La jueza 44 de conocimiento acogió el pedido de la defensa de aplazar el inicio de las audiencias preparatorias del juicio al expresidente Álvaro Uribe, quien se defiende por presuntamente haber incurrido en los delitos de soborno, fraude procesal y soborno en actuación penal.
El abogado Jaime Granados pidió aplazar las diligencias con el argumento de que la Fiscalía y los abogados de las víctimas no hicieron el descubrimiento total del material probatorio. Entre estos, al parecer, se dejaron de entregar a la defensa el computador y el celular que le habían sido incautados al señor Juan Guillermo Monsalve, considerado el testigo estrella contra el exmandatario.
“Lo que entregó la Fiscalía, su Señoría, corresponde a material inédito, es decir, no conocido por la defensa en estos seis años que lleva este proceso. Oh sorpresa, el nivel de información desconocida para la defensa”, sostuvo Granados.
Según el abogado, el desconocimiento de esa información, contenida en los equipos tecnológicos de Monsalve, es una violación al debido derecho a la defensa.
“Usted entenderá, Señoría, que para esta defensa es de singularísima importancia el conocimiento de esa declaración por la relación que tiene el testigo Juan Guillermo Monsalve con su hermano (...) es obvio que es una información relevante y que no le es conocida”, añadió el defensor.
A su vez, la delegada de la Fiscalía reconoció que no se hizo, en los tiempos acordados, la entrega del material que, según aclaró está en el almacén del material probatorio que previamente había trasladado la Corte Suprema.
La jueza que se ha caracterizado por mantener una postura templada y estricta en todo el proceso, reconoció la importancia de que la defensa conozca la información por lo que acogió la petición.
Así las cosas, la audiencia será retomada el próximo 2 de octubre y se extenderá durante los días 3, 4, 7, 8, 9, 10, 16 y 17 del mismo mes.
La jueza, sin embargo, dejó claro que no va a permitir que haya dilación en este proceso, teniendo en cuenta que pronto va a prescribir.
“No me asiste un interés diferente que cumplir con mis funciones. Estamos a una próxima prescripción de las acciones penales. Es mi interés realizar este proceso de manera rápida, sin violar derechos fundamentales”, dijo la jueza 44.
La investigación
El proceso comenzó en 2018, con una investigación que la Corte Suprema adelantaba contra el senador Iván Cepeda luego de un debate de control político convocado por el político de izquierda.
Cepeda reveló testimonios de ex paramilitares que señalaban a Uribe por supuestos nexos con esos grupos armados ultraderechistas, principalmente en Antioquia.
En medio de esta investigación, los testigos comenzaron a retractarse, pero uno de ellos, Juan Guillermo Monsalve, manifestó por escrito que recibía presiones.
La Corte en sus pesquisas descubrió que ese era un patrón que se presentaba en varias declaraciones, así que archivó su indagación contra Cepeda e inició una contra Uribe.
Posteriormente, la Sala de Instrucción de la Corte Suprema llamó a Uribe a indagatoria en 2019 ante el magistrado César Reyes y en agosto de 2020 ordenó detener al exsenador de manera preventiva en su residencia. El paso siguiente era acusarlo, pero antes de que eso ocurriera Uribe renunció al Congreso, así que su expediente pasó a la Fiscalía.
Las víctimas acreditadas
El primero en ser acreditado como víctima fue el senador Iván Cepeda, uno de los principales actores en este proceso penal. Un desencuentro con el expresidente en el año 2004 dio origen al actual lío judicial.
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La juez advirtió que sin comprometer la presunción de inocencia del expresidente, existen indicios del daño causado al senador Iván Cepeda, con el plan para relacionarlo con conductas ilegales.
Las otras víctimas acreditadas son el exfiscal Eduardo Montealegre, el exvicefiscal Jorge Perdomo, y Deyanira Gómez, la exesposa de Juan Guillermo Monsalve; el considerado testigo estrella contra el expresidente.
En el caso de Deyanira Gómez, la juez explicó que hay mérito para considerar que sufrió y padeció acoso por parte del expresidente y sus abogados, lo que la llevó a exiliarse en Canadá con sus hijos