“Esa es la relación que nosotros tenemos siempre en la junta directiva. Hay un gobierno corporativo y hay decisiones empresariales que desarrolla la empresa y que por supuesto respetamos desde el Ministerio, desde el Gobierno Nacional, pero que deben estar alineadas con la política pública que hemos desarrollado en materia de transición energética justa y en ese sentido es que desarrollamos toda nuestra coordinación, nuestra articulación”, dijo el jefe de la cartera de Minas a La FM.
Agregó que los miembros de la junta directiva que no se sientan alineados con esas políticas públicas del Gobierno Nacional, deben salir de sus cargos.
“Yo creo que las personas deben salir de la junta directiva, deberían incluso haberlo hecho hace rato, si no se sienten alineados con los planteamientos que se han hecho en la política pública que estamos desarrollando”, dijo.
“Los miembros de la junta de Ecopetrol tienen que renunciar ante la Asamblea. La renuncia de personas de la Junta Directiva no es irrevocable, ellos tendrán que seguir asistiendo a las juntas directivas hasta que la renuncia sea aprobada”, dijo Bonilla.
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¿Qué pasó con Zuleta y Echavarría?
La Junta Directiva de Ecopetrol recibió la carta de renuncia de Juan José Echavarría, exgerente del Banco de la República, y de Luis Alberto Zuleta, miembros independientes del órgano directivo. La motivación deja serias dudas sobre el manejo que Ricardo Roa y el presidente Gustavo Petro le están dando a la compañía, y del rompimiento de su gobierno corporativo.
La renuncia de ambos directivos tiene que ver con el Proyecto Oslo, que consistía en evaluar si la empresa tenía derecho a comprar una parte de los activos del proyecto CrownRock L.P., propiedad de Occidental Petroleum Company (Oxy) en la cuenca de Permian, en Estados Unidos, y cuyo acuerdo fue cancelado por exigencia del presidente Gustavo Petro.
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Echavarría y Zuleta explicaron en su extensa carta de renuncia que, “en febrero de 2024, los Comités de Negocios y de Auditoría de Ecopetrol recomendaron a la Junta Directiva, por unanimidad, que la firma adelantase gestiones tendientes a adquirir entre el 20% y el 30% de los activos del Proyecto CrownRock”.
Para aprobarlo, dicen ambos, se consideraron todos los aspectos favorables de la transacción, que aumentaría significativamente las utilidades, la producción y las reservas de la empresa a bajo costo ambiental, y entendieron, además, que “el nivel de endeudamiento era alto pero manejable. En mayo de 2024 la Junta Directiva aprobó por mayoría (siete votos a favor y dos en contra) adquirir el 30% de este proyecto, por lo que el 17 de julio se informó al mercado que se adelantaban negociaciones con la Oxy”, se lee en la misiva.
Pero, el 31 de julio les informaron, en una reunión informal en Piedecuesta (Santander) que “el presidente Gustavo Petro había manifestado a Ricardo Roa y a varios miembros de la Junta no estar de acuerdo con el Proyecto por tres razones fundamentales: se invertía en fracking, significaba endeudar más a Ecopetrol, e implicaba enviar recursos desde Colombia al exterior. La Junta decidió entonces, por mayoría, no continuar con el negocio (nuestro voto continuó siendo afirmativo, por supuesto). Además, se consideró imposible ejecutar el proyecto sin el apoyo del Gobierno. El 31 de julio era el último día para comunicar nuestra decisión a la Oxy sin incurrir en multas posteriores”.
Estas afirmaciones están en línea con lo que ya había manifestado a EL COLOMBIANO Carlos Gustavo Cano, exmiembro de la Junta de Ecopetrol, quien aseguró que Roa mentía al negar que el proyecto Oslo ya tenía la aprobación de la Junta.
“Está mintiendo al negar que la Junta haya aprobado la inversión en el proyecto conocido como Oslo en la cuenca del Permian. En tanto que también negó que el presidente Petro hubiera frenado esta inversión histórica y estratégica pasándose por la faja el gobierno corporativo de la empresa para darle paso a sus personales delirios”, dijo a este diario.
Echavarría y Zuleta expresaron: “Creemos que el proyecto era fundamental para proteger el futuro de Ecopetrol y el de más de sus 250 mil accionistas, por las razones expuestas en este documento, y su no aprobación motiva nuestra renuncia a la Junta Directiva de Ecopetrol S.A. Sin los recursos futuros que aportaría el proyecto las finanzas de Ecopetrol se deteriorarán y se reducirán las transferencias de la empresa al Gobierno Nacional”.
Su renuncia se hará efectiva, anotaron, una vez cuenten con la posibilidad de aprobar las actas de las reuniones anteriores, ojalá antes de un mes.
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