El partido-milicia chií Hezbolá disparó este viernes decenas de proyectiles contra el norte de Israel y aseguró que los objetivos son sendas instalaciones militares, en pleno repunte de las tensiones tras dos días de explosiones coordinadas de dispositivos de comunicaciones del grupo, como beepers y walkie-talkies, ataques achacados a Israel y que han dejado cerca de 40 muertos y unos 3.000 heridos.
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El grupo indicó que en las últimas horas atacó con “un misil guiado” una “posición de soldados enemigos” en Matla, tras lo que ha lanzado decenas de proyectiles tipo Katyusha contra la sede de una Brigada Blindada y la 36ª División en Al Aliqa, según recogió la cadena de televisión libanesa Al Manar, vinculada a Hezbolá.
Asimismo, confirmó la muerte de dos de sus miembros, identificados como Muhamad Alí Hasán al Zein y Yusef Muhamad al Sayid, a causa de los últimos ataques de Israel, sin especificar si han sido víctimas de las explosiones de dispositivos de comunicación achacadas a Israel o de los últimos bombardeos del Ejército israelí contra territorio de Líbano.
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El Ejército israelí bombardeó durante la tarde del jueves cerca de un centenar de objetivos supuestamente vinculados a Hezbolá, en uno de los mayores ataques por parte de Israel desde que comenzaron los enfrentamientos hace casi un año a raíz de los ataques ejecutados el 7 de octubre de 2023 por parte del Movimiento de Resistencia Islámica, Hamás, y otras facciones palestinas.
Por eso, Nasrallah, prometió un “justo castigo” contra Israel por un ataque que, admitió, fue un “duro golpe” contra Hezbolá.
El repunte de los enfrentamientos entre Israel y Hezbolá –un grupo apoyado por Irán que cuenta con un importante peso militar y político en Líbano– han hecho temer con la posibilidad de una expansión del conflicto en Oriente Medio. En este contexto, el Ejército de Israel presentó la semana pasada a Estados Unidos sus “planes operativos” respecto a Líbano.
