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Los amores de Gustavo Cerati
06 de septiembre de 2024
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FOTO Colprensa
Gustavo Cerati, uno de los íconos más influyentes del rock en Iberoamérica, dueño de increíbles riffs de guitarra y de sueños en estéreo, no solo conquistó al mundo con rock, electrónica, experimentación y su presencia magnética en el escenario, sino también con la intensidad de sus pasiones personales. Su vida amorosa fue una fuente constante de inspiración tanto en su carrera como en su poesía lírica.
Sus relaciones y desamores se reflejaron en sus composiciones y en el legado duradero que hasta ahora sigue intacto. Era un tipo enamorado Gustavo Cerati, tuvo una vida sentimental bastante movida.
Desde que era un visitador médico y aspirante a publicista de solo 23 años, con sueños de libertad con su nueva banda de rock que se llamaba Soda Stéreo, se enamoró de Ana Saint Jean. A ella le compuso la canción Hablando de vos:
Hablando de vos invento a cada instante melodías, así reemplazo las palabras. Yo nunca fui muy bueno en poesía, sólo estoy hablando de vos...
En 1987, la época dorada de Soda Stéreo, luego de tres producciones discográficas y en la consolidación del disco Ruido Blanco, Cerati se enamoró de una rubia despampanante que hacía de sus días puro color, figurines y diseño. Belén Edwards. Se casó con ella, su primer matrimonio, pero esa unión solo duró un año.
Su música lo llevó a ser ídolo en toda iberoamérica, pero más allá del fanatismo, él tenía una relación especial con Chile. Allí conoció a su segunda esposa, Cecilia Amenábar. Ella, en 1989, era una adolescente que modelaba para la Revista Paula y cantaba en el coro de su colegio. Y fue ese mismo año, en el que cumplió su sueño de conocer a Gustavo Cerati. Fue en una conferencia de prensa y se gustaron de inmediato. Tanto, que compartieron sus números de teléfono. A los pocos días de andar juntos, Gustavo le mandó una carta que después se convertiría en una canción de Soda: No necesito verte. Esa carta se la envió Gustavo por correo físico desde Buenos Aires hasta Santiago.
El amorío perduró, de hecho, la pareja se casó primero por lo civil el 19 de mayo de 1993 en Santiago de Chile y el 25 de junio, ambos llegaron con looks bien rockeros al altar en la iglesia Los Misioneros de Pedro de Valdivia Norte, ella incluso con un vestido de novia en versión minifalda, y él, con un smoking de cuero al mejor estilo del glam de los ochenta. La fiesta no tuvo precedentes, fue todo un acontecimiento rockero que celebraron en el Club de Polo de Vitacura.
Ella ya estaba esperando a su primer hijo, Benito, que nació en noviembre y cuyo embarazo salió a relucir en el video Te llevo para que me lleves, donde ella hizo los coros. Además de reafirmar esa familia y acompañarse como hogar, Cecilia inspiró a Gustavo en esa primera aventura solista que concretó en 1993 con el disco Amor amarillo.
En 1996 tuvieron a Lisa y se radicaron en Buenos Aires, en una casa donde instalaron un estudio de grabación. De todas formas, volvían cada año para veranear en Vichuquén.
En 2002 se separaron y Cerati comenzó una nueva vida. Al terminar su relación con Cecilia, Gustavo empezó a pretender a la modelo Déborah de Corral. Y este romance empezó con controversias, pues ella había sido novia de su compañero de banda, Charly Alberti. Sin embargo, estuvieron juntos cinco años.
En 2008, Gustavo volvió a ser noticia por su relación con la actriz Leonora Balcarce, y aunque fue un romance corto, de solo un año, afirmaba la inquietud de Cerati por la compañía y el amor.
Chloe Bello, la modelo argentina, fue su último amor. No muy bien recibida en el círculo íntimo de Gustavo, por su edad, 22 años. Comenzaron a salir en el verano del 2009 y lo acompañó, no solo en la gira de su último disco Fuerza Natural, sino al final de sus días. Ella despidió el corazón delator de Gustavo.
