En 1992 salió un álbum del que sonaron muchas canciones en la radio juvenil de Medellín por varios años y el hecho me consta porque yo era una de las personas que las ponía en una de las emisoras musicales de la ciudad. El disco se llamaba Que me parta un rayo del grupo Christina y los Subterráneos, liderado por una voz melodiosa, indie, un tanto rebelde y muy pegajosa, la de Christina Rosenvinge.
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Si usted, querido lector, tiene más de 32 años seguro recordará canciones como 1.000 pedazos, Tu por mí, Voy en coche, las más conocidas, pero también sonaron Ni una maldita florecita, Alguien que cuide de mi o Pulgas en el corazón.
Pero sin querer condicionar a nadie por el tema de la edad, también es muy probable que las haya escuchado si tiene menos de 32 porque este disco sonó bastante en la radio y sus canciones se convirtieron en clásicos del rock en español.
Este sábado 19 de octubre, Christina Rosenvinge celebrará con los paisas los más de 30 años de este disco y agradecerá al público que estas canciones sigan estando en la memoria colectiva. EL COLOMBIANO conversó con ella antes de su presentación esta noche en Altavoz.
La primera vez estuvo en vivo en Medellín fue a comienzos de los 90 y luego volvió el año pasado, ¿qué recuerdo tiene de esos dos momentos de la ciudad?
“Medellín cambió radicalmente. Recuerdo el primer viaje que yo tenía mucho empeño en salir a conocer y me dijeron que no podía salir por la calle sola, que era peligrosísimo, que había un clima de tensión en la calle, pero por otro lado la gente también muy con muchas ganas de alegría y muy resiliente a pesar de la situación tan difícil en la que vivían y sin embargo, en este último viaje del año pasado que pude disfrutar de unos días en Medellín pues me encontré con una ciudad completamente distinta, mucho más amigable, con un sistema también transporte urbano muy vanguardista y que te puedes mover por toda la ciudad con un metro estupendo. Estuve yendo por el metro y el metrocable, hice un montón de cosas”.
Pudo percibir lo artística y musical que ha sido esta ciudad en dos momentos muy distintos...
“Y creo que el arte siempre estuvo ahí, solo que antes no podía expandirse como ahora ha ocurrido en los últimos años, pero sí, Medellín me parece una ciudad alegre, artística, muy vitalista”.
¿Qué trae para este concierto en Medellín?
“Ahora mismo estoy girando con dos bandas distintas, con una seguimos con la celebración de los 32 años de Que me parta un rayo, que en principio iba a ser una celebración corta, es decir que iban a ser cinco conciertos, pero llevamos más de 30 porque hay mucha gente que tiene un vínculo fuerte con este disco, así que hemos seguido tocándolo, a mí me divierte muchísimo hacerlo, la verdad. Entonces con una banda hago Que me parta un rayo, un concierto más rock y con la otra banda, que es una banda femenina, pues hago Los versos sáficos. Pero a Medellín (a Altavoz) traemos Que me parta un rayo, el fin de gira, acabamos de venir de Chile y Perú“.
Qué me parta un rayo es un disco que sonó mucho en radio en los 90 y que tiene canciones como 1.000 pedazos, Tu por mí, Voy en un coche y más, es un disco que tiene 32 años y hoy hay gente de menos de 32 que las canta...
“Bueno, es algo muy impresionante, 32 años son muchos y que las canciones estén tan vivas es increíble. Esta gira ha sido equivalente a la que tuvo el disco cuando salió, para mí ha sido una inmensa alegría tocarlo en sitios donde no llegué a tocar cuando hice la primera gira y es una enorme alegría darme cuenta que las canciones siguen tan vivas y que ese disco trascendió y hay una generación entera muy impregnada por ese álbum que también lo ha transmitido luego a sus hijos, supongo; y me encuentro con mucha gente de veintitantos que son súper fanáticos del disco”.
¿Qué sorpresas se ha llevado en la gira de este disco?
“Yo sabía que había mucha gente que consideraba este el disco de su juventud y que han ido al concierto, lo que lo que no estaba segura, y me ha sido una sorpresa muy grata, es que ha habido tanto público joven, muchísima gente que ha descubierto el disco en los últimos años, lo cual quiere decir que el disco se ha convertido en un clásico”.
¿Y cuál es la canción que más le piden?
“Es difícil decirlo, hay tres canciones que son muy importantes en el disco: Voy en un coche, 1.000 pedazos y Tu por mí, esas tres son un poco los singles, las que se celebran más y todo el mundo conoce la letra entera, pero yo te diría que todas, yo veo a la gente cantar todas las letras y cada uno tiene sus favoritas. En Medellín vamos a hacer este disco y otra canción más que nos de tiempo”.
¿Cómo se sostiene una carrera por tantos años y siempre tan enfocada en su esencia?
“Para mi es algo muy natural y orgánico, no tengo que pensarlo mucho, naturalmente las cosas que me suceden de una forma u otra acaban en una canción. Es una especie autobiografía a través de las canciones, por eso publiqué un libro, Debut, con todas las letras y también con los textos que explican un poco de dónde salieron las letras y por qué salieron. Todo lo que me ocurre, todo lo que siento, lo que veo, lo que aprendo, de una forma u otra acaba en una canción”.
¿Qué planes nos puede adelantar hay para el resto del año y 2025?
“Después del concierto en Medellín voy a México porque se presenta en el Festival de Morelia una película para la que he hecho la banda sonora, se titula Hombres íntegros está dirigida por Alejandro Andrade y luego voy a España tengo conciertos de Los versos sáficos allí y luego vuelvo a México también con Los versos sáficos”.
