—¿Qué será lo último que hará esta noche, gobernador?
—Darle gracias a Dios —responde Andrés Julián Rendón.
Fiel a su estilo, preciso en palabras y de semblante sereno, Rendón asumió ayer su victoria como gobernador. De tenis casuales, jean azul, camisa blanca y buzo verde tipo polo, además de su infaltable reloj, el exalcalde de Rionegro celebró desde el piso 8 del Hotel San Fernando, en El Poblado, una victoria que le había sido esquiva al Centro Democrático en Antioquia desde su creación.
Dice el manido refrán que nadie es profeta en su propia tierra, pero Rendón le dio la vuelta con creces a esa máxima y con opinión derrotó una maquinaria que, contrario a las proyecciones, no quedó del todo aceitada o que simplemente no alcanzó.
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El candidato del uribismo se hizo al mayor cargo de Antioquia con 944.222 votos (con el 99,8% de las mesas escrutadas), superando los 925.000 apoyos que ubicaban a Sergio Fajardo como el más votado para ese cargo en la historia reciente de la región.
Lo de Rendón fue un golpe a la maquinaria porque aunque el triunfo fue una fórmula entre opinión y estructura política, dice orgulloso Eugenio Prieto —su jefe de debate— previo a la celebración en el San Fernando, sin los votos recogidos en Medellín y el área metropolitana no habría sido posible su elección.
El ahora gobernador no ganó en la mayoría de municipios del departamento. Fue Pérez quien se impuso, particularmente en Urabá y Bajo Cauca, bastiones que estaban entre las cuentas de la campaña de Rendón. “Allá éramos débiles, entonces la apuesta era por equilibrar la cancha”, dice Luis Fernando Begué, el gerente financiero de la campaña, mientras espera, sentado en una de las salas del San Fernando, la llegada de Rendón.
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Pérez también ganó en varios municipios del Norte y el Magdalena Medio, zonas en las que cobra particular relevancia el voto por estructura y maquinaria, y hay que recordar que justo fue esa la promesa que hicieron Julián Bedoya y el senador conservador Carlos Andrés Trujillo cuando se sumaron a este proyecto, faltando menos de una semana para la elección.
Aunque ayer el círculo de Rendón se mostró optimista, “porque las mediciones internas —cosa en la que confiaban mucho Rendón por su formación como economista— nos tenían tranquilos”, fue justo la encuesta de Atlas Intel, publicada el viernes por La Silla Vacía, la que le entregó el sosiego para afrontar los comicios a la campaña de Rendón.
“Es una medición muy seria y le atinó a varios resultados en la región. Cuando salió, dijimos: no, estamos del otro lado, ya ganó”, cuenta una fuente del círculo programático del nuevo gobernador. La afirmación evidencia que, aunque tranquilo, el equipo del exalcalde de Rionegro allanaba con cautela la victoria durante la última semana de una puja minada por alianzas fallidas y una baraja que comenzó en 11 candidatos.
Si bien fuentes cercanas a Rendón cuentan en el hotel que no hubo perturbación por la bajada de Julián Bedoya para apoyar a Pérez, y que además ya tenían en el radar la renuncia de Juan Diego Gómez para sumarse al oficialista Luis Fernando Suárez, las posibilidades de derrota se ven mucho más distantes justo cuando se amasa con certeza el triunfo.
Uno que aunque evidente, porque Rendón le sacó 346.715 votos de diferencia a Pérez en todo Antioquia, demostró que hubo puntos ciegos que la campaña del Centro Democrático no penetró: caso de Apartadó, donde el exgobernador barrió con más del 50% de los votos, mientras que Rendón solo se acercó al 10%. El gobernador electo también perdió con Esteban Restrepo —la carta del exalcalde Daniel Quintero— en dos municipios: Segovia y Remedios, plazas que Pérez también perdió.
“Pasa que sobrevaloramos la maquinaria y esto fue una combinación de estructura y opinión. Muy importante lo que ocurrió en Medellín y el área metropolitana, zonas en las que fue clave el apoyo de Federico Gutiérrez, pero hubo un trabajo juicioso de organización. Es que la estructura base del Centro Democrático, además del apoyo de parte de los liberales, la U y otros partidos, también contó”, dice Prieto, insistiendo que justo fue esta la ecuación para llegar por primera vez al partido del expresidente Álvaro Uribe a la Gobernación.
Rendón selló su victoria en Medellín porque se sobrepuso ante Pérez con 424.561 votos, mientras que el exgobernador solo obtuvo 135.999 apoyos. La diferencia de 288.562 sufragios en la capital logró neutralizar el voto por maquinaria y militancia que vino de las regiones que la campaña uribista ya daba por perdidas. “La proyección de muchos era que en esas regiones ellos ganaban por una medida de 3-1 y no lo fue; fue más un 3-2. Neutralizamos y sacamos ventaja en el centro de la región”, relata Begué.
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Además de Medellín, Rendón ganó en Bello, La Estrella, Itagüí y Sabaneta. En el Norte, se sobrepuso en Yarumal, Santa Rosa y San Andrés de Cuerquia. En el Suroeste, fortín del senador Juan Felipe Lemus, quien aterrizó desde temprano en esta campaña, el candidato del Centro Democrático se quedó con Andes, Jardín, Ciudad Bolívar y Salgar. Y en el Oriente, la tierra del exalcalde, se aseguró el triunfo en Rionegro, su casa, además de Sonsón, Marinilla, Guarne, el Carmen de Viboral y San Luis.
Estos cálculos ya estaban entre las cuentas del equipo de Rendón, que se acuarteló sobre las 4:00 de la tarde de ayer en el Hotel Interplaza. Y aunque las versiones fueron y vinieron entre su círculo cercano, al parecer allí fue donde Rendón supo que se había convertido en gobernador de Antioquia. “Un estadístico lo llamó, apenas iba el conteo como en 12%, y le dijo que ya, que él era el gobernador. Andrés Julián se puso a llorar”, expresó una fuente. Luego, no se tiene claro a qué hora, el gobernador electo decidió subir a Rionegro, municipio que visitó tres veces durante la jornada electoral.
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Allí fue a misa muy temprano, “porque es muy creyente y entregado a Dios”, luego bajó a Medellín para acompañar a votar a ‘Fico’, su fórmula, y luego regresó a Rionegro para votar desde el colegio Santiago de Arma. “Porque Andrés Julián seguirá viviendo en Rionegro, muy a pesar de que su oficina estará en la Alpujarra. Lo ha dicho desde el primer día y esta semana nos lo repitió. Que viajará todos los días, porque la vida de su esposa Susana Ochoa y de sus tres hijos, Emiliana —que votó ayer por primera vez—, Abigail y Salvador, está en Rionegro. ¡Eso está muy cerquita gracias al túnel!”, es lo que dice sobre el trayecto que recorrerá a diario el gobernador electo.
Mientras que la fiesta cuajaba en el San Fernando, hasta donde se trasladó el evento de clausura de la campaña porque la lluvia de ayer obligó a desertar de un planchón cercano a la Alpujarra, vinieron las reacciones de quienes se quedaron en el camino durante la elección. Suárez, la carta del gobernador Aníbal Gaviria, que se ubicó tercero con 355.609 votos, dijo haber llamado a Rendón para felicitarlo. “Espero que su gobierno enfrente los enormes retos de nuestra amada Antioquia en seguridad, pobreza, educación, cultura y desarrollo sostenible”, expresó. Pérez, segundo y evidente perdedor de la jornada, guardó silencio.
Solo se le vio muy temprano votando en el colegio Lucrecio Jaramillo, en el sector de Laureles-Estadio, donde para muchos se proyectó el resultado de la elección: allí Pérez fue recibido con abucheos por parte de los ciudadanos y se le recriminó por su cercanía con el petrismo. Hay que decir que justo ese ítem, aprovechado en la última semana de la campaña, fue uno de los factores que para los conocedores terminó de zanjar su aplastante victoria en la zona metropolitana. “La gente se dio cuenta que era cercano a Petro y a Quintero”, dijo una fuente de su círculo. Y otra, también de la entraña del Centro Democrático, afirmó: “Hay abrazos que matan”.
Con esta expresión bautizaron lo que para muchos fue el efecto Bedoya en la campaña de Pérez. Para los operadores de la campaña de Rendón ese movimiento, que en principio fue concebido como un golpe de opinión, operó en sentido contrario: “La gente comprendió que era una alianza inconveniente, e igual pasó con la bajada a última hora de Gómez. Eso mostró que nosotros éramos quienes llegábamos con menos cálculos apresurados a la elección”, afirma Prieto minutos antes de la llegada de Rendón al San Fernando.
En contexto: Fico selló su victoria con aplastante votación
Primero habló ‘Fico’ desde su sede en el Dann Carlton y sobre las 8:40 de la noche arribó Rendón. En principio se dijo que el retraso se debía a que estaba en Rionegro recibiendo los resultados con su familia, luego se habló de una estocada última a su discurso como ganador. “Pero no, el discurso de ganador lo escribió temprano. La encuesta de Atlas Intel lo recargó y él asumió con buen ánimo la elección”, dice una fuente del llavero del gobernador electo.
Mientras Rendón hacía su ingreso al piso 8 del San Fernando, la soledad arreciaba en el auditorio del centro comercial San Diego. Allí Pérez esperaba recibir resultados e incluso hasta el lugar llegaron más de 200 personas previo a que estuviera zanjada la elección. Pero ante la evidente derrota el espacio se desocupó en cuestión de minutos y el silencio fue el protagonista tanto entre los cercanos como en las redes sociales del exgobernador.
“Gobernador, gobernador, Andrés Julián gobernador. Gobernador, gobernador, Andrés Julián gobernador”. Así, con banderas y pancartas, envueltos en júbilo, los simpatizantes e integrantes de esta campaña recibieron a Rendón. El representante liberal Luis Carlos Ochoa, además de Prieto —quien hizo de telonero—, fue el encargado de conducir hasta la tarima al hoy gobernador. Allí Rendón se rodeó de su esposa e hijos, y muy cerca, a su derecha, estuvo el líder opositor Fabio Valencia Cossio. Rostros visibles como el senador Esteban Quintero y el reelecto concejal Sebastián López también hicieron presencia en la celebración.
El discurso de Rendón no fue extenso. Habló de la dicha de recuperar a Medellín y de trabajar de la mano de ‘Fico’ por Antioquia. Dijo estar desde ya al servicio de los antioqueños e insistió en la dignidad que debe reclamar el departamento ante la Nación. Agradeció, como era de esperarse, a todo el equipo del Centro Democrático y a su mentor en las filas del partido, el expresidente Uribe.
—Estoy realmente emocionado y conmovido. He llegado hasta aquí por la confianza de todos y cada uno de mis paisanos. Voy a dejar hasta el último centímetro de mi piel porque la vida de los habitantes de este bello departamento se pueda transformar —expresó.
Luego posó para las fotografías, repartió abrazos y en repetidas ocasiones agradeció.
—Solo una pregunta.
—Sí, dígame...
Ya dijimos cuál sería el último acto de ayer del nuevo gobernador. Las historias venideras dependerán de su talante y visión.
