Uno de los objetivos más grandes que se trazaron en Atlético Nacional para 2024 fue clasificar a la fase de grupos de la Copa Libertadores. Después de haber logrado un cupo al repechaje en noviembre de 2023 por haber quedado campeones de la Copa Betplay, llegar al torneo continental se convirtió en una obsesión en el entorno del cuadro verde.
Y cómo no iba a ser así, si la entrada a “La Gloria Eterna” no solo le da prestigio deportivo al cuadro verde a nivel internacional, sino que representa el ingreso de más de 3 millones de dólares, que van a engrosar las arcas económicas del Rey de Copas.
Sin embargo, debido a la crisis deportiva que vive el equipo, que incluso llevó a que el entrenador bogotano Jhon Bodmer renunciara el viernes de la semana pasada a su cargo, hace pensar que la clasificación de los verdolagas está en veremos.
Lo paradójico es que en ese juego el elenco verdolaga tuvo mayor porcentaje en la posesión de la pelota (70/30), pero no logró capitalizarla cuando pisó el área de su rival. De hecho, el cuadro guaraní pateó más veces al arco defendido aquel día por Santiago Rojas –ex Nacional de Paraguay–, que el elenco colombiano a la portería custodiada por Antony Silva, que a sus 40 años y después de pasar por el Deportes Tolima, DIM y Santa Fe, volvió a su país natal.
Los antioqueños remataron en trece oportunidades, de las que tres llevaron peligro; mientras que los paraguayos lo hicieron 14 y 5 merecieron la intervención del arquero del cuadro colombiano.
Por eso Atlético Nacional, que ahora es dirigido por el técnico interino Juan Camilo Pérez, tiene la obligación de darle vuelta al resultado este miércoles, cuando reciba, a partir de las 7:30 p.m. en el estadio Atanasio Girardot a su homónimo paraguayo en el duelo de vuelta de la serie.
El juego, en el que los verdes contarán con la compañía de su hinchada –con la que tiene una relación rota desde hace cerca de un año– se podrá ver en vivo por la señal de ESPN en televisión y por Star+ vía streaming.
Se espera que el conjunto verdolaga remonte, haciendo uso de su jerarquía a nivel internacional (fue campeón de la Libertadores en 1989 y 2016), ante un equipo que en su torneo local tampoco marcha bien. Nacional de Paraguay se ubica décimo en la tabla de posiciones de la Liga guaraní, que está conformada por 12 escuadras.