La misión SpaceX que preveía realizar el lunes el primer vuelo de prueba de Starship, el cohete más potente jamás construido, sufrió un nuevo tropiezo-
El Starship, que consta de una cápsula reutilizable de unos 50 metros de altura para transportar al equipo y la carga, y el cohete propulsor Super Heavy de primera etapa, de alrededor de 70 metros, no pudo despegar desde la base tejana de la compañía espacial privada, propiedad del multimillonario Elon Musk.
La suspensión se hizo minutos antes de la hora programada para el lanzamiento debido a un problema técnico, lo que retrasó el histórico primer intento de lanzamiento del vehículo.
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Se canceló debido a un problema de presurización. SpaceX podría intentar la misión nuevamente en 48 horas.
