Este es el recorrido que ha hecho el conjunto matecaña a lo largo de los años, que hoy lo ha llevado a ser la revelación del fútbol sudamericano.
El Deportivo Pereira es el símbolo de una ciudad y un nombre tradicional en la historia del fútbol profesional colombiano. Nació con el objetivo de acabar una fuerte rivalidad entre dos equipos aficionados de la capital risaraldense.
Fue cuando el capitán de la Policía, Guillermo Gaviria Londoño, tío del expresidente César Gaviria, solicitó a Gabriel Cardona Rojas, en representación del equipo Otúm Fútbol Club, y Luis Carlos Marulanda Clavijo, de Vidriocol, los dos equipos más representativos de esa región para que elaboraran una lista de jugadores de primera línea y así construir un equipo sólido que fuera capaz de medirse a adversarios como los que existían en Bogotá, Medellín, Barranquilla y Cali.
En la temporada de 1949, Deportivo Pereira hizo su debut en la categoría profesional frente a la Universidad Nacional, duelo que terminó con derrota 1-2. El primer gol de su historia lo convirtió un extranjero, el ecuatoriano Humberto Suárez.
En 1956, el presidente Gustavo Rojas Pinilla, , llamó al alcalde de la ciudad y le dijo que destinara recursos para que el Pereira, que llevaba dos años sin jugar, volviera a hacer parte del campeonato.
Esa fue una apuesta para calmar los ánimos políticos y evitar problemas de orden público, pero también movió la ciudad por el fervor que representaba el equipo matecaña.
De esa manera, se dieron los pasos indicados para la creación formal del equipo, incorporando jugadores importantes para jugar en el estadio Mora Mora y años más tarde bautizado como el Fortín de Libaré.
A Pereira siempre lo identificaron con la garra de los futbolistas paraguayos, porque más de un centenar de ellos ha hecho parte de ese club. Además, muchos se quedaron a vivir en esa ciudad. Fundaron su colonia, crearon empresas y levantaron a sus familias.
El jugador más recordado de esa nacionalidad es Casimiro Ávalos, que llegó en 1950 y se convirtió en su goleador histórico al marcar 141 goles.
De los colombianos, el hoy técnico Luis Pompílio Páez es el jugador que más partidos disputó con esa camiseta, un total de 340.
El jugador más joven en debutar fue Juan Camilo “El Cucho” Hernández, que lo hizo a la edad de 15 años y 11 meses, mientras que el más joven en anotar fue Ricardo Ciciliano con 17 años y 24 días. El hincha matecaña se ha caracterizado por ser un hincha sufrido, así que cuando hay motivos para festejar lo disfruta de gran manera.
En esos festejos hay algunos momentos inolvidables como el ascenso del año 2000 después de haber descendido a la segunda división en 1997.
El presidente de ese entonces era Ramón Ríos Bernal, quien venía de ser el director de la Liga de Fútbol de Risaralda. El cuerpo técnico estaba liderado por Wálter Aristizábal y la columna vertebral del equipo la conformaban Alexis Márquez, Rafael Castillo y Luis Gonzaga Pérez.
La campaña de ese año fue muy significativa, alcanzó 17 fechas de invicto y terminó primero del cuadrangular final, lo que sirvió para su ascenso.
En 2011 volvió a perder la categoría, por lo que en 2012 jugó en la Primera B y solo hasta el 2019 regresó a la A.
En esa ocasión el presidente del equipo era Ómar Candamil y el técnico fue el argentino Néstor Craviotto y entre los futbolistas se destacaban el portero Harlen Castillo, Jairo Molina, Diego Álvarez.
Ganó el torneo del primer semestre ante Cortuluá y repitió al final de año superando al Chicó. Así se dio el regreso.
El año pasado, en el segundo semestre, en la fase de todos contra todos, ganó 9 encuentros, empató 5 y perdió 6 y terminó quinto para clasificarse a los cuadrangulares, en los que superó a Junior, Santa Fe y Millonarios para jugar la final ante el Medellín.
Luegos de 78 años de historia, el conjunto matecaña pudo vencer al rojo de Antioquia y lograr su primera estrella del fútbol colombiano bajo la batuta del técnico Alejandro Restrepo.
Ese título les permitió su clasificación a la fase de grupos de la actual Copa Libertadores en la que se clasificaron a los octavos de final sorteando a equipos como Boca Juniors, Colo Colo y Monagas.
Ahora, en los octavos de final superaron al que ha sido el equipo revelación en Sudamérica desde el año 2016 cuando llegó a la final de la Copa Libertadores, el Independiente del Valle, que además es el vigente campeón de la Copa Sudamericana.
En los cuartos de final enfrentará a un grande de Brasil en los cuartos de final, el Palmeiras, pero el elenco matecaña quiere seguir escribiendo su historia a pulso y en el plantel están convencidos de que puede dar la pelea.
