Paleontólogos de la Facultad de Ciencias Naturales de la Universidad del Rosario hallaron los restos fosilizados de dos insectos de agua dulce en una cantera en el municipio de La Calera, cerca de Bogotá.
“Previo a este descubrimiento, solamente se habían reportado unos fragmentos de alas pertenecientes a una libélula de 120 millones de años de antigüedad en Villa de Leyva y nidos fosilizados de avispas de hace 16.000 años encontrados en Pubenza, Cundinamarca”, comentó Andrés Alfonso, estudiante de la maestría en Ciencias Naturales de la institución, y quien lideró la investigación publicada recientemente en la revista internacional Cretaceous Research.
Cuando se piensa en fósiles del Cretácico en Colombia, lo primero que se viene a la mente son lugares como Villa de Leyva, Boyacá y Zapatoca, Santander. En estas poblaciones es común encontrar una amplia gama de fósiles pertenecientes a grandes reptiles marinos, pterosaurios, peces y una gran cantidad de invertebrados como las amonitas y los cangrejos. Al igual que estos últimos, los insectos son invertebrados que de hecho representan una parte considerable de la diversidad actual de animales, pero cuyo registro fósil en el país es prácticamente nulo.