En la Basílica de Nuestra Señora del Rosario, del municipio de Sandoná, al occidente de Nariño, se cumplieron las honras fúnebres en honor a Gustavo Guillermo Moncayo Rincón, conocido como el “Caminante por la Paz”.
La tarde gris acompañó el féretro, que fue cargado por allegados, amigos y población de la localidad, como es la costumbre en los lugares donde se sienten muy adentro la partida de un ser querido.
El cuerpo estuvo en cámara ardiente el miércoles en las instalaciones del Sindicato del Magisterio de Nariño, Simana en Pasto, luego fue trasladado a Sandoná, donde se acondicionó el teatro del Instituto Santo Tomas de Aquino, allí llegaron cientos de personas a despedir al profesor Moncayo.
El viernes, luego de las 2:30 de la tarde, inició el recorrido a pie, por las calles donde tantas veces recorrió el profesor Moncayo.
María Estela Cabrera de Moncayo, esposa del docente, y sus hijos encabezados por Pablo Emilio, Nhora Elena, Karol Dayana, Yuri Tatiana y Laura Valentina estuvieron unidos cerca de su padre a lo largo de la ceremonia, presidida por el sacerdote Roberto Hoyos y Félix Usama.
Recordaron que siempre serán una familia, como en los peores momentos vividos durante 12 años que duró el secuestro por parte de las Farc de Pablo Emilio (perpetrado en 1997), quien prestaba servicio militar en la base de comunicaciones de Patascoy, Nariño, lo que dio origen a una de las campañas para conseguir su liberación, más simbólicas, duraderas y representativas, que se haya iniciado en el país, y el mundo; fue justamente en Sandoná donde Gustavo inicio su recorrido a pie hasta Bogotá, pasando por innumerables dificultades, como lo dijo una de sus hijas en unas sentidas palabras.
“Gracias papito por querernos tanto, hasta el último momento nos hiciste sentir que estabas bien, el dolor lo llevabas por dentro, pero siempre tenías esa sonrisa para que nosotros no suframos, fuiste un incasable luchador, un soñador, que quiso lo mejor para toda una sociedad”, es uno de los apartes leídos por una de sus hijas.
El profesor Moncayo, de 69 años, murió en la madrugada del pasado martes 15 de noviembre después de batallar contra un cáncer terminal en su hígado. Su estado de salud se conoció en octubre, cuando decidió regresar desde Canadá a Colombia para realizarse su tratamiento médico en Pasto.
Falleció a la espera de una reparación económica por parte de los exFarc, secuestradores de su hijo en 1997, para pagar su tratamiento y facilitar un eventual transplante.