El choque entre el presidente, Gustavo Petro, con su par de El Salvador, Nayib Bukele, no es la primera intromisión en política interna de otro país que protagoniza el mandatario.
La más reciente fue este miércoles cuando aseguró que: “No me puedo meter en otros países. El campo de concentración de El Salvador, lleno de jóvenes miles y miles encarcelados que le da a uno escalofríos. Creo que hay gente que le gusta eso, indudablemente, ven a la juventud en las cárceles y creen que eso es la seguridad. El presidente de El Salvador se siente orgulloso porque redujo la tasa de homicidios a partir, dice él, de un sometimiento de las bandas que hoy andan en las cárceles, en mi opinión, datescas”.
El comentario del mandatario colombiano durante su intervención en un evento con estudiantes terminó generando un cruce de declaraciones con homólogo, Bukele, que hecho que recordó las otras ocasiones en las que ha opinando de cuestiones de la agenda local de otras naciones.
Y es que el presidente ya ha lanzado polémicos comentarios sobre asuntos de Perú, con el autogolpe de Pedro Castillo; de Argentina, con la carta de apoyo a la condenada vicepresidenta Cristina Kirchner ; de Brasil, respaldando a Lula da Silva; y sobre el manejo de Estados Unidos de la política global.
Cuando el Congreso peruano destituyó a Castillo, en diciembre de 2022, por su intento de cerrar el legislativo y gobernar por decreto, Petro le pidió a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) expedir medidas cauteleras a favor del exmandatario quien ahora está en prisión preventiva por intentar saltarse la institucionalidad.
El mandatario siguió enviando pullas hasta Perú señalando que “un presidente elegido popularmente” había quedado preso y al final fue tal la desazón que quedó en ese país con el mandatario colombiano que el legislativo peruano lo declaró como “persona no grata”.
En agosto de 2022 Petro firmó una carta en favor de Cristina Fernández cuestionando la determinación de la justicia de Argentina de condenarla a 12 años de cárcel por su presunta participación en un caso de corrupción. Esa misiva también contó con la signatura del presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, y el mandatario de Bolivia, Luis Arce.
Además, cuando Brasil estaba en plena campaña para las elecciones presidenciales de 2022 el apellido de Petro quedó en medio de los titulares locales por las disputas con el expresidente brasileño, Jair Bolsonaro. Sin embargo, en ese caso fue Bolsonaro quien empezó a hacer comentarios sobre Petro señalándolo de ser un “amigo” de Lula y cuestionando su procedencia política por haber estado en las filas del M-19.