La escena se repite: el presidente Gustavo Petro llega tarde, es recibido entre arengas, intervienen brevemente algunos ministros, mandatarios locales, líderes sociales y luego el discurso del jefe de Estado acapara la jornada. Lo viene haciendo desde que inició el Gobierno hace menos de dos años. La diferencia, es que su estrategia recientemente se ha concentrado en lo que varios analistas han calificado como “hacer campaña política desde el ejercicio del poder”. No es para menos. El mandatario enfrenta uno de los escándalos de corrupción más fuertes de su mandato, relacionado con el manejo de la Unidad para la Gestión del Riesgo de Desastres (UNGRD), un fortín que no deja de producir desastres políticos y judiciales, paradójicamente.
Por eso, en la misma semana en que los exfuncionarios cuestionados Olmedo López y Sneyder Pinilla prenden el ventilador en la Fiscalía y salpican a aliados políticos del petrismo, incluyendo de los congresistas Iván Name y Andrés Calle, presidentes de Senado y Cámara, el Gobierno lanza “el Gobierno con los Barrios Populares”, definida como una “estrategia de participación ciudadana”. Antes, se llamaba “Gobierno con el Pueblo” y los objetivos parecen iguales: “Que el Gobierno esté con las barriadas populares, hablarle al pueblo”, según dijo el mandatario. Pero, ¿qué busca Petro con estos espacios? ¿Qué tan efectivos son?
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Puesta en escena
En esta nueva gira que arrancó en la localidad de Ciudad Bolívar de Bogotá y el municipio de Soacha y cubrirá otras ciudades del país como Barranquilla y Cartagena, el presidente Petro es el protagonista absoluto. No importa que estén invitados mandatarios locales, como el gobernador de Cundinamarca, Jorge Rey o del Atlántico, Eduardo Verano de la Rosa, el jefe de Estado se adueña del micrófono y hace las veces de orador principal, moderador y hasta parte del show cuando llegan los grupos musicales de la zona.
Las jornadas se transmiten por los canales institucionales y en plataformas con Youtube, cuyas cifras oscilan entre las 2.000 y las 10.000 reproducciones, con contadas excepciones que superan las 40.000 vistas. Los planos de las cámaras evocan las transmisiones de Nicolás Maduro y Diosdado Cabello en Venezuela: primeros planos de la gente que grita y sonríe diciendo “Petro, Petro, Petro”; “No pasarán”; “Petro, amigo el pueblo está contigo” y que portan carteles en apoyo al Gobierno, el libro del mandatario y hasta banderas del M-19.
“La estrategia de los barrios populares básicamente busca mantener ese vínculo directo con esos sectores más pobres. Es una manera de ganar legitimidad con la gente que supuestamente apoya las iniciativas de cambio”, considera la abogada y politóloga Patricia Muñoz Yi, directora de posgrados de la Facultad de Ciencias Políticas y Relaciones Internacionales de la Universidad Javeriana.
Durante estos encuentros, los ministros hacen fila y pasan uno a uno a reportar qué le van a entregar a la comunidad que visitan. El propio presidente Petro es quien les da la palabra y los interpela algunas veces: “Ministro, no estoy de acuerdo” o “eso no puede pasar en este Gobierno”, haciendo referencia a las quejas de las personas de la comunidad que intervinieron previamente. El mandatario le hace sentir a los asistentes que él está de su lado y no propiamente del Ejecutivo, a pesar de ser el Presidente. Esto se ve reflejado por las constantes referencias en su discurso en las que dice “me desobedecieron”, como señaló recientemente sobre las ollas comunitarias contratadas por la UNGRD o el desastre producido por el rompimiento del dique ‘Caregato’ en La Mojana. No asume responsabilidad directa por lo que sucede en su propio Gobierno y dice que los escándalos recientes hacen parte de una “estrategia del golpe” para tumbarlo.
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Mientras Petro interviene, los gritos de la gente se reducen, salvo momentos concretos en que el orador busca intencionalmente exacerbar los ánimos. En cambio, cuando intervienen los ministros, gobernadores o alcaldes, pareciera que nadie los escucha. A pesar de que su gabinete se esfuerza constantemente por agradar al presidente Petro y a la audiencia con malabares argumentativos.
¿Cuál es el impacto real de estos encuentros? Para el analista y profesor universitario, Jorge Iván Cuervo, “ese diálogo con el pueblo ya se dio cuando se elaboró el Plan de Desarrollo en los famosos diálogos regionales, se supone que ahí recogieron todas esas demandas del pueblo (...) me preocupa, tanto ahora como en los tiempos de Uribe, el reunir por reunirse. Es decir, tiene que haber una metodología, una forma de recoger esas demandas, porque es que si ya está aprobado el Plan de Desarrollo, ya están definidos los proyectos en las entidades, una nueva demanda no va a cambiar eso. Entonces en ese sentido podría incurrir en el mismo problema en que incurrió Uribe con los consejos comunitarios”.
¿Consejos comunitarios de Uribe?
Todos los presidentes han recurrido a escenarios similares. Pero fue el expresidente Álvaro Uribe quien impuso una forma de “microgerencia” en la que recorrió todo el país con los consejos comunitarios: regañaba, literalmente, a funcionarios de su gobierno y pedía explicaciones a los mandatarios locales. Algo parecido hace el presidente Petro, con la diferencia que Uribe gozó de altos índices de aprobación en la opinión pública, contrario al actual mandatario.“Creo que es un escenario en el que Petro se siente cómodo, en contacto con la gente siente que no es controvertido porque lo que dice ahí, en esos escenarios populares, es validado y aplaudido. Puede entenderse como una forma de aminorar el efecto que está produciendo todo el escándalo de la UNGRD, pero es una apuesta ambigua de corto plazo pero que no va a transformar la capacidad y la eficacia del gobierno”, señala el profesor Cuervo a este diario.
En conclusión, es claro que el presidente Petro utiliza estos espacios para hacer hacer campaña política. Constantemente hace referencia a que “el progresismo debe continuar en el 26”. La pregunta es si el Gobierno logra traducir esa estrategia más allá de los sectores populares que acuden a los eventos. Si no, el presidente Petro solo obtendrá apoyo de las fotos que suele tomar con su propio celular antes de subirse a la tarima.
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