La celebración de Halloween trae consigo una alta expectativa por las actividades nocturnas, en especial para los niños, quienes salen a pedir dulces y a jugar con sus disfraces.
Sin embargo, tanto padres de familia como adultos deben extremar los cuidados en esta fecha, ya que el consumo excesivo de golosinas y el uso de maquillajes o máscaras sin certificación pueden representar un riesgo para la salud de los menores.
Mileth Rossana Rodríguez Barrios, nutricionista del Hospital Universitario Mayor Méderi, y Nueva EPS, han hecho recomendaciones para proteger a los más pequeños y evitar que este evento termine en complicaciones.
La especialista advierte que el consumo elevado de azúcar en una sola noche puede tener efectos a corto y largo plazo en la salud de los niños, incluyendo riesgos de sobrepeso, obesidad y enfermedades como la diabetes tipo I.
Rodríguez sugiere reemplazar las golosinas tradicionales con frutas decoradas de manera creativa, lo cual ayuda a limitar la ingesta de azúcar sin privar a los niños de la experiencia festiva.
Además, insta a los padres a revisar cuidadosamente los dulces recolectados para detectar posibles signos de alteración en los empaques, lo que podría indicar contaminación.
La EPS Nueva EPS también recomienda examinar minuciosamente todos los dulces recogidos, desechando aquellos que presenten empaques rotos, húmedos o sin registro sanitario, ya que estos podrían causar intoxicaciones graves.
En caso de detectar alguna alteración en el sabor, olor o textura de los dulces, se aconseja desecharlos inmediatamente.
Asimismo, el alto consumo de azúcar puede tener efectos en la función renal y cardiovascular, además de causar alteraciones en la memoria y el aprendizaje en los menores, detalla la especialista.
Otra preocupación durante la noche de Halloween radica en el uso de maquillaje y disfraces que no cumplen con normas de seguridad.
La EPS alerta que algunos productos de bajo costo, como pintucaritas o máscaras, podrían contener ingredientes tóxicos, entre ellos plomo y mercurio, que al entrar en contacto con la piel de los niños pueden provocar irritaciones o reacciones alérgicas.
Es recomendable verificar que estos productos cuenten con certificaciones del Invima o la FDA, y hacer una prueba previa aplicando una pequeña cantidad sobre la piel del niño días antes del evento.
En caso de sospecha de intoxicación, los padres deben acudir de inmediato a un centro de atención médica, y es útil conservar una muestra del dulce o cosmético para facilitar su análisis.