Los límites físicos pueden ser muros, barreras, vallas. Un límite puede ser incluso el mar o un bosque. Hay límites naturales y otros que deben construirse y, así como están los físicos, también existen los que se construyen en las relaciones interpersonales y que permiten fortalecer los vínculos.
Los seres humanos necesitan poner límites en cada relación y de hecho, las personas que saben ponerlos comunicando lo que sienten a su pareja, suelen tener relaciones más exitosas que las que son permisivas y complacientes, ya que llega un punto de agotamiento físico y mental que ninguna persona puede soportar.
Según Chloe Carmichael, psicóloga clínica de Nueva York y autora de Nervous Energy: Harness the Power of Your Anxiety, “los límites facilitan las interacciones con el mundo que te rodea y pueden proteger tus emociones, tu espacio físico, tus sentimientos, tu salud mental, tu sistema de creencias o cualquier otra cosa que tengas que ofrecer”, afirmó para el medio CNN.
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Estos son las reglas que cada persona pauta en una relación para proteger su bienestar emocional, físico y psicológico. Además, definen lo que se considera aceptable o no en el comportamiento, comunicación y espacio personal dentro de una relación.
La importancia de los límites en una relación
Un estudio publicado en el Journal of Family Psychology en 2016, destacó que la capacidad de establecer y respetar límites está asociada a niveles más altos de bienestar emocional y satisfacción en las relaciones de pareja.
Mientras que, un artículo publicado en la revista académica Psychological Bulletin en 2017, subrayó que la falta de límites adecuados en una relación producen un mayor nivel de angustia psicológica en las personas.
¿Cómo establecer límites en una relación?
1. Comunicación asertiva: expresar tus necesidades y límites de manera clara y respetuosa es esencial para que sean comprendidos y respetados por tu pareja o seres queridos.
2. Reconocer los propios límites: antes de comunicar los límites a alguien más, es importante que sepas qué es lo que necesitas y qué estás dispuesto a tolerar.
3. Sé consistente: mantener la consistencia en los límites es esencial para que sean efectivos y respetados a lo largo del tiempo.
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Tipos de límites en las relaciones
Límites físicos: se refieren al espacio personal y al contacto físico. Si una persona prefiere estar en contacto con los demás o le gusta más mantener vínculos donde no haya tanta cercanía en ese aspecto, principalmente con muestras de afecto como besos o abrazos.
Límites intelectuales: estos se refieren a los pensamientos e ideas de los demás y de sí mismo. Por ejemplo, decidir si hablar de política o no. Estos límites se violan cuando otra persona desestima los pensamientos o ideas de la otra persona.
Límites emocionales: son los sentimientos de una persona y la forma en la que quiere amar y ser amado. Esto incluye limitaciones sobre compartir o no información muy íntima durante el inicio de la relación, por ejemplo.
Límites sexuales: se refiere a todo aquello relacionado con la sexualidad de una persona. Aquí debe haber especial comprensión y respeto mutuo con el cuerpo del otro. Estos se violan con el contacto sexual no deseado, la presión para realizar actos sexuales, las miradas lascivas o comentarios sexuales.
Límites materiales: se relacionan con lo que una persona está dispuesta a compartir con otro. Por ejemplo, prestarle el carro a un familiar, a un amigo o a la pareja.
Límites de tiempo: estos se refieren a la manera en la que cada persona utiliza su tiempo, uno de los regalos más valiosos que tiene cada persona. Esto lo puede destinar a varias facetas de su vida como el trabajo, las relaciones y los pasatiempos.