Todo está listo para el lanzamiento de una nave estadounidense tripulada, por primera vez en 10 años, desde su territorio. La misión Demo-2 será el primer vuelo con astronautas en la elegante cápsula en forma de gota Crew Dragon (o Dragon 2) desarrollada por la empresa privada SpaceX. La cápsula se dirigirá al espacio dentro del Falcon 9, un cohete que lleva carga al espacio desde 2012.
Este histórico vuelo es realmente una prueba. Si todo va bien, las naves de la empresa del polémico empresario sudafricano Elon Musk serán validadas por la Nasa para misiones operacionales tripuladas, la primera de las cuales se espera lanzar a finales de este año.
El lanzamiento
“Si las condiciones meteorológicas son las adecuadas el Falcon 9 despegará este miércoles 27 de mayo, de lo contrario se postergará para el sábado 30 de mayo”, cuenta el colombiano Jaime Forero desde el Centro Espacial John F. Kennedy (CEK), al que llegó el pasado 22 de mayo para monitorear la seguridad de la tripulación que viajará hacia la Estación Espacial Internacional (ISS por sus siglas en inglés). Esta es una de las responsabilidades de la oficina VITO (Vehicle Integration Test Office) de la Nasa, en la que Forero es segundo al mando y en la que trabaja desde 1987.
El astrofísico habla de las lluvias que han experimentado los últimos dos días, así como del monitoreo de vientos y oleaje del mar que hace otro equipo, el escuadrón meteorológico, para asegurarse, hasta último minuto, de que las condiciones sean las adecuadas. Por eso se considera una segunda fecha para el lanzamiento.
Por estos días de pandemia en Cabo Cañaveral los transeúntes de las instalaciones se cubren el rostro con tapabocas y deben cumplir un esquema de vacunación. Allí la tripulación, que se compone de los experimentados astronautas Douglas Hurley y Robert Behnken, recibe visitas a través de un ventanal y un sistema de audio. Desde el 20 de mayo están aislados completamente, cuando llegaron a su estación de partida. Pero antes, narra Forero, estaban en cuarentena, y no por el nuevo coronavirus, es protocolo. La comenzaron el 13 de mayo en el Centro Espacial Johnson en Houston.
¿Es un vuelo histórico?
No solo es un vuelo icónico porque hace años que la Nasa no envía astronautas al espacio desde suelo estadounidense. También es el primer vuelo tripulado de privados, cuenta Julián Mauricio Arenas, gerente de Cipsela Corp y cofundador del pregrado de Ingeniería aeroespacial de la U. de A.
A diferencia de los transbordadores espaciales que funcionaron desde los años 80 hasta entrado 2000, con esta misión los Estados Unidos retornará a los sistemas vehiculares similares a los que utilizó en la época del viaje a la Luna. En ese entonces los protagonistas fueron los cohetes Saturno 5 con las cápsulas Apolo. Esta vez será el cohete Falcon 9 con la cápsula Dragon, explica Raúl Joya, director del Observatorio Astronómico de la Universidad Sergio Arboleda y director de la misión Libertad 1, el primer satélite colombiano lanzado al espacio en abril de 2007. Aunque hay diferencias.
Con un modelo que rescata lo mejor de Apolo con la tecnología contemporánea como los avanzados sistemas de sensores, la Crew Dragon es autónoma: no requiere de los humanos para acoplarse a la ISS. Además de una nave que por su robustez disminuye la ansiedad de la tripulación a bordo. Arenas asegura que su autonomía es un indicador más de que los vuelos comerciales al espacio están a la vuelta de la esquina.
Seis años atrás la Nasa eligió a SpaceX como una de las dos compañías (Boeing fue la otra) para volar en misiones tripuladas tipo taxi hacia a la ISS. Crew Dragon es una versión tripulada de la nave espacial Cargo Dragon de SpaceX, un vehículo no pilotado que ha estado haciendo vuelos de reabastecimiento a la estación para la Nasa desde 2012. Si la misión es un éxito, la Tripulación Dragón de SpaceX llevará hasta cuatro astronautas en viajes regulares, pero la cápsula en sí puede llevar hasta siete personas en total.
“Este es un paso representativo para la revolución comercial en el espacio, ahora no solo las agencias espaciales tienen la capacidad de ir, las empresas privadas también”, asegura Arenas. De hecho para esta misión el centro de control no está en Houston, sino en California, justo en las instalaciones de Space X. Es una alianza público-privada. La Nasa ha trabajado así siempre, con otros, si bien la compañía de Elon Musk podría hacerlo sola en cualquier momento.
Los veteranos astronautas no llegarán a la Estación espacial hasta el 28 de mayo. Para las pruebas que requiere SpaceX y Nasa, el Falcon 9 enviará a los dos astronautas a una persecución orbital de 19 horas detrás del laboratorio orbital en el espacio, donde se unirán el jueves a la Expedición 63 que habita la estación actualmente: un astronauta estadounidense y dos cosmonautas que hacen investigación en esta estación espacial humana. Behnken y Hurley pasarán entre uno y cuatro meses a bordo de la ISS dependiendo de lo bien que le vaya a su nave Crew Dragon