La presencialidad total será una realidad en las aulas a partir de enero del próximo año –con base en la resolución 2157 del Ministerio de Salud–, más allá de la llegada de la variante ómicron al país. La ministra de Educación, María Victoria Angulo, habló con EL COLOMBIANO sobre el retorno a clases e hizo un balance de lo que ha vivido su sector durante los dos años de pandemia.
¿En qué consistirá la medida del regreso a clases?
“Si revisamos el párrafo correspondiente al sector educación, lo que explica es que por todas las medidas tomadas –vacunación de maestros, apertura de vacunación de jóvenes, posibilidad de refuerzo, las inversiones que hemos hecho en los protocolos de bioseguridad–, están dadas las condiciones para que desde educación inicial hasta educación superior sea presencial y sin límites de aforo.
Esperamos comenzar calendario escolar, que en algunas regiones empieza la tercera semana de enero y en otras la cuarta, con presencialidad. Esto es extensivo también para las instituciones de educación superior. Eso es lo más importante para el retorno y con eso, como lo dijimos hoy a los secretarios de educación, tener todo preparado para el inicio del calendario escolar”.
¿Podría haber modificaciones por ómicron?
“La resolución salió el martes y precisamente si salió ayer, es porque se han tenido en cuenta todas las variables, incluyendo todo lo referido a la variante ómicron. Como expresaba el ministro de Salud, Fernando Ruiz, esta decisión de no limitar los aforos tiene que ver con la evolución que ha tenido la pandemia en Colombia y con el avance del Plan Nacional de Vacunación. Por eso, están dadas las condiciones para poderla tomar. Y el mensaje es que, por ejemplo, a partir de hoy comenzó la etapa de refuerzo de los maestros; mandar el mismo mensaje a los padres de familia y a que culminen la vacunación de niños, niñas y jóvenes”.
¿Cuáles son los protocolos para el retorno?
“Vamos a elaborar una directiva, pero estamos hablando de uso del tapabocas, higiene de manos, ventilación y de cosas que ya se les hicieron a las instituciones educativas. Se invirtieron cerca 1,2 billones de pesos en el proceso en todo el país. Lo que esperamos es que las sedes que faltaban por terminar los últimos alistamientos, por ejemplo, en internados en zonas como Guainía o Amazonas, justamente en estos meses de diciembre y primeras semanas de enero, estaremos culminando los últimos ajustes para poder iniciar calendario escolar”.
Si una familia no se siente tranquila, ¿podrá escoger no mandar a los niños a clases presenciales?
“La educación en Colombia, en su reglamentación, es presencial. Teníamos otro tipo de apoyos entendiendo la circunstancia que obedecía por la pandemia, pero ya como lo ha dicho el ministro están dadas las condiciones para la presencialidad. Obviamente en casos muy especiales, muy específicos, habrá que revisarlos; por ejemplo por temas de salud que impidan, en una condición específica, asistir. Sin embargo, de lo contrario, la educación tiene que continuar como se reactivó todo el país. Se reactivó la economía, los espacios de ocio, los espacios sociales y culturales”.
¿Qué le dice a esos papás o cuidadores que tienen dudas, más ahora con la llegada de la variante?
“Son dos cosas; primero, reforzar el mensaje que ha dado el ministro de Salud sobre vacunación: es importante que los padres, los acudientes, los niños y jóvenes asistan a su proceso de vacunación, ese es realmente el impacto más importante para la reactivacion del país y del sector educativo.
De segundo, les diría que los colegios, los entornos educativos, han tomado todas las medidas para que los protocolos sean una realidad. Además, que en el espacio educativo, también por la mística y el trabajo de los docentes, los niños están más cuidados, mejor acompañados en su proceso.
El tercer mensaje sería, con lo que les he mencionado, el impacto en el aprendizaje, porque cada mes que pase y cada tiempo que retrasen esa decisión va a ser un tiempo que impacte realmente la vida de su hijo, porque las decisiones futuras, profesionales y demás, dependen del desarrollo académicos”.
Hubo muchas fricciones con Fecode por cuenta de la presencialidad, ¿cuál es la situación en este momento?
“El primer punto del acuerdo que se suscribió con Fecode, ratificaba lo que es vital para los niños y las niñas y es la presencia en las aulas, para dar pie a la presencialidad. Además de este punto, en los acuerdos se incluyeron diversos temas, como bonificación docente, incremento salarial, toda la mejora del proceso de salud, los procesos conducentes a cursos o a formaciones continuadas. Justamente ayer el Gobierno firmó los decretos honrando estos compromisos con el magisterio colmbiano”.
Le cambio de tema. ¿Podemos hacer un balance de las inversiones en el sector?
“Estas fueron cerca de 1,2 billones que contemplaron recursos del Fondo de Mitigación de Emergencias, para mejoramientos de infraestuctura, recursos adicionales para alimentación escolar y también para los fondos de servicios educativos de cada uno de los colegios.
Aparte se creó el fondo solidario para la educación, que fue el fondo que dio pie para que pasáramos de Generación E a educación gratuita con la Ley de Inversión Social.
Ha sido una inversión sumamente importante, hasta el momento tenemos más de 720 mil jóvenes beneficiarios. Los recursos han estado allí de forma oportuna. Lo que uno compara es que hay regiones que los han invertido de forma más rápida y oportuna – por ejemplo la zona cafetera y Antioquia–, donde rápidamente se implementaron los protocolos, y hay otras zonas donde la inversión de los recursos fue más lenta. Por eso dedicamos todo el segundo semestre del año anterior a culminar las inversiones necesarias”.
¿Cuál es la agenda del próximo año?
“La primera meta es ese retorno al 100% de la presencialidad, pero le sumaría el proyecto que tenemos de cierre de brechas y de aceleración de aprendizaje, la implementación plena del proyecto de gratuidad en 2022, del cual ya tenemos 720 mil beneficiarios; el plan de alivios y estímulos del Icetex. Sumado a eso, tenemos que culminar las metas en infraestructura educativa, serán más de 12 mil aulas; lograr tener más de 130 mil bachilleres del país con doble titulación y continuar con el fortalecimiento del PAE.
Además, la infraestructura rural, pues son más de 2.900 proyectos, y un proyecto que tenemos de cierre de brechas y de aceleración de aprendizaje”