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Con ese hermano ¿Para qué oposición?

En cualquier otro país del mundo civilizado este tipo de escándalos podrían costarle caro al Jefe de Estado. Pero en estos tiempos que vivimos en Colombia, el presidente Petro se hace el de la vista gorda y no pasa nada.

07 de marzo de 2025
  • Con ese hermano ¿Para qué oposición?

En este gobierno sí que se cumple el dicho de no hay cuña que más aprieta que la del mismo palo. Al presidente Gustavo Petro la familia le ha sacado más de una cana con los escándalos en los que han aparecido involucrados su hijo Nicolás, su hermano Juan Fernando y su esposa Verónica, de la que se hablaba por el séquito millonario que la acompañaba, y de la cual se ha vuelto a saber poco o nada.

Lo más sorprendente es que la oposición no ha logrado hacer una labor tan estratégica de desprestigio del gobierno como la han hecho varios de los familiares más cercanos del presidente Petro. Cada uno de ellos, a su manera, ha sacado de la manga esa carta de “usted no sabe quién soy yo” para obtener provecho personal del poder del Presidente. Al día de hoy no está claro sí Petro sabía de las andanzas de su gente o todo fue a sus espaldas.

Pero tal vez de todos ellos el caso más nefasto es el de Juan Fernando Petro, quien ha demostrado que se cuela en varios frentes del Gobierno, acompañado de personajes sospechosos, envuelto en hechos extraños y oscuros, y hasta llegando a pactos secretos con criminales.

Uno de los más recientes episodios lo reveló la revista Cambio, que sacó a la luz la relación que tiene el hermano del mandatario con un joven vendedor de drogas, conocido con el alias de Bimba en Cajicá (Cundinamarca). En mayo de 2023 un periodista le preguntó a Juan Fernando Petro si tenía algún parentesco con él, porque cuando al joven lo detuvieron por venta de drogas, y se paseaba en camionetas de alta gama, al parecer de la Unidad Nacional de Protección, le alegó a la policía que no se metieran con él porque era sobrino del presidente.

Pero el hermano del mandatario no respondió si lo conocía y le reprochó al periodista que le preguntara sobre temas personales. Tampoco respondió si estaba casado con Leydi Yider Laverde Ávila, mamá del muchacho y dijo que su esposa no era ninguna Leydi. Lo cierto es que sí estaba casado con esta mujer, que se cambió el nombre por Beth Levy Bethel, eliminando su apellido Laverde que la relacionaba con su hijo.

El problema en términos del Estado no es que el hijastro del hermano del Presidente sea un jíbaro, un drama que pueden vivir muchas familias en el país, lo que no está bien es que el hijastro de Juan Fernando Petro utilice bienes públicos y trate de evadir la ley por cuenta de su familiaridad con el jefe de Estado.

Pero los hechos son más complejos. Juan Fernando Petro todavía debe explicaciones sobre la creación, junto con su esposa y su hijastro Johathan, de la fundación GEA Transpersonal para el desarrollo humano. El hermano de Petro le pidió al entonces canciller Álvaro Leyva expedir pasaportes diplomáticos para él y su esposa por una supuesta labor humanitaria con su fundación GEA Transpersonal, lo cual podría configurar un tráfico de influencias.

Estos son apenas unos de tantos episodios protagonizados por el abusivo hermano del mandatario. Cómo no recordar el llamado “Pacto de la Picota”, en el que antes, durante y después de que Petro ganara las elecciones, Juan Fernando visitó en 12 ocasiones el pabellón de los parapolíticos en la cárcel La Picota, en compañía del que sería posteriormente comisionado de Paz, Danilo Rueda. En estas visitas se habrían negociado beneficios judiciales para los criminales e incluso hay quienes señalan al hermano del presidente de haber recibido dinero.

En una entrevista con el programa Los Informantes, Juan Fernando Petro reconoció que gracias a estos encuentros con cabecillas lograron el triunfo en las elecciones porque consiguieron más de un millón de votos para su hermano, y que ofrecieron beneficios a cambio de paz. En esa entrevista hizo un comentario que llamó la atención: dijo que cuando eran adolescentes a él y a Gustavo Petro los habían diagnosticado con el síndrome de Asperger, una especie de autismo.

Recientemente la emisora la W denunció que Juan Fernando y un intermediario de Diego Marín, alias Papá Pitufo, un poderoso contrabandista, fueron en 2022 a la Dian para pedir que nombraran un recomendado como director seccional de Buenaventura, uno de los puertos de entrada del contrabando.

Por no hablar del patético caso en el que Juan Fernando sacó a relucir ser hermano de Petro para protestar en un salón de belleza porque le dejaron mal arregladas las cejas a Beth Levy.

En cualquier otro país del mundo civilizado este tipo de escándalos podrían costarle caro al Jefe de Estado. Pero en estos tiempos que vivimos en Colombia, el presidente Petro se hace el de la vista gorda y no pasa nada. O tal vez sí hizo algo, pidió en marzo de 2023 a la Fiscalía que investigara a su hermano pero han pasado dos años y no se ha sabido nada. Estamos en mora de conocer una explicación del presidente Petro sobre las actuaciones de su hermano.

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