La descolgada que tuvo el precio del dólar en Colombia en junio conllevó a que la moneda colombiana terminara el sexto mes del año como la más revaluada del vecindario latino.
El peso colombiano subió 5,4% frente a la divisa estadounidense durante los días hábiles de negociación el pasado mes, periodo en el que el dólar culminó a $4.191 y en el que llegó a tocar una cotización mínima de $4.085, un piso que no se veía desde hacía 12 meses en el mercado oficial.
Hubo fuerzas externas y locales que movieron el valor del billete verde. Sin embargo, este rebote fue atribuido principalmente al entorno político, pues según analistas financieros de diversas firmas, los inversores que tienen exposición al peso colombiano estaban observando menores posibilidades para que las reformas del gobierno (laboral, pensional y a la salud) pasen en el Congreso.
Más allá del debate que puedan generar las causas de la caída y el fortalecimiento del peso colombiano, hay que mencionar que en lo corrido del año, hasta el 30 de junio, la moneda emitida por el Banco de la República de Colombia se apreció 12,8%.
Comportamiento de las otras monedas
En la canasta de monedas latinoamericanas (incluido el real), solamente el peso mexicano tuvo un comportamiento similar al colombiano, pues en junio rebotó 2,4% y en lo corrido del año hasta terminar el sexto mes se apreció 12,08%.
En tercer lugar podría ubicarse al real brasileño, con una revaluación mensual de 4,5% y una anual de 10,8%. Luego, vienen el peso uruguayo (+3,3%) y (5,5%); el peso chileno (+0,3%) y (+5,5%); y el sol peruano (+1,6%) y (+5,0%).
El guaraní paraguayo cerró junio con una caída de 0,35%, pero en lo corrido del año acumula una revaluación de 0,15%.
Más abajo vienen las monedas cuyos países atraviesan coyunturas o aplican políticas macroeconómicas diferenciadas. Este último caso es el de Bolivia, dado que su moneda permanece intacta en los periodos comparables, pero hay que mencionar que el banco central de esta nación destina sus reservas internacionales a suplir la demanda interna de dólares con el ánimo de mantener quieto el precio.
Eso le ha generado problemas, dado que el país gastó los ahorros que acumuló con la bonanza las exportaciones de gas y, actualmente, se calcula que sus reservas soberanas en dólares cayeron de US$15.122 millones a US$3.500 millones en 2023.
Las otras dos monedas de la región separadas del lote normal, son el peso argentino y el bolivar venezolano. La primera acumula una depreciación de 44,1% en lo que va de 2023, y la segunda ha caído 59,5%.