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Periodista y editor de textos
juan david
villa
Editor y periodista
preguntasortografia@gmail.com
Hoy voy a dejar la carreta sobre errores y ortografía. Y voy a hablarles sobre las palabras paisas que más me gustan, sin contar las soeces (salvo chimbo/chimba), que están fuera de concurso en mi lista (son las mejores, las más potentes, las más expresivas, las más ricas semánticamente hablando...). Y quiero hablar sobre estas palabras porque esta semana conversé con una experta en la materia respecto de palabras nuestras que están muriendo, que están cayendo en desuso. Todo porque le dije a alguien más joven que yo, tengo 34 añitos, que fulano se fue de bruces, y ella no conocía esta expresión que yo he escuchado toda la vida en mi casa, desde mis abuelos. ¿Cuáles son las suyas, queridos lectores?
Bacano. Que, de hecho, nos pudo llegar del lunfardo (Buenos Aires, Argentina), de la palabra bacán, que también usamos. Seguramente tiene que ver con Baco, dios del vino. Algo bacano es bueno, bonito, divertido, como Baco y sus bacanales.
Chimbo/chimba. Hoy no la usamos solo para nombrar a los genitales. Algo chimba es algo espectacular, algo muy bueno. Usamos una variante, con tono exclamativo, para renegar (¡Qué chimbada!, que es como decir “qué mal que tal cosa ocurra”, pero con rabia) o volvemos a la original para manifestar desacuerdo (¡La chimba pues, yo eso no lo hago!). Chimbo y chimba han significado “falso”, como un cheque chimbo, y chimbo también significó algo así como centavo (los mayores de 65 me entenderán. Los más jóvenes pueden preguntarles a los viejos). Escribió don Tomás Carrasquilla: “... primero se la pico a los marranos, que dejale un chimbo, ¡un chimbo! ¡a esa angurriosa!”.
Angurrioso/angurriosa. En cualquier diccionario fácilmente encontrarán angurria. Y también estangurria, que significa micción dolorosa (micción es expeler orina, o sea, miar) y tiene su relación con angurria. Qué angurrioso vos, ¿no? Angurrioso es acaparador, muerto de hambre, que quiere todo para sí. No sea angurrioso.
Filo. Esta sí que es de mis favoritas. Me parece muy inteligente decirle filo al hambre: Tengo un filo ni el berraco, ¿no ve que no desayuné? Y, tranquilos, ya vamos a hablar sobre berraco y verraco. Algunos diccionarios incluyen esta definición dentro de filo (la del hambre). Péguenle una mirada al Breve diccionario de colombianismo y al Diccionario de americanismos.
Berraco y verraco. Tenemos una palabra con dos ortografías. Verraco es “cerdo padre”. Con V, aunque en textos antiguos la usaban con B también: “... lo que fuere puesto el puerco castrado //15v y el berraco se venda menos que la puerca otro maravedís...” (esto fue escrito hace casi 500 años).
Pero verraco, en paisa, significa valiente, capaz de hacer muchas cosas, fuerte, alentado, Juan sin miedo, el de Aguadas (complétenla ustedes). Muy berracos los que leen esta columna. Yo prefiero berraco, con B, la siento más paisa, más nuestra. Ah, y también significa “difícil”, Qué cosa tan berraca, hermano.