Antioquia cerró 2024 con un importante aumento en el recaudo del impuesto vehicular, lo que habla del buen comportamiento de la ciudadanía para aportar al recaudo de unos recursos que tienen el compromiso de destinarse para fortalecer los diferentes programas sociales del departamento.
Según la Gobernación de Antioquia, el recaudo de este impuesto creció un 20% en 2024 respecto al año 2023: pasó de $537 mil millones a $640 mil millones.
Según aseguró el gobernador Andrés Julián Rendón, gracias a estos recursos se están financiando los programas y estrategias para combatir el hambre, así como los programas sociales destinados a la población más vulnerable. Este año, según Rendón, se cubrirán las iniciativas que cobijan a las madres gestantes, los niños menores de cinco años, la población escolar y los adultos mayores.
“El recaudo del impuesto vehicular creció en un 20%, en poco más de 100 mil millones de pesos en 2024 respecto al 2023. Este año esperamos que más antioqueños apoyen la lucha contra el hambre que se financia con este impuesto, y esperamos que podamos tener un incremento en ese mismo orden”, resaltó el mandatario.
Las metas que trazó la administración departamental incluyen aumentar la cobertura en todas las poblaciones vulnerables: el gobernador aseguró que esperan llegar a más adultos mayores para que suplan sus necesidades básicas; con el programa Arrullos Antioquia apuntó que realizarán acompañamiento familiar durante la primera infancia de familias necesitadas. Esto implica entregar 190.000 paquetes alimentarios a 26 mil familias con madres gestantes y niños menores de 5 años.
“El rescate de alimentos, que lleva comida a los comedores comunitarios, se fortalecerá para que los antioqueños más necesitados tengan un plato en su mesa. En alianza con Ábaco, vamos a recuperar más de mil toneladas de alimentos, que representan 250 camiones llenos de comida recuperada”, indicó el gobernante.
También anunció que implementarán un comedor comunitario en Necoclí para atender la emergencia migratoria, y se ampliará la acción de los bancos de alimentos de los municipios de Urrao, Apartadó y Rionegro.
En lo referente al PAE, el mandatario antioqueño resaltó que este año se proyecta la atención de 312.000 estudiantes, mientras que el reconocimiento para las mujeres manipuladoras de alimentos de las sedes educativas públicas alcanzará a más de 6.200 mujeres de 116 municipios no certificados.
“Aquí están muy bien invertidos los recursos de la Ordenanza que nos posibilitó la Asamblea Departamental, que consistió en que nosotros tuviéramos una fuente certera de recursos para combatir el hambre y eso fue algo que estuvo bastante bien recibido por los antioqueños y la más clara muestra se refleja en un aumento de recaudo del orden del 20%”, reiteró el Gobernador Andrés Julián.
Es importante anotar que las recomendaciones que entregaron desde Antioquia Cómo Vamos, la FAO y diputados como Luis Peláez, es que los recursos de ese recaudo se prioricen y se focalicen los esfuerzos, porque los análisis son contundentes, según han expuesto, a la hora de señalar que más allá del discurso del gobernador, no es posible erradicar en hambre de dos millones de personas que la padecen en Antioquia solo a punta de recaudo de impuesto.
Según expuso el año pasado Antioquia Cómo Vamos, se necesitarían más de $1,8 billones para atender a esos 532.000 niños de 0 a 5 años, población en edad escolar y adultos mayores que padecen graves riesgos de inseguridad alimentaria. Atenderlos de manera parcial con programas nutricionales que, en el caso de la primera infancia, podrían cubrir hasta el 70% del aporte nutricional requerido por cada niño; el 40% en el caso de la población escolar mediante una comida diaria en comedor escolar; y el 60% del aporte nutricional requerido por cada adulto mayor, ofreciéndole dos comidas diarias en comedor social.
La FAO ha sido enfática en señalar que solo con entrega de paquetes alimentarios y un enfoque asistencialista es imposible revertir la problemática y que se necesitan transformaciones de fondo para mejorar la soberanía alimentaria en Antioquia con programas que fortalezcan la agricultura familiar, así como la distribución y comercialización de los alimentos, pues el problema del departamento no es de escasez, sino de un grave problema de producción, distribución y acceso a los alimentos.
