¿Sabía usted que entre su gestación y sus primeros seis meses de vida la manutención de un bebé en Medellín llega a casi 27 millones de pesos? Este revelador dato fue hallado por los estudiantes de un colegio público de Medellín a través de una investigación que busca prevenir el embarazo infantil.
Cada día un peculiar desfile se da al ingreso de la institución educativa Presbítero Camilo Torres Restrepo del barrio Campo Valdés. En medio de los saludos y apretones de manos de “profes” y alumnos se observan a los estudiantes del grado 11 que con sumo cuidado llevan a sus “hijos” bien arropados y dispuestos para la jornada escolar.
Los “bebés” que llevan los estudiantes son representados por muñecas y peluches con los que se ha conformado desde la clase de matemáticas un estudio transversal que incidirá en la decisión de ser padres.
Proyecto “Bebé”
El profesor Manuel Adán Ramírez es el artífice del proyecto escolar que acapara la atención en la comuna 4.
“Este es un proyecto en el que los jóvenes deben asumir la responsabilidad absoluta de lo que es el cuidado de un niño. Deben venir a clase con el ‘bebé’ y cuidarlo toda la jornada como si fuera real. Estos cuidados se extienden a sus hogares y sus días de descanso. Además en él deben tener compañía de sus padres o acudientes”, apuntó Ramírez.
El proyecto nació como una idea anexa de otro realizado en 2022 en el que los jóvenes aprendieron a hacer un balance contable de los gastos de un hogar y en el que también descubrieron las peripecias económicas que tenían que hacer sus papás para llegar a fin de mes. Allí surgió la duda del valor de mantener un bebé.
A esa cuestión inicial se sumaron otras que abarcan desde los costos de los cuidados prenatales hasta el transporte, la alimentación y el vestuario durante esos primeros meses de vida, por lo que se acordó un nuevo proyecto que respondiera estas preguntas.
“Entonces a inicios de 2023 hablé con las familias y acordamos que así fuera con muñecas de segunda –pero que tuvieran las dimensiones de un niño de verdad– iniciaba el proyecto. Porque la idea es que ellos aparte de hacer el ejercicio de matemática financiera consultando el valor de cada objeto, cita y necesidad, sientan lo que es cargar un niño todo el día”, dijo el docente.
Compromiso total
Los 39 estudiantes de Ramírez y sus padres se han tomado el estudio con todo el compromiso necesario. Y a lo largo del mismo han hallado datos que los dejaron perplejos.
“El proyecto me puso a reflexionar porque veo que tener un bebé conlleva muchos gastos. Vimos que si una mamá no está afiliada a algún régimen de salud un parto natural puede valerle $5 millones, pero si es por cesárea llega a $10 millones. Esto es duro porque hay mujeres pobres que no están afiliadas y que tampoco tienen ese dinero y quedan en una situación complicada”, apuntó Natalia Quiceno López, “mamá” de Kendall.
De otro lado, el estudiante Sebastián Álvarez Ramírez indicó que su círculo familiar le ha dado gran ayuda para conseguir testimonios sobre como es un embarazo.
“Uno ‘romantiza’ los embarazos y cree que es velar que el bebé esté bien y ya. Pero pocos cuentan que en seis meses de pañales uno se puede llegar a gastar casi $3 millones. Son cosas que uno no percibe dentro de lo que es la gestación, pero que la familia sí”, agregó.
Pero más allá del tema escolar, el ejercicio ha trascendido las aulas de clase, por lo que los estudiantes y sus “bebés” han causado varias anécdotas en Campo Valdés.
“A veces voy por la calle con mi ‘bebé’ –que se llama María Elisa– y la gente me para y se sorprende de verme tan joven y ya siendo ‘madre’. Me dicen ‘¡Péguese de la mano de Dios!’, o me dicen ‘¡Esta juventud tan perdida!’. Una vez en medio de un aguacero llevaba a María Elisa y un busero paró al lado mío y al ver que se estaba mojando me gritó ‘¡Mala madre!’”, recordó entre risas la estudiante Nickole Pérez.
Decisión aplazada
El proyecto, que desde el principio ha contado con el apoyo de la rectora de la institución, ha sido un éxito y ya en otras clases también aprovechan la presencia de los “bebés” para integrarlos al plan de estudios.
Además, los estudiantes han notado que el mismo modelo de análisis puede asimilarse a cualquier proyecto de sus vidas. “En este colegio buscamos que la matemática trascienda a esos estudiantes que no van a vivir de ella, pero que saben que la pueden aplicar para las cosas de su día a día. Y ellos ya empiezan a interiorizar ese pensamiento”, apuntó el profesor Manuel.
Pero lo más importante, según el docente, es que se ha logrado crear conciencia sobre el embarazo adolescente en los alumnos. De hecho, la opinión popular entre ellos es que la maternidad es una gran responsabilidad que requiere no solo unas condiciones económicas óptimas sino tener cubiertas las necesidades afectivas físicas y económicas de los futuros padres.
“Yo con esto puedo crear conciencia sobre el cuidado del cuerpo, porque de fondo no es solo abrirles los ojos de lo que conlleva un bebé, sino también las enfermedades de transmisión sexual o sus proyectos de vida. Hay temores, hay penas, hay vergüenzas que ellos tienen pero que tratamos de superar con la confianza que tenemos”, narró el docente.
Por eso muchos ya prefieren esperar para darse la oportunidad de ser papás. “Mucha gente piensa que un bebé es tenerlo y ya. Pero no es solo eso, es la responsabilidad que se adquiere por parte de ambos padres. Está el compromiso con la salud física y mental del niño para que tengan una buena vida”, apuntó Nickole.
