Se trata de Lockheed Martin (EE. UU.), fabricante de los cazas F-16, y Dassault Aviation (Francia), productora de los Rafale, con quienes la Casa de Nariño también ha estado en conversaciones desde hace años.
La urgencia de estas contraofertas se debe a que el Gobierno Nacional anunció la semana pasada su intención de contratar a la empresa sueca, no solo para la adquisición de las aeronaves de superioridad aérea, sino para comprar un paquete que incluye sistemas de armamento, desarrollo industrial aeroespacial y software, entre otros beneficios.
Erich Saumeth, analista de seguridad y defensa, precisó en el portal Infodefensa.com que esta semana vendrán a nuestro país representantes franceses para buscar una oportunidad de negociación.
“La oferta francesa comprenderá 16 aeronaves de última generación, un plazo de financiamiento mayor al de los suecos, offset orientados a la inversión social y a construir un programa aeroespacial”, indicó, así como la posibilidad de cederle a la Fuerza Aeroespacial Colombiana unos aviones de manera temporal, para que los usen mientras se construyen los nuevos.
En una reciente entrevista con EL COLOMBIANO, el embajador de Francia en Colombia, Sylvain Itté, se refirió a la negociación con Dassault Aviation.
Señaló que “para Francia esta no es solo una compra de aviones, es una sociedad con el Gobierno colombiano a largo plazo, una compra de ese tipo suscita otro tipo de cooperación estructural en tecnología, capacitación, acompañamiento a la creación de una industria tecnológica propia en Colombia”.
Explicó que no se había llegado a un acuerdo porque el Gobierno colombiano no había tomado la decisión, “principalmente por razones financieras”.
En cuanto a los estadounidenses, al parecer están en proceso de construir esa contrapropuesta, la cual no ha sido formalizada, pero también incluiría desarrollos tecnológicos más allá de las aeronaves.
Con este oferente existe de fondo una tensionante relación política desde que el presidente Donald Trump asumió el poder. ¿Los aviones entrarán a ser un nuevo motivo de discordia, o por el contrario acercarán a los dos gobiernos?
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