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En los diarios gringos, el escándalo del momento, que será el del año, por quienes lo componen, es la pelotera entre Blake Lively y Justin Baldoni, los actores de la película “Romper el círculo (It Ends With Us).
Por Diego Santos - @diegosantos
Tengo por costumbre los primeros de enero ver las portadas de varios diarios del mundo, en busca de adrenalina noticiosa. En Sevilla, España, la noticia fue la del robo de un taxi por parte de un señor que estuvo dando vueltas con él hasta que fue detenido frente a la Torre del Oro. En Doncaster, Inglaterra, el diario local abría con el video de un contenedor de basura que lo arrastra el viento hacia la calle y un carro, a 15 kilómetros por hora, lo golpea levemente frente a un pub. En el ‘The Star’ de Malasia narran la historia de un médico de 90 centímetros de altura al que la mujer lo lleva a hombros para visitar a sus pacientes.
En ese fascinante ejercicio, me fui topando con noticias similares, pero nada salaz ni sórdido para empezar al año. Pero no me di por vencido y llegué al Santo Grial. En los diarios gringos, en todo su esplendor, el escándalo del momento, que será el del año, por quienes lo componen: la pelotera entre Blake Lively y Justin Baldoni, los actores de la película “Romper el círculo (It Ends With Us)”.
Para ponerlos rápidamente en contexto. Hace 10 días, The New York Times publicó una investigación demoledora en contra de Baldoni en la que lo señala de acosar a Lively durante el rodaje de la película y de montar todo un andamiaje digital, junto a los productores del filme y una agencia de relaciones públicas, para acabar con la reputación de la actriz. El Times mostró inclusive pruebas que indicarían que uno de los productores estaba dispuesto a pagar 100 millones de dólares por destruir a Lively y a su familia.
En los días posteriores la cosa pareció calmarse un poco, pero el 31 de diciembre, intencionalmente, volaron demandas por todas partes. Baldoni y su gente demandaron al Times por 250 millones de dólares. Lively, por su parte, demandó a Baldoni y a la productora Wayfarer Studios por coordinar una campaña coordinada y vengativa para silenciarla. Lo acusa además de acoso sexual y de comentarios pornográficos inapropiados junto con otra persona. ¡Hollywood en todo su esplendor!
La historia cobra aún más relevancia porque Lively está casada con uno de los personajes más poderosos y ricos de Hollywood, el actor Ryan Reynolds, a quien Baldoni acusa de haberlo maltratado y humillado durante una comida.
Chisme y chiste aparte, no son muchas las veces las que le ha tocado rectificar una historia al Times. Estamos hablando de una de las instituciones periodísticas más serias del planeta y el artículo parece estar muy bien sustentado. Lo relevante de esta noticia, que tendrá repercusiones a nivel global, es ver lo vulnerables que son las personas a ataques digitales, inclusive gente del poder de Lively, y lo importante que es luchar en contra de esas campañas de desprestigio.
Ojalá hubiera más Lively en el mundo dispuestas a demandar hasta las últimas consecuencias a quienes calumnian en redes. Otro gallo cantaría en redes.