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Aseguran que verlo era una experiencia sobrenatural. Una mezcla de trance espiritual y violencia sagrada que dejaba a todos al borde del asombro y del caos. Quien fuera para muchos un caso perdido por su falta de dirección, terminó revolucionado con conciencia y espiritualidad una de las máximas expresiones de rebeldía, rabia y autodestrucción. Su impacto fue brutal.
“Lo que la mente puede concebir y creer, puede lograr”. Escribiría Napoleón Hill en su libro Piense y Hágase Rico publicado en 1937. Allí expone los principios de una verdadera riqueza que puede manifestarse en diversas formas como paz interior, propósito de vida, relaciones armoniosas, salud, espiritualidad, pero sobre todo, recalca que esa riqueza comienza siempre en la mente, no en el bolsillo. Su enfoque es integral para la realización personal a través del desarrollo de una mentalidad férrea y positiva. Llamó a ese estilo de vida Actitud Mental Positiva, PMA, por su sigla en inglés (Positive Mental Attitude). Fue una Epifanía.
Aunque desde pequeño mostró habilidades atléticas, pasión por la música y una energía desbordante, en su adolescencia y primera juventud transitaba por un terreno inestable. Trabajaba como celador, consumía drogas de manera intermitente, y aunque barajaba opciones como estudiar medicina o derecho, carecía de un propósito claro y sólido. Tenía el potencial, pero no el enfoque.
A nivel emocional, era introvertido, retraído, y según sus propias palabras, “no hablaba con nadie”. A nivel social, si bien tenía carisma, lo canalizaba más hacia la seducción y la apariencia que hacia una construcción interior real. Era, en muchos sentidos, un joven en modo supervivencia, no en modo creación. Un explorador sin mapa, como lo hemos sido muchos.
Ese era su estado cuando encontró la revelación súbita, profunda y definitiva. Comprendió algo esencial que transformó su visión de la vida y de sí mismo. La Epifanía lo había esperado por 42 años, estaba en la biblioteca de su papá. En adelante gritaría que no importa tu entorno y no importa tu origen. Si mantienes la Actitud Mental Positiva, puedes crear una realidad nueva. Y lo hizo. Paul Hudson, a partir de ese momento, y con el terreno que ya había avanzado como músico, se enfrentó a la revolución desde sus propias entrañas.
Bad Brains (algo como cerebros dañados en una traducción libre) fue el nombre de su banda y con el que hacían una declaración de guerra contra los límites mentales. Incursionaron en el género que no quería gustar sino incendiarlo todo. El que era para muchos sucio, feo, de odio: el punk.
“Puedes resistir sin autodestruirte” fue su mensaje de conciencia y espiritualidad clave, pero no el único ingrediente de su revolución. Eran cuatro jovenes negros en una escena de inconformismo blanco que se atrevían a romper la simpleza tan básica y rítmica del género agregando la sonoridad del reggae profundo. Su historia tiene muchos mas elementos y no podría afirmarse que fue un “Punk de autoayuda”, pero sí que es un ejemplo de una mentalidad con la que se revelaron y triunfaron.
La PMA funciona como una especie de filtro a través del cual interpretas la realidad. Si es negativo, todo se ve oscuro. Si es positivo, incluso lo difícil se convierte en desafío superable. ¿Cuál estás usando?
