Un 12 de diciembre de 1944, en Medellín, nació la Compañía Suramericana de Seguros Generales, que dio pie a uno de los conglomerados más importantes de Colombia y América Latina y, durante años, ha acompañado el día a día en temas tan importantes como salud, seguros, pensiones, cesantías o servicios financieros.
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“Es una compañía correcta, con una forma de hacer empresa única y ejemplo para el resto del sector privado a nivel nacional y latinoamericano. También es pionera en Gobierno Corporativo, en comunicación transparente y humilde –como lo vimos recientemente con la situación de la EPS–, en promoción y gestión cultural y en ir más allá del resultado financiero, con un impacto evidente en las sociedades que habita”, aseguran quienes han pasado por esta organización.
Dice la historia que la compañía arrancó gracias al esfuerzo de 36 empresas y 151 inversionistas en ofrecer una solución a las entonces nacientes industrias locales para proteger su patrimonio y bienes.
Los primeros pasos
La idea empezó a gestarse un par de meses atrás, en octubre de 1944, cuando se reunieron promotores y fundadores y se comisionó al ingeniero Carlos Gutiérrez y al abogado Bernardo Echeverri para avanzar en la constitución de la empresa y redactar los estatutos.
Para diciembre, ya en marcha, se nombró como presidente al propio Carlos Gutiérrez, mientras que José Hernández, Edelmira Guerra, Ester Montoya y Pedro Botero figuraron como los primeros empleados.
La primera póliza de seguros generales se le expidió a Talleres Robledo, una compañía siderúrgica, mientras que el primer siniestro se le pagó a Textiles Coltejer. A partir de ahí comenzó un crecimiento exponencial y un era dorada.
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La compañía describe cómo “apenas unos meses después, empezó a crecer, incluso más de lo que inicialmente imaginaron sus promotores; primero con la apertura de una sucursal en Bogotá, luego una segunda en Barranquilla. Muy pronto, en 1945, se dio el ingreso al mercado público de valores”.
Además de trascender las montañas antioqueñas, llegaron nuevas oportunidades con la creación de la filial Suramericana Seguros de Vida, en 1947, o de la Compañía Suramericana de Capitalización, en 1958. De esta manera, para 1960 ya alcanzaba los 1.000 empleados.
El camino estuvo lleno de retos como entrar a una industria con competidores ya formados, pero sus fundadores, pensando en grande desde el principio, tuvieron la visión de tener una referente en la región, una empresa literalmente “suramericana”.
Además, la organización fue semilla para la creación de importantes entidades como el Banco Industrial Colombiano (a la larga, Bancolombia) o la Corporación Financiera Industrial Agrícola (que luego se convertiría en Corporación Financiera Suramericana). Así mismo, creó lo que hoy es la Fundación Sura, un referente en inversión social en el país.
Con rayas de tigre
Ya en los años 60 y 70 inició el proceso de internacionalización, llegando a Panamá, Ecuador, Perú o Bolivia. Y, cómo no, otro hito fue el nacimiento del famoso “Tigre de Suramericana”, en 1972, catalogado como uno de los grandes representantes de la publicidad en Colombia.
“El coro de una canción popular inspiró la creación de un personaje que fue capaz de enamorar al país. Mientras que en las emisoras sonaba ‘Que me coma el tigre’, del compositor Eugenio García Cueto, los asesores de seguros usaban su letra para responder de forma jocosa a las altas metas del entonces nuevo plan de incentivos”, recuerda Sura.
El propósito “fue crear una estrategia para estimular a los asesores a cumplir las metas de ventas. En las primeras piezas apareció un Tigre en blanco y negro, de trazos simples, que enseñaba la importancia del cuidado y la prevención de accidentes con ciertas dosis de humor”.
Con la valentía del tigre, hacia finales de los 70, Suramericana hizo parte de un movimiento en defensa del patrimonio y la industria antioqueña, tras las tomas hostiles a empresas listadas en bolsa. A la larga, esto dio origen al Grupo Empresarial Antioqueño (GEA), como denominaban a un conjunto de compañías con participación accionaria cruzada y que compartían valores y principios: Suramericana, Argos y Nutresa.
Llega Grupo Sura
Con varios hechos relevantes en los años siguientes como la creación de la AFP Protección, o de lo que hoy es la ARL Sura, así como haber sentado las bases de lo que a la postre sería la EPS Sura, en 1997 se creó Suramericana de Inversiones (hoy, Grupo Sura), como casa matriz de los negocios.
Los éxitos siguieron con la puesta en marcha de Sura Asset Management, en 2011, filial encargada de la gestión de los activos adquiridos por Grupo Sura a ING en Latinoamérica.
“La internacionalización se afianzó, principalmente, mediante la consolidación de una plataforma líder en seguros, gracias a que la filial Suramericana acordó la adquisición en 2015 de la operación de RSA Insurance Group en América Latina, para tener presencia hoy en nueve países como Seguros Sura”, recuerda la holding.
Así, Sura alcanza los 80 años con un portafolio que impacta grandes geografías de la región. Sura Asset Management, con presencia en Chile, Colombia, México y Perú, entre otras, juega en grandes ligas de pensiones, ahorro, inversión y gestión de activos; Suramericana participa en seguros, tendencias y riesgos en Brasil, Chile, Colombia, México o Panamá; y también resalta una participación de 46,2% en Bancolombia y 34% en Grupo Argos.
Ahora, en uno de los movimientos más importantes de su historia, Grupo Sura trabaja en poner punto final a su participación cruzada con Grupo Argos –ya había hecho lo propio con Nutresa– y enfocarse en el negocio financiero y de gestión de inversiones, un hecho ampliamente bien recibido por el mercado.
En los próximos días o semanas el mercado conocerá noticias sobre este importante acuerdo, pero mientras tanto, a Ricardo Jaramillo, presidente del Grupo Sura, se le ha visto optimista y diciendo que “hay que construir compañía y negocios para 80 años y más”.
1947
fue el año de creación de la filial Sura Seguros de Vida.
1.000
empleados alcanzó Suramericana en sus primeros 16 años de operación.
