Dos fiscales y una civil permanecen secuestrados desde el pasado 19 de abril en el Cauca. Las víctimas están en poder de las disidencias del Estado Mayor Central de las Farc y sus familias rogaron a los ilegales y al Gobierno Nacional para que se encuentre un canal para su liberación.
“Nos dirigimos a ustedes con corazones desgarrados y lágrimas en los ojos, pero también con el derecho a la esperanza intacto. Somos los familiares de (los fiscales) Bethy Mage, Gerzón Rivera y (la civil) María Yeni Ruiz”, señaló la familia de los secuestrados en una carta pública enviada a los disidentes y al Gobierno Nacional.
Los agentes del Cuerpo Técnico de Investigación de la Fiscalía y la civil regresaban hasta sus casas desde Popayán cuando fueron raptados por los subversivos en un retén ilegal en zona rural de Santander de Quilichao.
La carta de los familiares está dirigida al frente Dagoberto Ramos del EMC, al alto comisionado para la paz, Otty Patiño y al presidente Gustavo Petro.
“Pedimos que miren más allá de las armas y vean la humanidad en nuestros familiares. Ellos no son solo nombres en una lista de retenidos; son madres, padres, hijos, hermanos y abuelos. Son parte de nosotros, de nuestra historia, de nuestros sueños”, suplicaron las familias.
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La carta de las víctimas se conoce justo después de que el EMC publicó un comunicado en el que asegura que los secuestrados están en buenas condiciones de salud y que esa guerrilla les ha brindado la alimentación necesaria. Los ilegales pidieron al Gobierno garantizar los mínimos de seguridad para poder dejar a estas personas en libertad.
“Al gobierno nacional en cabeza del presidente Petro y el alto comisionado para la paz Otty Patiño, les decimos: Que de mantener su pretensión de rescate militar, será responsable de la vida e integridad de las personas retenidas”, fue la amenaza del grupo disidente.
Las familias de los tres secuestrados suplicaron al gobierno y al EMC encontrar el camino para que los retenidos regresen a sus hogares.
“Hagan que sus palabras sean más fuertes que las balas. Que su humanidad y el Derecho Internacional Humanitario prevalezca sobre la política y la guerra. Un mínimo acuerdo humanitario temporal, para que se den las condiciones para la liberación de nuestros familiares es la única salida. La libertad inmediata de nuestros seres queridos es un derecho inalienable”, puntualizaron las familias.