Defender lo fundamental para el ser humano: la vida misma y su belleza, el pasado y el futuro, la inteligencia y el conocimiento, las palabras y también el silencio, el arte y la cultura. Esto es lo que busca la Corporación Otraparte, que celebra este viernes y sábado 20 años de ser ese espacio para el encuentro con otros alrededor del arte.
Con dos días de eventos, entre conversaciones, música, libros, café y recorridos, las puertas de los espacios de Otraparte estarán abiertas para la celebración y el homenaje de la Corporación y de la vida y obra de Fernando Gonzalez, el filósofo de Envigado (Ver programación) que vivió en la casa y dejó su legado.
Una obra que, dice el escritor Darío Ruiz, tiene una importancia que aún no se ha medido en la intensidad crítica, en la capacidad del lenguaje renovador, en la propuesta de una nueva narrativa y en el hecho de que conmueve totalmente las raíces del pensamiento colombiano.
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Un museo es un banco de conocimiento, dice el director de Otraparte, Gustavo Restrepo. “Es un espacio que permite fomentar el sentimiento solidario y la búsqueda por la pregunta de quién es el ser humano y qué es la vida, como el mismo Fernando González plantea en su obra”.
Este museo lleva 20 años y su idea comenzó por iniciativa de dos de los hijos de González, Simón y Fernando, a quien llaman Fernandito para diferenciar. La casa pertenece al municipio desde 1980 y desde 1987 funcionó “relativamente bien durante cinco años, pero luego cerró”, recuerda Restrepo. Siguió un periodo de intermitencia hasta que en 1999 Simón y Fernandito, luego de un inspirador viaje a Chile, quisieron que la casa fuera además un centro cultural. Fernandito murió y fue su muerte la que desató la creación de la Fundación.
“Él murió el 10 de abril de 2001 y como fue Fernandito mismo quien preservó los muebles originales de la casa, las libretas, manuscritos, álbumes fotográficos y otros objetos de todo tipo, Simón quiso preservar lo que su hermano tanto cuidó”.
Un año más tarde, en el primer aniversario de muerte, se creó la Corporación Fernando González Otraparte con tres objetivos: difundir la vida y obra del escritor envigadeño, reabrir la casa como museo y convertirla en un centro cultural de proyección internacional. Comenzó con poco presupuesto, pero mucha voluntad de familia, amigos y lectores lejanos.
En 2006, cuando ya tenían la Corporación y una agenda cultural permanente, la casa fue declarada Bien de Interés Público y Cultural de la Nación y abrieron el café Otraparte. Luego el municipio recuperó el terreno que estaba en manos privadas y tras años de trabajo y actividad permanente, se diseñó y construyó lo que hoy se conoce como el Parque Cultural y Ambiental Otraparte, “que tiene lo que ellos dos soñaban: teatro, biblioteca, café, la casa museo y la obra de Fernando González como el centro de todo el proyecto”.
Los 20 años que van son solo el comienzo. Ahora Otraparte planea terminar de consolidar lo que ya lleva, que es un pequeño bosque. “Hemos plantado muchos árboles, uno se llama actividad cultural, otro ediciones, otro proyectos, conversatorios... y estos se deben cuidar para que crezcan y se conviertan en el gran bosque que queremos”, porque el objetivo sigue siendo tener un centro cultural de proyección internacional.
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Fernando González no fue un escritor importante de Envigado, “fue un escritor muy importante, y punto, para Envigado, para Antioquia, para Todo Colombia y Latinoamérica. Es de talla universal”, dice Restrepo.
Su obra, por lo tanto, merece y necesita ser difundida, y su casa debe seguir siendo un espacio para la historia familiar, los amigos, los jóvenes artistas e intelectuales. Es la casa de todos.
