La nueva planta de Pepsico en Guarne (Antioquia), para la que invirtieron 93 millones de dólares entre 2021 y 2023, ya es una realidad y desde allí se está produciendo el 45% de los productos de pasabocas que la empresa pone en el mercado.
Pepsico es la productora de papas Margarita, Quaker, Pepsi, Natuchips, De Todito, Gatorade, Doritos, Chokis, entre otros y gran parte de ellos ahora son de origen paisa.
Con esto, la compañía logró eficiencias y minimizar vulnerabilidades, pues las ubicaciones de sus dos plantas, en Guarne y en Funza (Cundinamarca) le dan una posición estratégica frente a eventualidades que puedan paralizar su producción o distribución.
“Cuando fue el paro hace un par de años, lamentablemente no teníamos las dos plantas modernizadas, pero ahora podemos sortear más esas situaciones, especialmente lo que tiene que ver con los problemas en la cadena logística”, dijo en diálogo con EL COLOMBIANO, Carlos Pacheco, líder para Colombia de Pepsico.
Además, una presencia más robusta en el Oriente antioqueño le ha permitido a la empresa mejorar las relaciones con la comunidad vecina.
“Cuando llegas con un proyecto como este, de esta envergadura, evidentemente la relación con los vecinos es un tema súper importante, y creo que hemos avanzado muchísimo allí. Estamos mirando juntos cómo podemos aportar para el desarrollo de la comunidad y no sólo generar empleo, que evidentemente lo hacemos, pero pensamos en cómo podemos ir un poco más allá y cómo buscamos generar el menor impacto en el ecosistema”.
Actualmente, en la planta de Guarne hay cerca de 1.000 de los 4.000 empleados que Pepsico tiene en el país, y en su mayoría son oriundos del Oriente. “Nos enfocamos en la mano de obra de las zonas aledañas a la planta, para lograr también una relación más estrecha con la comunidad cercana, así que muchos son de Guarne y Rionegro”, anotó el directivo.
No subieron tanto los precios
El año pasado en todo el mundo se vivió una época de carestía, producto de la invasión rusa a Ucrania y de los reacomodos de la postpandemia, y los alimentos se vieron especialmente afectados. En Colombia, en particular, en diciembre del año pasado el rubro de alimentos y bebidas alcanzó una inflación anual de 27,81%.
Pepsico no fue ajena a la crisis. “Evidentemente no nos escapamos al efecto inflacionario del año anterior, pero sí tuvimos que transferir evidentemente el precio del consumidor”, dijo Pacheco.
Sin embargo, las eficiencias que logró la compañía permitieron que el aumento del precio no fuera tan significativo como para otras empresas del sector. Y a ello ayudaron las mayores eficacias, por ejemplo, en la sede de Funza, en Cundinamarca, donde no hay consumo de agua para los procesos industriales; además, en ambas plantas se están instalando paneles solares para minimizar el consumo eléctrico y las flotas de distribución se pasaron de gasolina a eléctricos o de gas.
Adicional, Pacheco detalló que como a la par que construían la planta en Guarne modernizaban la de Funza, se lograron mejores eficiencias en la producción.
“Ya podíamos pensar en ubicar las líneas de producción como debían ser, y no como nos cabían, porque lo que es cierto es que antes nos tocó crecer de una forma más desordenada”, dijo.
Impuestos y más impuestos
Este año los estados financieros de muchas de las compañías evidencian que la reforma tributaria de 2022 les restó ganancias. Para el caso de Pepsico también ocurrió.
Pacheco aseguró que lo que más le preocupa es el impuesto a las bebidas azucaradas y a los ultraprocesados, “aunque cada vez estamos tratando de que nuestros productos sean, si se puede, menos procesados, porque el consumidor así lo está buscando. Entonces estamos mirando estrategias para que esos impuestos no lleguen al consumidor que ya está afectado por la inflación”.
Frente a la reforma laboral, anotó que la compañía cumplirá con la normativa que se apruebe, como lo hace en cada país en el que tiene presencia, porque eso también beneficiará a los trabajadores que tendrán que trabajar menos tiempo.
Para ello, por ejemplo, la firma de alimentos está automatizando parte de las labores de modo que los empleados puedan hacer la misma labor en menos tiempo.
La preocupación más importante está del lado de la reducción de la demanda, pues Pepsico viene de reportar crecimientos a doble dígito, pero empieza a ver cómo la decisión de compra de los clientes se empieza a modificar.
“En medio de un menor crecimiento económico y de altas de interés, algunas personas van a elegir entre comprar o no un carro o un computador, pero otros van a sustituir alimentos, eligiendo unos sobre otros, porque no pueden dejar de comer. Pero nuestro mercado es de impulso, y es posible que se vea muy castigado por el bajón de la demanda”.
Por eso, la empresa ha decidido innovar con productos, con sabores que no se encuentren tan fácilmente en el mercado y que la oferta de valor tanto en calidad como en tamaño y precio haga considerarlos como una buena opción de compra para sus clientes.
