Ahora Israel contra el Líbano: abecé para entender la guerra que arde en Oriente Medio
Desde el pasado 7 de octubre, hace casi un año, cuando Hamás se metió en Israel y mató en una sangrienta jornada de un día entero más de 1.600 judíos, Israel ha decidido acabar con todos sus enemigos en la región: primero lo hizo con Hamás, ahora lo hace con Hezbolá. ¿Qué sigue? ¿Hasta dónde llegará?
Con Hezbolá en Líbano, Israel se ha centrado en atacar a su enemigo en el norte, a quien considera más fuerte que Hamás. Aunque han dejado claro no tener intenciones de invadir Líbano. Foto: Getty
El 2024 ha sido el más mortífero de los últimos 75 años en la guerra en el Medio Oriente. Desde 1948, cuando Israel ganó la guerra para lograr su independencia, el mundo no veía estupefacto, como lo hace ahora, algo igual. “Todos deberíamos estar alarmados por esta escalada”, como lo dijo Antonio Guterres, secretario general de la ONU.
Desde el pasado 13 de septiembre, cuando la tensión se agravó entre Hezbolá e Israel, bombardeos israelíes dejan hasta ahora un saldo de más de 550 muertos y casi 3.000 heridos, mientras que otras miles de personas huyen de las áreas afectadas hacia Siria. Como se ve en las imágenes se forman largas filas de vehículos tratando de escapar. “No hay lugar seguro”, dice uno de los que huyen. A la par, Hezbolá responde y ataca el norte de Israel.
Esta guerra tiene raíces históricas profundas, que se han exacerbado por las tensiones entre Israel y dos de los grupos islamistas extremistas de la región, Hezbolá y Hamás, y a ellos se suma también la intervención a veces tras bambalinas de actores regionales claves como Irán y los hutíes de Yemen.
Para entender mejor lo que está ocurriendo, y lo que puede ocurrir, presentamos un Abecé de la situación.
¿Qué prendió el conflicto actual?
Desde el 7 de octubre de 2023, cuando estalló un nuevo conflicto entre Israel y Hamás, la violencia ha ido en aumento en toda la región. Los enfrentamientos comenzaron cuando Hamás lanzó una ofensiva sorpresa desde Gaza, matando a más de 1.200 personas en el sur de Israel, a cientos de jóvenes los mataron en un concierto, y a muchos otros los mataron entrando por ellos, uno a uno a sus casas. Israel desató una rápida y feroz respuesta militar, dejando hasta ahora más de 40.000 muertos y más del 60% de la Franja de Gaza, en ruinas, según las cifras de las autoridades del gobierno de la Franja controlado por Hamás.
Israel, desde los primeros días, insistió en que no dejaría de atacar hasta tanto no acabara con Hamás. Y si bien, a lo largo del año ha recibido ataques con misiles de Hezbolá, desde la frontera Norte en el Líbano, no parecía dejar de estar concentrado en su guerra con Hamás en el sur del país.
Los organismos de seguridad de Israel consideran a Hamás como un grupo radical menos poderoso que Hezbolá, por lo cual, se demoraron más en preparar y lanzar el ataque contra este último.
Los bombardeos israelíes de este lunes marcaron la jornada más mortífera desde el inicio de las hostilidades, con 558 personas muertas en el Líbano, incluidos 50 niños y 94 mujeres. Los ataques se centraron en bastiones de Hezbolá en el sur del país y en el valle de Becá, una región clave para el grupo chiita. El conflicto generó un éxodo masivo de libaneses, hasta ahora, más de 1.000 familias han cruzado la frontera hacia Siria.
Sin embargo, el terror que ha vivido oriente medio durante todo un año, no tiene que ver solamente con los enfrentamientos entre Israel y Hezbolá, ni los ataques de Israel en Gaza, ni su origen se reduce a los crímenes cometidos por Hamás el pasado 7 de octubre.
¿Cuál es el origen del conflicto?
Para entender la raíz del conflicto en Gaza, Líbano y esta parte del Oriente Medio, es esencial remontarse a la creación del Estado de Israel en 1948. Antes de esto y bajo el Mandato Británico en Palestina, miles de judíos comenzaron a emigrar allí, especialmente en las décadas de 1920 y 1940, debido al aumento del antisemitismo en Europa y la persecución perpetrada por los nazis que hicieron que muchas naciones no recibieran a los judíos.
Tras la Segunda Guerra Mundial y el Holocausto, la Liga de las Naciones aprobó la partición de Palestina para crear un estado judío e independiente, lo que llevó a la fundación de Israel. Sin embargo, la medida fue rechazada por la mayoría de los países árabes incluidos Egipto, Jordania, Siria, Irak y Líbano, lo que dio lugar a la primera guerra árabe-israelí en 1948.
Este conflicto inicial condujo al desplazamiento de cientos de miles de palestinos, que huyeron o fueron expulsados de sus tierras, pues Israel expandió su territorio más allá de lo que había sido propuesto en el plan de partición de la ONU, controlando alrededor del 78% del antiguo territorio palestino.
Este éxodo masivo, conocido como la Nakba, sigue siendo una fuente de resentimiento y un elemento clave en la narrativa de los movimientos terroristas como Hamás. Mientras que Israel se defiende diciendo que estos grupos extremistas tienen como único lema exterminar a los judíos.
Es así como Gaza, una franja de tierra densamente poblada, ha estado bajo control de diferentes actores desde entonces, en 2005, tras los acuerdos de Oslo, Israel se retiró de allí, y poco tiempo después Hamás tomó control de la franja, pasando por encima de la Autoridad Palestina, en cabeza de Mahmud Abás, presidente de Palestina que hoy gobierna otro territorio: Cisjordania.
Hamás fue fundado en 1987 luego de una serie de protestas de palestinos en contra de Israel. Surgió como una rama de los Hermanos Musulmanes, un grupo radical que cree que el islam no es solo una religión, y desde entonces se consolidó como uno de los principales actores políticos y militares en Gaza. Su objetivo declarado es la creación de un estado islámico en el territorio que ahora ocupa Israel, es decir, algunos interpretan, el exterminio de Israel.
Hamás nunca estuvo de acuerdo con los Acuerdos de Oslo de 2004, porque no reconocen a Israel. Yasser Arafat muere en 2005, en 2006 su partido Fatah (el mismo del ahora presidente Abás) perdió las elecciones parlamentarias, los combatientes de Hamás tomaran entonces el control de Gaza y tras una batalla sangrienta entre Hamás y Fatah se dividieron los palestinos también: Cisjordania quedó en manos de Fatah y Gaza en manos de Hamás.
Hamás, desde la Franja de Gaza, ha lanzado a lo largo de los años numerosos ataques con cohetes contra Israel así como atentados suicidas, mientras que Israel responde con incursiones militares y bombardeos. El peculiar asalto del 7 de octubre de 2023, con el que Hamás sorprendió a Israel, no fue más que un nuevo capítulo en una larga historia de violencia.
Mientras la guerra de Israel con Hamás se da en el sur del país, la que sostiene con Hezbolá ocurre en el norte. Hezbolá, cuyo nombre en árabe significa “Partido de Dios”, es un grupo chiita libanés fundado en 1982 con el apoyo de Irán.
Surgió como respuesta a la invasión israelí del Líbano durante la guerra civil libanesa, desde entonces ha crecido hasta convertirse en una poderosa fuerza política y militar en el país. Al igual que Hamás, Hezbolá se opone firmemente a la existencia de Israel y ha librado varias guerras con el estado judío, siendo una bastante fuerte durante el 2006.
La relación entre Hezbolá e Israel es extremadamente tensa, y ambos lados han intercambiado fuego de artillería en numerosas ocasiones. Hezbolá cuenta con una estructura militar sofisticada y recibe financiación y armamento de Irán, lo que lo convierte en una amenaza significativa para Israel en la frontera norte. Desde el inicio de la guerra en Gaza, Hezbolá viene intensificando sus ataques contra Israel, lo que desencadenó la “Operación Beepers” el pasado 17 de septiembre, lo que los ha llevado a una escalada de violencia en el Líbano.
Irán: ¿el patrocinador?
Irán es un actor central en el conflicto de Oriente Medio, no solo por su apoyo a Hezbolá en Líbano, sino también por su respaldo a Hamás en Gaza y a los hutíes en Yemen. Desde la Revolución Islámica de 1979, Irán busca expandir su influencia en la región y se posicionó como un líder del islam chiita frente a las monarquías del islam sunita, como Arabia Saudita. Así era inicialmente, hasta que integró dentro de sus propósitos proteger al islamismo de la influencia occidental, por lo cual Israel se convirtió en una amenaza para ellos.
Irán proporciona financiamiento, armas y entrenamiento a sus aliados, lo que le permite proyectar su poder en la región. La relación entre Irán e Israel también es bastante hostil, y aunque pocas veces han tenido ataques directos, sí han estado involucrados en numerosos enfrentamientos indirectos a lo largo de los años.
Irán también fue acusado de patrocinar el terrorismo en varias partes del mundo y sus líderes se caracterizan por mantener discursos belicistas que incitan al odio, lo que ha llevado a su aislamiento en la escena internacional. Es así como a medida que los ataques entre Israel y Hezbolá se intensifican, Irán ya advirtió en repetidas ocasiones, que tomará represalias frente a los hechos, lo que aumenta el riesgo de una guerra regional.
¿Solución a la vista?
La guerra en Gaza es devastadora para la población civil, con miles de muertos y heridos que siguen en aumento. Palestina, empobrecida y superpoblada, ha sufrido una destrucción masiva de sus infraestructuras, incluidas escuelas, hospitales y viviendas. Las condiciones de vida en el territorio se deterioran rápidamente, y las agencias internacionales de ayuda advierten de una crisis humanitaria inminente. Tras varios intentos de negociación entre Israel y Hamás, los esfuerzos no han logrado frutos. Y ahora, el ministro de defensa israelí afirmó que el conflicto trasladó su eje hacia el norte, en Líbano.
La ONU, la Unión Europea y Estados Unidos, repiten constantemente los llamados a desescalar el conflicto e insisten en la necesidad de una solución negociada. “Con la región al borde de una catástrofe inminente, no es posible decirlo suficientemente alto: no hay una solución militar que vaya a hacer que cualquiera de las partes esté más segura”, lo dijo la coordinadora especial de Naciones Unidas para Líbano, Jeanine Hennis-Plasschaert.
“Líbano está al borde del abismo”, también advirtió el secretario general de la ONU, Antonio Guterres, este martes en la apertura de la Asamblea General de la ONU, y dijo que teme que el país pueda convertirse en “otra Gaza”. Sin embargo, el ministro de defensa israelí, responsabilizó a Guterres de lo que ocurre en Líbano: “La pesadilla de la que usted habla es una realidad (...) La realidad es que Hezbolá tomó a Líbano como rehén y la ONU no reconoce las acciones”, dijo Yoav Gallant.
Sin embargo, el embajador israelí ante la ONU, Danny Danon, aclaró que su país no desea invadir a su vecino del norte. “Tenemos experiencia pasada en el Líbano. No deseamos comenzar ninguna invasión de ningún tipo en ese territorio”, dijo el diplomático durante la Asamblea General de la ONU. Mientras que el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, acusó a Israel de “arrastrar a toda la región a la guerra”.
Mientras los ataques entre Israel y Hezbolá continúan, el Consejo de Seguridad de la ONU se reúne de emergencia para tratar la situación.