Un día después de su posesión, el ultraliberal Javier Milei celebró su primera reunión de gabinete con los nueve ministros que designó, la mitad de los que tenía el gobierno de Argentina, por cuenta de su intención de limitar al máximo el gasto de funcionamiento del Estado.
Mientras el presidente definía a puerta cerrada un paquete de medidas, los argentinos en la calle se mostraban expectantes a la espera de conocer la magnitud del anunciado ajuste fiscal con el que espera poner de pie a un país con 40% de pobreza y 143% de inflación.
La categórica frase de Milei el domingo durante su discurso de asunción señalando que “no hay alternativa al ajuste” del gasto público tiene en vilo a la población.
El “shock” es inminente. Milei ha dicho y repetido que el recorte del gasto público será equivalente al 5% del Producto Interno Bruto, unos 20.000 millones de dólares, aunque no ha ofrecido detalles sobre cómo hará ese achique y qué sectores se verán más afectados, según AFP.
Por el momento, redujo el número de ministerios de 18 a nueve, una decisión que lo muestra en solitario en el ámbito regional, pues la mayoría de países de América Latina sobrepasa la cifra de 15 titulares de cartera como parte del gabinete presidencial. Solo Nicaragua, bajo el régimen dictatorial de Daniel Ortega, tiene 8 ministerios. En contraste, Venezuela, al mando de Nicolás Maduro, es la nación que más ministerios posee 33 (ver infografía).
Contratos en la lupa
Durante la campaña presidencial, Milei criticó la duplicidad de funciones de algunas carteras, los privilegios de la burocracia e insistió en que el sector privado también debe ocuparse de ciertos programas y esfuerzos, como los relacionados con la ciencia y la tecnología.
Luego de la segunda reunión del gobierno con su equipo en la Casa Rosada, el vocero presidencial Manuel Adorni compartió otras reducciones en la estructura del Estado, al pasar de 106 a 54 secretarías y de 182 a 140 subsecretarías.
“La reducción de diferentes niveles de funcionarios fue de 34%”, señaló el vocero, quien anunció que ayer mismo “se inició la revisión de los contratos y de cada uno de los nombramientos del Estado Nacional del último año”.
Este tipo de contratos representa más del 18% del empleo total, uno de los porcentajes más altos de América Latina, con 3,4 millones de personas que trabajan para el Estado. “Al empleado público hay que ponerlo en valor. La mayoría de la gente que trabaja en el Estado es válida y necesaria. Lo que vamos a combatir es el empleo militante, el empleo que está por una cuestión política y que no aporta nada”, explicó Adorni.
Otra medida que ya ha adelantado Milei es eliminar los privilegios que existen dentro del sector público y que también afectan a los funcionarios. Al respecto, Adorni aseguró que a partir de ahora “se va a comenzar a exigir el 100% de presencialidad en los lugares de trabajo” a todos los empleados públicos. Del mismo modo, se limitará a los funcionarios el uso de inmuebles públicos, coches oficiales e, incluso, de teléfonos pagados por el Estado.
También ha confirmado el portavoz presidencial que la publicidad institucional desaparecerá de los medios de comunicación “durante un año” para reducir los gastos de la administración.
Devaluación de la moneda
El gobierno Javier Milei devaluó más de 50% la moneda, al establecer el tipo de cambio oficial en 800 pesos por dólar frente a 391 del cierre del jueves, según anunció el ministro de Economía, Luis Caputo, quien advirtió que Argentina está en riesgo de hiperinflación, según informó AFP.
“La génesis de nuestros problemas ha sido siempre fiscal”, enfatizó el ministro, quien sostuvo que el país debe solucionar su “adicción” al déficit en las finanzas públicas, al anunciar que se reducirán los subsidios a la energía y al transporte, entre otras medidas de austeridad. “Si seguimos como estamos, vamos inevitablemente camino a una hiperinflación”, advirtió.
