Cada una de las 90 mariposas amarillas que Sebastián Yatra llevaba en el traje que lució al interpretar Dos Oruguitas, en la ceremonia del domingo de los Premios Óscar, fueron tejidas a mano por la artista plástica Ana María Restrepo.
Cada una de ellas fue bordada en 15 tonos distintos de color amarillo e hilos diferentes, que como señala la diseñadora antioqueña daban la sensación de que el músico volaba impulsado por las mariposas.
Ana tuvo 10 días, trabajando 12 horas diarias, para bordarlas y enviarlas a Italia, donde confeccionaron el traje. Inicialmente eran 50 y finalmente terminaron siendo 90.
Con Yatra ya había trabajado hace tres años, cuando le hizo una chaqueta bordada y fue María Adelaida, la mamá del artista, la que la recomendó con el equipo de trabajo del músico en España.
“Hace como dos meses me contactó la estilista de Sebastián que quería conocer mi trabajo y me habló de la posibilidad que había de la nominación y les dije que mi especialidad era la intervención textil, no el diseño”, relata Ana María, que no dimensionó todo lo que iba a pasar con su vida a partir de esa llamada.
Con Cortázar
Cuenta Ana María que pasado un mes desde que la contactaron nuevamente y le confirmaron que el diseñador colombiano Esteban Cortázar iba a confeccionar el traje de Yatra en la noche del Óscar, y que querían que trabajaran de la mano.
“Mejor lienzo para mi trabajo no podía tener”, señala Ana, al destacar el trabajo y el reconocimiento que tiene el nombre de Cortázar en la moda internacional.
“La idea era que el traje representará 100 % a Colombia, por eso la apuesta por las mariposas amarillas que simbolizan el realismo mágico de Gabriel García Márquez, además de que la canción es sobre las orugas”, relata la también diseñadora textil, que resalta que el traje, al que califica de único y especial, se realizó con las mejores técnicas de diseño.
Las orugas
Cada una de las mariposas está confeccionada con una técnica ancestral que solo ella maneja en su taller, por eso el trabajo recayó totalmente en sus manos.
Ana María la describe como un proceso de creación muy íntimo, “es muy escénico, muy artístico, no le temo al riesgo ni al color”.
Una vez tuvo listas las mariposas las envió a Italia al estudio de Esteban Cortázar y aunque siempre siguió de cerca el proceso de costura, a través de videos y fotografías, solo ayer domingo en la mañana, en el ensayo de la ceremonia, vio el trabajo completo. Desde Los Ángeles, desde el teatro Dolby, le enviaron la foto de Yatra ya con el vestido puesto.
“Cuando salió a cantar en la noche, ya en la ceremonia, las lágrimas se me escurrían, lloré y grité mucho en mi casa junto a mi esposo y mi hija”, dice al describir la emoción que sintió al verlo cantando Dos Oruguitas luciendo un traje en las que sus mariposas amarillas, las mismas que ellas bordó, brillaban y tomaban vuelo.
Ayer el teléfono de esta diseñadora textil y artista plástica, que estudió cuatro años bordado en Londres, no paró de sonar. Su WhatsApp y su buzón en Instagram se llenaron de mensajes de felicitación, de solicitudes de entrevistas y de muchas propuestas de personas que quieren conocer más de su trabajo.
Tras lo que pasó en los Óscar solo ahora está dimensionando los alcances de su labor y el reconocimiento que está recibiendo.