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Juan David Villa
Editor y periodista
preguntasortografia@gmail.com
Jorge Mejía. En la edición del 29 de septiembre de El Colombiano, vi el titular “Entre el reblujo buscan los planos para salvar edificio que crujió en Boston”. Entiendo que la palabra reblujo es un colombianismo, ¿o sí está aceptada por la RAE?
Aquí tengo que echar un cuento largo, pero espero no sea aburrido. Espero. Tenemos la forma rebujar (envolver o cubrir algo), que sí está incluida en el Diccionario de la lengua española. Este verbo apareció desde el más viejo reburujar, que significa revolver algo haciéndolo un burujón. Burujón es un aumentativo de burujo, que es, dice el Diccionario, un “Bulto pequeño o pella que se forma uniéndose y apretándose unas con otras las partes que estaban o debían estar sueltas, como en la lana, en la masa, en el engrudo”. Ese bulto tiene en el fondo la idea nuestra del reblujo: un montón no muy ordenado de ropa, por ejemplo. Burujo tiene conexión directa con el latín: viene del vulgar volûclum, que traduce ‘envoltura’.
Y la forma rebujo apareció escrita por primera vez (bueno, no sabremos nunca cuándo fue por vez primera escrita: aquí me refiero a la primera en los textos que conocemos) en 1648: “... han de condenar las casas y preferir las chozas, alabar el rebujo de vna piel, y tratar como reo el abrigo assea”. Esto quiere decir que algunos “maltratan el buen estilo” (dice el mismo viejo texto): escogen una choza en vez de una casa, y un chiro (rebujo de piel) en vez de un elegante vestido.
Echo este cuento para mostrarles que el idioma cambia, como hecho cultural por excelencia. Las palabras cambian, los diccionarios nacen viejos. Nosotros decimos reblujo, reblujero y reblujar. Reblujo y reblujar están incluidas en el Diccionario de americanismos. Reblujero debe estar en alguno de colombianismos.
En conclusión, reblujo es, en efecto, un colombianismo (es nuestra, aquí la usamos), uno muy popular aún, que me conste, en buena parte de Antioquia (una palabra de abuelos que pervive gracias a Dios). Y no está en el Diccionario de la lengua española, pero ello no quiere decir que sea incorrecta: al contrario, es la que debemos pronunciar y escribir siempre aquí.
Alexis López. Juan David, me parece que ese singular se ve horrible: “No vemos fácil los tiempos para lograr la capitalización”.
Claro, Alexis, y lo entiendo, porque tenemos una falla gramatical. Fácil es, en esencia, un adjetivo: nos sirve para calificar, para decir que el juego estuvo fácil, que las preguntas estaban muy fáciles... Pero puede servirnos también como adverbio, equivalente a fácilmente, que sería quizá una forma más adecuada. Los adjetivos tienen concordancia de número: preguntas fáciles, pregunta fácil. Pero los adverbios son invariables: se quedan quieticos en singular siempre. Ellos vendrán pronto, Él vendrá pronto. Es que los adverbios se encargan de modificar al verbo: pronto-vendrán.
“No vemos fácil los tiempos” significa que tenemos problemas para verlos (porque fácil aquí es adverbio, luego toca al verbo ver). Mas el personaje citado quiso decir “No vemos fáciles los tiempos...”. O sea, vemos bien que los tiempos no son fáciles (aquí es un adjetivo que califica a tiempos).