En cualquier momento EPM puede decidir entregar el contrato de las obras finales de Hidroituango. Ya se cumplieron todos los pasos y quedó un solo consorcio en competencia, compuesto por una firma colombiana, Schrader Camargo, y una china, Yellow River; las mismas empresas que habían sido rechazadas en la licitación declarada desierta en marzo.
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EPM, con este contrato, se juega el futuro del proyecto energético más ambicioso de su historia. Luego de que se conociera el último informe de esta licitación, múltiples dudas salieron a flote, sobre todo asociadas a que este consorcio presentó la oferta más cara y acreditó la menor cantidad de experiencia entre las firmas que estaban en competencia. Juan Pablo Hernández, encargado de Asuntos Corporativos de Schrader Camargo, habló con EL COLOMBIANO de los cuestionamientos que rodean esa licitación.
Cuando se compara la licitación que se declaró desierta con la que está en curso se ven cambios en el valor de las ofertas. En diciembre de 2022 ustedes presentaron una oferta por $991.043 millones y ahora una por $1,1 billones, ¿por qué?
“Las condiciones de la licitación han cambiado. En la primera licitación las empresas tenían que venir con un socio local, en la segunda licitación no. Eso fue un gran cambio que trajo nuevos jugadores.
Asimismo, también cambiaron los requerimientos de cantidades; entonces, el equipo nuestro con el de Yellow River, trabajó los requerimientos de la licitación y ese es el precio que nos dio con los nuevos requerimientos”.
¿Y las demás empresas por qué presentaron ofertas más bajas?
“Ya sobre los otros precios o sobre eso tendrá que hablar EPM o las otras personas que entraron o no en la licitación”.
Usted dice que cambiaron los requerimientos de cantidades, ¿en qué cambiaron?
“A ese tema me debo referir en términos generales, porque no tengo el detalle exacto, porque son muchos rubros, pero no son las mismas cantidades que se solicitaron la vez pasada”.
En los anexos técnicos del Informe de Análisis puede verse que Schrader Camargo acreditó su experiencia presentando obras como la Embajada de Estados Unidos y un complejo industrial de la Cervecería del Valle. ¿Por qué presentaron esas obras para un proyecto de la complejidad de Hidroituango?
“Sobre eso tengo varios comentarios. El primero es que Schrader Camargo tiene más de 450 construcciones en Latinoamérica y 60 años de historia. Hemos trabajado en sectores de energía, industria, minería, petróleo; en obras como la refinería de Barranca, la fábrica de café liofilizado de la Federación de Cafeteros, la construcción de la cervecera del Valle, inversiones de entre 400 y 500 millones de dólares. Obras muy grandes. Nosotros aquí no estamos jugando de neófitos a ver si se nos aparece la virgen, esa es la razón de ser de la empresa, que es construcciones, construcciones civiles y electromecánicas.
En segundo lugar, con los cambios que hubo en la licitación, Yellow River pudo licitar sin nosotros. Lo que pasa es que las dos empresas valoramos muchísimo el trabajar con la famosa frase glocal: ellos son globales, nosotros somos locales. Además, nosotros desde 2020 trabajamos en Hidroituango, entonces conocemos cómo se hacen las cosas”.
Pero regresando a la experiencia ¿si la empresa tiene experiencia en proyectos hidroeléctricos, por qué no se presentaron esos proyectos, en vez de la embajada y la cervecería?
“El equipo encargado de preparar los documentos para la licitación escogió dos proyectos que cumplieran con todos los requisitos exigidos por el contratante. La amplia experiencia de más de 450 proyectos en los 60 años de la compañía no puede resumirse en solo dos proyectos. La trayectoria de la compañía es de amplio conocimiento público y garantiza el rigor técnico en la ejecución de proyectos”.
En la licitación que se declaró desierta en marzo de este año, EPM no aceptó que Schrader Camargo acreditara su experiencia con la Embajada de Estados Unidos y la Cervecería del Valle. ¿Por qué sí se las aceptaron ahora?
“Schrader Camargo siempre ha demostrado la experiencia en todos los proyectos en que participa. Los certificados entregados en el actual proceso de licitación cumplen con todos los requisitos exigidos en el actual proceso y por eso en el informe de evaluación son aceptados por la entidad contratante EPM. Los motivos de no aceptación en el proceso anterior no tienen relación con el fondo de los certificados, ni con la calidad, alcance y complejidad de los proyectos en cuestión”.
En septiembre de 2022, el gremio constructor en Antioquia vio con preocupación que EPM accediera a cambiar las condiciones de la licitación, para que se incluyeran estructuras aporticadas, que son edificios y no hidroeléctricas, por solicitud de Yellow River. Dicha modificación se ha interpretado cómo un cambio que favoreció a Schrader Camargo ¿ante eso qué responden?
“No estamos de acuerdo. Schrader Camargo se destaca por cumplir con los requisitos y necesidades de sus clientes. Las condiciones de contratación de las licitaciones públicas son resorte exclusivo de las entidades contratantes y toda la información del proceso es pública. En cuanto al gremio, Schrader Camargo ha recibido amplio apoyo por parte del sector para los proyectos que ejecuta, incluyendo los trabajos que tiene a su cargo en Hidroituango”.
EPM, en la licitación del año pasado, redujo la experiencia exigida al socio nacional, es decir a ustedes, en términos de volumen y cantidad por solicitud de Yellow River, y por eso quedó la sensación que su empresa tiene cercanía o un trato preferencial por parte de EPM, ¿frente a eso qué responden?
“Que es injusto. Nosotros estamos dedicados desde hace 60 años a la ingeniería, a la construcción y electromecánica, y no estamos involucrados en la agenda política ni de Medellín ni de Antioquia. Nosotros nos guiamos por la frase de que lo que se hace bien permanece. A nosotros nos gusta hacer las cosas bien y es lo que hemos hecho durante 60 años”.