfixia gaseosa, como la hipoxia por nitrógeno, violarían probablemente la prohibición de la tortura y otras penas crueles, inhumanas o degradantes”.
Por eso, llamaron a las autoridades federales y del estado de Alabama a suspender la ejecución de Smith y de cualquier otra programada por este método, a la espera de que se revise el protocolo.
La ejecución de Smith por inyección letal en noviembre de 2022 por un asesinato cometido por encargo en 1988 se canceló en el último minuto, ya que los goteros intravenosos utilizados para inyectar la solución letal no pudieron aplicársele en el tiempo legalmente previsto.
Su condena a muerte causó polémica.
En 1988, un marido infiel y endeudado le contrató junto a otro sicario para matar a su mujer durante un falso robo. A pesar del suicidio del marido, la policía siguió la pista de los dos asesinos. Smith fue condenado inicialmente a muerte, pero el juicio fue anulado en apelación.
En un segundo juicio, en 1996, volvió a ser declarado culpable de asesinato, pero los miembros del jurado se mostraron divididos sobre la sentencia: 11 de los 12 recomendaron cadena perpetua.
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El juez los desestimó e impuso la pena de muerte, legal en aquel momento pero prohibida ahora en todo Estados Unidos.
Sobre esta base, sus abogados solicitaron al Tribunal Supremo de Estados Unidos la suspensión de la ejecución, pero el alto tribunal rechazó su recurso.
Con información de AFP*