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Periodista y editor de textos
Preguntan los lectores
Ómar Ocampo. Deseo que me aclares la siguiente duda. En Teleantioquia Noticias hubo un titular, y los mismos periodistas afirman: “... la ganadora absoluta de las silletas...”. Mi pregunta es si es correcto decir “ganadora absoluta”, porque eso me da pie para pensar si es que también existe la ganadora no absoluta.
Ómar, en el Desfile de Silleteros siempre han hablado de ganador absoluto, o ganadora. No tengo una respuesta confiable, pero supongo que se refiere al primer puesto, porque, finalmente, quienes ocupen el segundo puesto y el tercer puesto podrían ser asimismo ganadores. No sé, estoy especulando. En todo caso, tiene sentido la expresión.
Guillermo Vallejo. En su columna del 3 de octubre del presente año, Juan David Ramírez, refiriéndose a la renuncia de Quintero, empieza así: “Tanto va el agua al cántaro hasta que se rompe”. ¿Cambiaron los refranes o en este caso, como nos enseñaron de niños, el orden de los factores no altera el producto?
Yo creo, don Guillermo, que fue un pequeño cruce de cables. En el periódico El Mundo, yo una vez empecé una columna diciendo que “el sol saldría por el poniente”. Puse a salir el sol por el poniente. Creo que a Juan David le pasó lo mismo que a Juan David. Me preocupé, ¿será que los Juan David somos así? Mentiras, hablando en serio, el cántaro es el que va al agua, no el agua al cántaro. El origen de este refrán, por cierto, es bastante obvio. Basta con saber que un cántaro es un recipiente de barro, o de metal, un recipiente grande, el antepasado de lo aquí llamamos balde. Bueno, para el refrán solo sirve el cántaro de barro, el original, porque el de metal no se rompería.
Luis Guillermo Díaz. Cordial saludo, Juan David; muchas gracias por tus escritos, que instruyen mucho, además de ser muy amenos. Te envío algo de El Colombiano de hoy, 5 de octubre, para saber tu opinión: “Italia quiere quitarles todos los hijos a la mafia”. Siendo la mafia singular, me parece que lo correcto sería “quitarle a la mafia”, y no “quitarles a la mafia”.
Sí, señor. Así es, gran análisis. Esta confusión es muy común, pero más que todo al revés, como en Yo le di un regalo a mis padres, en vez de la forma correcta Yo les di un regalo a mis padres. Este error nace de que aplicamos una concordancia que yo llamo, perdón, autocitarse es de pésimo gusto, pero no quiero que piensen que así lo llaman la RAE y los verdaderos expertos, por cercanía, concordancia por cercanía.
El cerebro cree que les debe concordar con todos los hijos, porque están juntos ambos elementos, y no con la mafia, que está lejos.
Pero esto funciona así, como usted dice: le con mafia y les con mis padres. En estos casos concuerda con quien recibe lo enunciado (el regalo, quitar). La forma correcta es “Italia quiere quitarle todos los hijos a la mafia”. La mafia y mis padres son el objeto indirecto de estas estructuras gramaticales. Le(s) es un pronombre (del dativo, un cuento muy largo de explicar).