Un elefante marino fue cazado en la tarde de este 13 de noviembre en el municipio de La Tola (Nariño). El ejemplar había migrado desde los países que están más al sur del continente hasta Colombia, quizás, en búsqueda de alimento. De acuerdo al Código Penal, los cazadores de este mamífero podrían parar en la cárcel.
“El animal fue sacrificado por los pobladores de la playa San Antonio, el rumor empezó a correr en la tarde de ayer (13 de noviembre) y solo hasta hoy empezamos a ver las fotografías en redes sociales. No sabemos qué hicieron con el cuerpo del animal”, le había relatado a EL COLOMBIANO uno de los habitantes de La Tola.
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Hasta las 8:07 de la mañana de este martes –casi 48 horas después de que se registró la caza– las autoridades todavía no han emitido un pronunciamiento sobre este hecho. En fotografías divulgadas se observa a dos hombre sonrientes que sostienen con una cuerda la cabeza del animal muerto.
Según el Código Penal, los responsables de la caza de este animal –natural de los países más al sur del continente– podrían pagar penas en prisión de entre 1 y 3 años de cárcel y multas millonarias.
Si el Grupo Especial para la Lucha contra el Maltrato Animal (Gelma) decide radicar la imputación de cargos contra estos cazadores de Nariño, podrían llegar a ser judicializados por los delitos de maltrato animal y, en el caso más severo, por aprovechamiento ilícito.
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La muerte de animales silvestres es castigada con entre 1 y 3 años en prisión. Los encontrados culpables en casos similares reciben inhabilidades para ejercer profesiones que tengan que ver con animales con hasta 3 años y multas económicas que pueden llegar a ser de hasta 60 salarios mínimos legales vigentes, es decir 60 millones de pesos a hoy.