La Alcaldía de Medellín anunció que está haciendo seguimiento a diez edificaciones con problemas estructurales, cinco de las cuales ya han sido evacuadas: Asensi, Kampala, Mantua, Continental y San Miguel del Rosario. De esta última, se espera que las labores de reforzamiento, que adelanta un privado, finalicen el próximo año.
El grupo de riesgo sísmico y daño estructural del Departamento Administrativo de Gestión del Riesgo de Desastres es el encargado de hacer seguimiento sobre los inmuebles en riesgo en la ciudad.
“Presentan diferentes condiciones y características, pero, en esencia, son deficiencias estructurales que nos han llevado a recomendar la evacuación de cinco de ellos y que hoy se mantienen en esta condición. Nuestro propósito siempre será salvar vidas”, dijo el subdirector de Manejo de Desastres del Dagrd, Carlos Muñoz.
La administración distrital precisó que de manera periódica, el equipo del Dagrd realiza visitas con ingenieros civiles especialistas en estructuras, quienes evalúan el estado de las construcciones y definen medidas correctivas en caso de ser necesarias.
“Este trabajo de la administración distrital, por intermedio del Dagrd, fue lo que permitió identificar los cambios en la condición de riesgo del edificio Continental Towers y tomar medidas inmediatas. De allí, la declaratoria de calamidad pública con la que se está atendiendo la situación”, agregó el subdirector.
Los otros cinco edificios están habitados, luego de recibir concepto favorable con estudios que así lo determinaron: Atalaya de la Mota, Arboleda del Rodeo, Cerezos de Calasanía, Tricentenario y Altamira.
Sobre Continental Towers, según quedó registrado en un informe técnico de once páginas realizado por expertos del Dagrd el pasado 9 de septiembre, hay señales que indican de manera inequívoca que el edificio está torcido y está en inminente riesgo de colapso. Por este hecho 137 familias debieron desalojar el edificio de manera inmediata, agravando el vergonzoso historial de familias víctimas de proyectos inmobiliarios deficientes que le dieron a Medellín el apelativo de “la ciudad de los edificios enfermos”.