Desde hace dos días, varias entidades estban intentando localizar a un niño cuya vida estaría en riesgo por cuenta de un cuadro de desnutrición severa en el municipio de Apartadó.
Pese a que personal especializado buscaba atender al menor, este jueves desde la Gobernación de Antioquia se denunció que sus cuidadores estarían impidiendo dicha valoración. El niño hace parte de un resguardo indígena llamado Las Playas, en este municipio del Urabá antioqueño.
Le puede interesar: ¿Qué significa que los casos de desnutrición infantil aguda se reporten como “evento centinela” en Antioquia?
La alerta fue elevada por el gobernador de Antioquia, Andrés Julián Rendón, quien calificó el caso como cuestión de “vida o muerte” y pidió a las autoridades de un resguardo indígena ayudar a que el niño pueda ser revisado por médicos.
Por fortuna, al final de la tarde del jueves, Rendón confirmó que habían encontrado al menor y que fue trasladado al hospital de Apartadó con sus familiares para recibir la atención médica necesaria.
“Los derechos de los niños están por encima de cualquier cosa, por eso es que después de mucho insistir pudimos rescatar a este niño, se salvó hoy su vida”, manifestó Rendón, quien además informó que la Gobernación entregó 28 paquetes de ayuda para la misma comunidad indígena donde hay riesgo de que ocurran casos similares. Rendón explicó que esta asistencia social se financia con recursos de los impuestos vehiculares de los antioqueños.
“Estas brigadas las hacemos rutinariamente porque queremos aprovechar la confianza que nos han dado los antioqueños al destinar casi la totalidad del impuesto vehicular a este propósito, y eso se honra evitando muertes por desnutrición infantil”, añadió Rendón.
Es de resaltar que en lo corrido de este año en Antioquia no se han presentado muertes asociadas a desnutrición infantil, una cifra que debe mantenerse.
Según precisó el mandatario seccional, el menor habría sido llevado por su madre y estaba escondido en zona rural de ese municipio.
“En este momento un grupo de la Gobernación de Antioquia, del Icbf y la Alcaldía de Apartadó están en camino hacia el lugar, pero de acuerdo con las primeras informaciones nos han indicado que la mamá se habría llevado al menor y lo tendría escondido. Igual suerte también de desnutrición podrían estar corriendo tres hermanitos del niño en mención”, dijo el gobernador cuando lanzó la alerta.
“Le recuerdo a los indígenas que por encima de sus leyes priman los derechos de los niños. Les pido recibir el equipo que está en camino, que le brinden todas las garantías, para que hagan su trabajo y nos permitan atender al menor. Esto es muy serio y nosotros estamos haciendo lo que nos corresponde. Hagan ustedes lo propio”, añadió el Rendón.
Lea también: La historia del “milagro” diario que alimenta a 90 estudiantes en comedor de La Sierra, en Medellín
El llamado realizado desde la Gobernación se produce en medio de una estrategia lanzada por las autoridades del departamento para erradicar los casos de desnutrición infantil en Antioquia.
Aunque durante el segundo semestre del año pasado el reporte daba cuenta de que el departamento había logrado acumular más de cuatro meses sin fallecimientos de este tipo, los datos de la Procuraduría daban cuenta de que en todo el año se había registrado al menos 14 fallecimientos.
Según la información disponible entonces, el Urabá antioqueño era una de las zonas más sensibles, especialmente en municipios como Turbo, Vigía del Fuerte, Murindó y San Pedro de Urabá.
De acuerdo con ese reporte del órgano de control, Antioquia ocupaba al menos para noviembre de ese año el tercer lugar en ese tipo de fallecimientos, siendo superada por La Guajira y Chocó.
A nivel nacional, el saldo de niños muertos por desnutrición era para aquel momento de 144.
Según quedó consignado en el Plan Departamental de Desarrollo, para el fin de este cuatrienio la meta de la Gobernación es reducir la prevalencia de inseguridad alimentaria y nutricional del departamento de 37,9 en 2023 a 35,9 para 2027.
De igual forma, se proyecta reducir la prevalencia del riesgo de desnutrición aguda de 7,7 en 2023 a 6,7 en 2027.