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Colombia anestesiada

El gobierno también ha sido muy hábil en la desensibilización de los problemas, de las mentiras y en la normalización de la mediocridad y los abusos. Con el tiempo, la gente se ha acostumbrado a estos y los asimila como parte de la vida cotidiana.

20 de febrero de 2025
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  • Colombia anestesiada

Por Diego Santos - @diegoasantos

Cualquier colombiano informado sabe que el país no va bien. La inseguridad y la violencia se dispararon. La economía, pese a un leve crecimiento, muestra señales preocupantes en sectores que jalonan el PIB, y la salud está en la UCI. Esto tan solo por mencionar unos pocos ejemplos. No obstante, pese a todo lo anterior, pese a los escándalos que sacuden semana tras semana al presidente Gustavo Petro, la idea general pareciera ser otra. O al menos que las cosas no están tan mal.

Hoy por hoy, Petro goza de una popularidad que está muy por encima que la de cualquier otro político. Lo que vemos en X o recibimos por nuestros chats de WhatsApp no es necesariamente la realidad que se palpa en la calle o en gran parte del país. ¿Pero cómo es posible? ¿Cómo así? ¿En serio?, son las preguntas que nos hacemos entre los opositores y amigos. ¿Cómo es que, con toda la inoperancia del gobierno, no haya un clamor en contra?

Sin lugar a dudas, Colombia es hoy una sociedad anestesiada. Parecemos un país adormecido en un embrujo, y ese es el gran peligro de cara a las elecciones en 2026. El gobierno puede seguir patinando en su inacción, en su incompetencia y hasta corrupción, y el electorado no va a reaccionar.

No sabría decirles la razón exacta de tal circunstancia, pero me atrevería a señalar varias conjeturas: En primer lugar, las estrategias de control del gobierno son demoledoras. En comunicación han sabido apagar a los medios de comunicación imponiendo sus narrativas con un ejército de personas en redes sociales. Los llamados influenciadores del Ejecutivo han sido capaces de distorsionar la realidad y desviar la atención de los problemas reales.

Petro, a su vez, ha sido muy hábil en cerciorarse de controlar a su antojo sobre los temas que opinamos. Él pareciera el algoritmo que nos muestra el contenido que “queremos” consumir. Esto lo ha acompañado de un ataque nunca visto de un presidente contra los periodistas del país.

Como en Venezuela, Petro ha sido muy hábil en culpar los problemas en factores externos, en terceros, y no en sus políticas o decisiones. La reforma a la pensión se caerá por culpa de la Corte, no de los vicios en que incurrieron los congresistas del Pacto Histórico y sus aliados en el Congreso.

Otro de los factores que han anestesiado a la sociedad es el clima de paranoia con el golpe blando, algo que ha hecho curso entre la ciudadanía que mira con recelo a los opositores, considerándolos golpistas. El gobierno también ha sido muy hábil en la desensibilización de los problemas, de las mentiras y en la normalización de la mediocridad y los abusos. Con el tiempo, la gente se ha acostumbrado a estos y los asimila como parte de la vida cotidiana.

Vamos camino a lo que se conoce como el fenómeno de la rana hervida: como los cambios son graduales, la sociedad no reaccionará hasta que ya sea demasiado tarde.

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