El empresario, multimillonario y mano derecha de Donald Trump, Elon Musk, y el secretario del Tesoro de Estados Unidos, Scott Bessent, protagonizaron una encendida confrontación dentro de la Casa Blanca que, según el medio Axios, fue tan intensa que hasta el propio presidente Trump y varios altos funcionarios pudieron escucharla.
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El altercado, ocurrido la semana pasada y centrado en desacuerdos sobre el Servicio de Impuestos Internos (IRS, por sus siglas en inglés), comenzó dentro del Despacho Oval y se extendió hacia el pasillo del ala Oeste, según relataron al portal cinco fuentes familiarizadas con el incidente, incluyendo dos testigos presenciales.
El episodio dejó en evidencia el grado de fricción que ha generado el estilo directo de Musk desde que asumió el liderazgo del Departamento de Eficiencia Gubernamental de EE. UU. (DOGE), pasando por encima de las agencias tradicionales.
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“No fueron físicos en el Oval, pero el presidente lo vio, y luego lo llevaron por el pasillo, y fue entonces cuando lo volvieron a hacer”, relató uno de los testigos. Un segundo añadió: “Toda una escena. Fue ruidoso. Y quiero decir ruidoso”.
Un funcionario de la administración, al tanto del conflicto, resumió así el núcleo del problema:
“No se trataba de una lucha sobre lo que estaba bien o lo que estaba mal. Se trataba de control”, explicó.
La disputa escaló tanto que un asistente tuvo que intervenir físicamente para separar a los involucrados. Todo sucedió al alcance del oído de la primera ministra italiana, Giorgia Meloni, quien se encontraba de visita oficial ese día.
Dos fuentes que presenciaron la discusión aseguraron que en un momento, Bessent exclamó: “A la mierda”, a lo que Musk respondió: “Dilo más fuerte”.
Karoline Leavitt, vocera de la Casa Blanca, intentó restarle importancia al enfrentamiento en declaraciones al Times, destacando la intensidad del equipo de Trump:
“No es ningún secreto que el presidente Trump ha reunido un equipo de personas increíblemente apasionadas por los problemas que afectan a nuestro país”. “Los desacuerdos son parte normal de cualquier proceso político sano”, añadió. “Y, en última instancia, todos saben que sirven a las órdenes del presidente Trump”.
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La relación entre Musk y Bessent ha sido tensa desde el inicio de la actual administración. Durante la transición presidencial, Musk insistió para que Howard Lutnick fuera designado secretario del Tesoro. Trump, sin embargo, optó por Bessent, dejando a Lutnick al frente del Departamento de Comercio.
Desde entonces, ambos han tenido diferencias, especialmente en temas de contratación dentro del Tesoro. El más reciente choque se originó el 16 de abril, cuando Trump nombró a Gary Shapley, el candidato de Musk, como comisionado interino del IRS, frustrando los planes de Bessent, quien había propuesto al subsecretario Michael Faulkender para ese puesto.
Bessent presionó sin éxito a Trump para revertir la decisión, lo que incrementó su malestar con Musk, a quien acusó de actuar a sus espaldas.
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El punto de ebullición llegó el jueves pasado, cuando en una reunión en la Casa Blanca, Bessent confrontó directamente a Musk. Según una fuente, fue entonces cuando “las bombas F comenzaron a volar”.
Durante la discusión, Bessent atacó la falta de resultados de Musk en materia de recortes presupuestarios desde el DOGE. Musk contraatacó con dureza, llamándolo “agente de Soros” y criticando su gestión previa en “un fondo de cobertura fallido”.
Ni Musk ni Bessent han querido pronunciarse públicamente sobre el altercado.
