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Periodista y editor de textos
Preguntan los lectores
Hernán Arango.
En la página 5 del lunes 15 de abril, publicaron un artículo titulado “Rescataron a un comerciante de un secuestro en Rionegro”. Lo que puedo entender es que un comerciante está negociando un secuestro en ese municipio. Considero que, para evitar interpretaciones dudosas, se debería haber titulado “Rescataron un comerciante secuestrado en Rionegro”. ¿Comerciante de un secuestro?
Hernán, la sintaxis del español es muy flexible. Podemos decir que el perro mordió al niño, que al niño lo mordió el perro, que el niño fue mordido por el perro, y hasta una bien rebuscada como lo mordió el perro al niño...
En estos casos, el orden de los factores no altera el producto. Pero sí puede alterar la claridad. Por ejemplo, “Se tomó una decisión por parte de la Corte Suprema” y “La Corte Suprema tomó una decisión”. Sin duda, la segunda es más clara.
Entre “Rescataron (a) un comerciante secuestrado en Rionegro” y “Rescataron a un comerciante de un secuestro en Rionegro”, sin duda me quedo con la tuya. Más diáfana. Efectivamente, eso de comerciante de un secuestro no ayuda. Es decir, al final, con el titular original también entendí que el comerciante fue rescatado, pero tuve que leerlo dos veces, y un buen titular no necesita más de una lectura. Si debo leerlo dos veces, algo chueco tiene.
Curiosidades del idioma
¿Por qué le decimos Chepe a José?
Esto se llama hipocorístico, como Nando para Fernando/Hernando o Nana para Diana... Chepe es el hipocorístico de José entre nosotros, porque en otras regiones usan Pepe. Pero resulta que Pepe no se parece a José, y Chepe menos, mientras que Nando y Fernando sí, Juan y Juancho ni se diga, Eliza y Elizabeth ni comentario merecen por obviedad.
Tenemos que ir al hermoso italiano para encontrar la conexión. Guiseppe está emparentado con José, entre los cuales también hay mucha diferencia, pero piensen en Josep o Joseph. A Guiseppe le dicen Beppe, es su hipocorístico. Entre Beppe y Pepe o Chepe sí vemos camino.
Tengan en cuenta que este nombre es teofórico, es decir, contiene el nombre de Dios o de cualquier divinidad: bellamente significa “Yahveh añadirá”, y es arameo. La traducción latina del nombre es Josephus y al español pasó al principio como Josepe, que también puede explicar lo de Pepe.
Un texto anónimo de 1414 dice: “... e despues partio se ende e desque dende se partio josepe finco alli la espada a gran honrra fasta que y...”.
Pero hay otra teoría. El padre putativo, pater putativus. La idea es que tomaron las iniciales y formaron pe-pe. Obviamente se refiere al más famoso José: el papá de Jesús de Nazareth.