Tulio Zuloaga pasó de ser un prospecto en la música y de competir en su momento de tú a tú con el mismo Carlos Vives, a ser la persona más influyente del mundo gastronómico en Colombia.
A través de su plataforma Tulio Recomienda y de los “Master” no solo es una personalidad del mundo del entretenimiento, sino que es un jalonador de la economía, en especial en el sector de los restaurantes.
Su sola visita o mención es suficiente para que un lugar se llene buscando sus recomendaciones. En muchos restaurantes, su foto está al lado del tradicional altar a la virgen o al lado de los diplomas o certificados de calidad.
Tulio habló con EL COLOMBIANO sobre el reciente Burger Master y la transformación de su vida.
¿Cómo pasó un cantante de tropipop y empresario automotor a ser influenciador gastronómico?
“Toda la vida he tenido que ver con la comida, mis papás cuentan historias: desde que yo tenía cinco años me tenían que poner un banquito en la cocina, porque quería hacer la sopa, incluso de pelado cuando no tenía plata la conseguía cocinándole a las personas, haciendo sancochos, pero nunca lo vi como una acción profesional.
Tomaba cursos de cocina, pero creo que el punto de inflexión es después de que me quiebro con el tema de los carros, tras una crisis del sector del automóvil, entonces decido volver a la televisión, estamos hablando de 2003 o 2004”.
Fue con el programa Gastrosophia de Teleantioquia..
“Estaban de moda todos estos programas de gastronomía y la productora Quanta me ofreció presentar El hombre de la casa, pero yo les ofrecí la opción de un programa de cocina y estuvimos dos años al aire, un espacio que se vio en Estados Unidos y en muchas partes del mundo, así que digamos que eso fue lo que me definió como ‘recomendador’ gastronómico”.
¿Es ahí cuando aparece el boom de las redes sociales y nace Tulio Recomienda?
“Me demoré un poquito porque hice otro par de proyectos en TV, en RCN y en Citytv, y dos años después aparece Tulio Recomienda en redes, primero muy enfocado al mundo del vino, porque estaba superencarretado con ese tema, pero la gente me seguía preguntando por restaurantes, entonces comencé a mandar recomendaciones por códigos de Blackberry y se armaban grupos, eso más o menos hace 16 años.
Durante ese tiempo estudié gastronomía en la Escuela Mariano Moreno, me hice especialista en gastronomía colombiana del Sena, tomé cursos de parrilla en Estados Unidos y hace poquito estuve estudiando en Argentina y viajé a Japón para encontrarme con un maestro del sushi”.
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¿Su interés es ser cocinero...?
“No estoy tanto para cocinar, sino que estudio para poder hablar con bases, con conocimientos reales, por eso siempre le digo a la gente que soy un aprendiz, soy un pupilo de grandes maestros”.
¿Cómo nacen los master, primero el burger y luego el pizza y el sushi?
“Eso fue en 2016, un año antes me encarreté mucho con el mundo de las hamburguesas artesanales y me di cuenta que había mucho que aprender, me comencé a reunir con grandes hamburgueseros y terminé haciendo un manual que se llama Las 15 reglas de la hamburguesa perfecta.
En mis viaje vi que por el mundo se hacían muchos concursos de hamburguesas, pero en un solo sitio, como una feria”.
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¿Qué fue lo más complejo de esos inicios?
“Que la gente no entendía bien el concepto de artesanal, que implica que necesariamente la carne y el pan sean hechos en el lugar, que no sean industriales. Lo otro es que la gente no tenía incorporado que la hamburguesa podía ser un almuerzo y no una comida exclusiva del fin de semana.
La idea era promover esos pequeños hamburgueseros que se abrían paso en medio de las grandes marcas. No teníamos plata para alquilar un sitio para la feria, entonces lo que hicimos fue que la gente fuera hasta los locales, algo muy loco”.
¿Cuántas hamburgueserías inicialmente le copiaron la idea?
“Eran 30 y la meta era vender 11.000 hamburguesas, entre todos, en 11 días, y eso era una utopía. Arrancamos en Medellín y el Burger Master se hace famoso, porque increíblemente las 11.000 hamburguesas se vendieron el primer día antes de las cinco de la tarde.
La ciudad colapsó, gastronómicamente hablando, no había lechugas, tomates, no había carnes para hamburguesas y a muchos les tocó mandar a pedir los ingredientes de otras ciudades.
Al siguiente año el Burger Master ya estaba en la mayoría de las ciudades de Colombia”.
¿Qué experimenta cuando ve esas filas en los restaurantes participantes de los master?
“Es inexplicable. Lo que puedo decir es que ha hecho un buen trabajo en medio de las críticas y de las desconfianzas de muchas personas. Siempre he dicho que el Burger Master no es para vender hamburguesas, es un evento para ayudar a los negocios a crecer y para que la gente pueda adicionalmente elegir las mejores hamburguesas. Nos importa mucho lo que pasa en el posburger, que los sitios sigan con buenos niveles de ventas.
En 2016 no habían más de 200 hamburgueserías artesanales en Colombia, hoy hay 6.000”.
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¿Es difícil participar en el Burger Master?
“La verdad, sí, tuvimos que poner una serie de revisores, 105 en total, para filtrar los restaurantes, porque son solamente 400 cupos y se presentan 6.000.
Los primeros que escogen son las personas con sus calificaciones. Este año empezamos desde el 10 de enero a evaluar. La mayoría de las que no pasan es porque no tienen un pan y una carne artesanal, hechos por ellos mismos.
Los revisores son gente del común, que sabemos que les gusta la cocina, no son foodies (amantes de la comida). Yo no participo en el proceso, el ejemplo más claro es mi hijo Nicolás, en 2019 estaba con una hamburguesería y no quedó. No intervengo porque si lo hago le quito la libertad a las personas para elegir sus mejores hamburguesas.
Cada año, el 35 % de los participantes son nuevos”.
¿Qué otros master raros le han propuesto?
“Me bombardean todo el tiempo, hasta un motel master me propusieron, han salido ideas como el carretera master , el hotel master o el changua master.
Este puede ser uno de los eventos más copiados de Latinoamérica, porque ya lo hay en todas partes, pero lo llaman fest, muchos los hacen en simultánea al master y todos nos va bien”.
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¿De todas esas ideas locas cuál le suena más y cual le gustaría hacer?
“Me gustaría uno de comida colombiana, es lo que estoy buscando desde hace muchos años, creo que esa sería mi gran graduación, pero no he sabido muy bien cómo hacerlo todavía y no he tenido tiempo para sentarme a pensarlo, pero sí quiero hacer un Master Colombia, pese a la dificultad porque cada región tiene su propio plato”.
¿Dimensiona lo que ha logrado con Tulio Recomienda y los master?
“Últimamente me creo un poquito más la película, porque antes como que no me daba cuenta, estoy muy sorprendido sobre todo ahora en este último master, por todo lo que logramos movilizar”.